Este fin de semana arranca el proyecto 'A Pulmón', llevado a cabo por la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP) y The Ricky Rubio Foundation. Se trata quinto gran ascenso de cimas de su programa. En esta ocasión, la expedición supondrá la subida de un equipo de pacientes deportistas y un oncólogo médico de MD Anderson Cancer Center Madrid al pico de Peñalara (2.425 metros), una de las principales cumbres de la península ibérica. El objetivo de esta iniciativa pionera es implementar la práctica deportiva entre los pacientes, visibilizar el cáncer de pulmón a través del deporte de montaña y erradicar la estigmatización asociada a él.
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En concreto, durante este fin de semana, el reto deportivo contará con la participación del Dr. Fabio Franco, oncólogo de MD Anderson Madrid, y cuatro pacientes oncológicos. “El deporte no solo nos ayuda a optimizar el metabolismo y a regular el ciclo circadiano, sino que también está claramente relacionado con una mejor tolerancia a los tratamientos y una menor toxicidad, reduciendo de forma exponencial los eventos adversos residuales y siendo clave en el mantenimiento de una buena capacidad ventilatoria para los pacientes”, ha explicado Franco en la presentación de esta nueva etapa de A Pulmón, que se ha celebrado este jueves en el Auditorio de la Fundación MD Anderson Cancer Center España.
Con motivo de esta iniciativa, entrevistamos al Dr. Fabio Franco para que nos hable de todos estos beneficios que el deporte produce en los pacientes oncológicos, en este caso, en los que reciben tratamiento por un cáncer de pulmón.
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¿Cómo puede contribuir la práctica de actividad física al manejo del cáncer de pulmón?
El cáncer de pulmón es una de las patologías malignas más frecuentes y con una alta tasa de mortalidad, que por sus propias características biológicas y de localización anatómica, pueden condicionar significativamente la funcionalidad y la calidad de vida de los pacientes. Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta cuando hablamos de cáncer de pulmón, al igual que cuando hablamos de cualquier otro tipo de neoplasia maligna, es que son enfermedades complejas con un amplio espectro clínico y con distinto grado de afectación local y en otros órganos, que nos determinarán el enfoque terapéutico. Estamos hablando por tanto de abordajes radicales quirúrgicos, tratamientos de radioterapia o terapias sistémicas (quimioterapia, inmunoterapia o terapias dirigidas).
La actividad física indiscutiblemente, nos ayuda a mejorar la funcionalidad del paciente tanto a nivel orgánico como psíquico, lo cual nos sitúa en una mejor situación al momento de plantear cualquier tipo de tratamiento específico.
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¿Cuáles son los efectos positivos del deporte en la tolerancia al tratamiento del cáncer de pulmón?
El ejercicio físico nos ayuda a mantener y más aún, a mejorar la funcionalidad cardiorrespiratoria y la fuerza muscular, incluida la musculatura respiratoria que es clave en los pacientes con cáncer de pulmón. Esto nos ayuda a disminuir el estrés oxidativo y el exceso de citoquinas proinflamatorias que se asocian de manera clara a la llamada Fatiga Asociada al Cáncer. Igualmente, tiene un impacto positivo en la regulación de los ciclos circadianos y de sueño-vigilia. Todo ello mejora la situación basal del paciente y permite que la tolerancia a cualquier tipo de tratamiento sea mejor en comparación con aquellos pacientes con poca o nula actividad física.
¿En qué medida puede el ejercicio ayudar a mantener una buena capacidad ventilatoria en los pacientes?
La funcionalidad respiratoria y la capacidad ventilatoria son aspectos variables y que pueden ser mejorados con el ejercicio físico. Existen estudios en los que se comparan pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que se someten a programas de ejercicio físico y se comparan con pacientes controles y se ha demostrado una mejoría discreta, pero significativa, para los pacientes y que se puede demostrar con parámetros objetivos como los medidos por la espirometría. De igual forma sucede en pacientes con diagnósticos recientes de cáncer de pulmón o en aquello sometidos a tratamientos, principalmente quirúrgicos o de radioterapia.
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¿Puede reducir la toxicidad de los tratamientos?
Por los mecanismos comentados previamente, de reducción de niveles de estrés oxidativo y del estado proinflamatorio propio del cáncer, el ejercicio físico permite mantener una mejor tolerancia a los tratamientos y una menos incidencia de eventos adversos y de su gravedad.
¿De qué manera el deporte influye en el estado de ánimo y la calidad de vida de los pacientes?
Otros de los aspectos que se evalúan en pacientes sometidos a programas de ejercicio físico en cáncer de pulmón, son la calidad de vida, el estado psicológico y la calidad del sueño. Entre un 30-40% de los pacientes con cáncer de pulmón aseguran tener problemas de ansiedad, depresión y alteración del sueño, lo cual condiciona negativamente la calidad de vida y la tolerancia a los tratamientos, siendo la reducción de estos, unos de los aspectos más importantes del ejercicio físico.
¿Existen recomendaciones específicas sobre el tipo de ejercicios más adecuados para los pacientes de cáncer de pulmón?
Lo principal es recordar que cada paciente tiene unas características particulares y una funcionalidad propia, las cuales son la base para indicar un tipo de ejercicio físico. En general, para los pacientes con cáncer de pulmón se recomienda una frecuencia de al menos 3 veces por semana y unos 120 minutos, variando la intensidad caso a caso. Lo ideal es alternar ejercicio aeróbico y de fuerza, con caminata, ejercicios de equilibrio y técnicas de respiración.
Es importante marcar objetivos razonables para lograr una buena adherencia a los programas de ejercicio y asegurar una regularidad de la actividad, ya que, sin esto, la tasa de abandono es alta.
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¿Pueden todos los pacientes en tratamiento para el cáncer de pulmón participar en programas de ejercicio, o hay contraindicaciones que se deben considerar?
Como he comentado previamente, las indicaciones de ejercicio en pacientes con cáncer de pulmón y cualquier otra patología, deben ser individualizadas y ajustadas por personal sanitario experto en el tema. Las contraindicaciones y aspectos puntuales a tener en cuenta los dará el oncólogo tratante, que es la persona que mejor puede conocer al paciente. Un cuidado especial hay que tener por ejemplo en pacientes con enfermedad metastásica ósea en los que no todos pueden hacer todo tipo de ejercicio, en casos como estos, se dan las indicaciones y recomendaciones personalizadas.
¿Cuáles son los beneficios específicos del deporte de montaña en estos pacientes?
Es difícil valorar este punto concreto en pacientes con cáncer de pulmón. En pacientes cuya enfermedad afecta otras estructuras anatómicas o funcionalidades como en caso del cáncer de mama o colon podemos (los más estudiados en este sentido), el deporte de montaña que combina movilidad y resistencia, tiene un impacto positivo que sería interesante explorar en los pacientes con cáncer de pulmón con estadios tempranos de la enfermedad o en aquellos que a pesar de tener enfermedad avanzada, mantienen una buena calidad de vida.
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