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ojos sol gafas© Adobe Stock

¿Sabías que el cáncer también puede afectar a la piel de la zona de los ojos?

Los expertos avisan de que se pueden desarrollar diferentes tipos de tumores en párpados o el canto interno del ojo


Actualizado 29 de agosto de 2023 - 14:58 CEST

Todos somos conscientes de la importancia de proteger nuestra piel de los efectos dañinos del sol, siendo el más grave el cáncer de piel. Pero no siempre prestamos atención a una zona sensible: nuestros ojos, una parte del cuerpo que también está expuesta al sol y pueden desarrollar diferentes tipos de tumores en párpados o el canto interno del ojo, como carcinomas escamosos, basocelulares o, en el peor de los casos, melanomas. Por ello, los expertos explican la importancia de proteger también la mirada del sol, algo que debemos hacer especialmente en verano, pero no solo en los meses más calurosos del año.

Así lo explica la doctora María Pilar López Criado, oncóloga médica y jefa de la Sección de Tumores de Pulmón, Cabeza y cuello y Melanoma de MD Anderson Cancer Center Madrid, que comenta que la mejor manera de proteger y cuidar los ojos del sol y su radiación ultravioleta es mediante un gesto sencillo: recurriendo al uso de gafas con un filtro solar adecuado. También se puede incorporar a la rutina el uso de sombreros o gorras que ocultan la cara del sol.

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Tumores en la zona de los ojos

Los tumores que más a menudo se pueden desarrollar en la zona de los ojos si no se toman las medidas adecuadas son los carcinomas escamosos o basocelulares. “Aunque todos son tumores malignos cuyo daño extremo es la muerte del paciente, los carcinomas escamosos o basocelulares no suelen ser tan agresivos. Aun así, es vital realizar un diagnóstico precoz y aplicar una cirugía adecuada para su extracción, con márgenes suficientes para impedir una futura proliferación. Cuanto más tarde se realice el diagnóstico, mayor riesgo habrá de tener que realizar cirugías más profundas y comprometidas”, argumenta la especialista, que remarca la importancia del diagnóstico temprano y, en el caso necesario, de una buena intervención quirúrgica, que contribuyen a que ninguno de ellos ponga en peligro la vida del paciente.

Y no podemos perder de vista otro aspecto importante, como el hecho de que este tipo de intervenciones puede tener un impacto importante en la estética de los pacientes, que pueden ver modificadas partes de su rostro o la mirada, tan importante en las relaciones personales. Por ello es vital acudir a consulta para la revisión de cualquier tipo de lesión pigmentada que pique, moleste o cambie de aspecto.

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Melanomas en los ojos

A este tipo de tumores se suman los melanomas, que también pueden aparecer en la zona de los ojos. “Un melanoma que no diagnosticas a tiempo y que no resuelves, sí es una enfermedad con una alta potencialidad de metástasis y con alto riesgo”, comenta la doctora, que añade que, por otro lado, en los ojos también se pueden diagnosticar tumores menos comunes, como el melanoma en el polo anterior. También existe el melanoma de coroides o melanoma coroideo, ubicado en el polo posterior del ojo, y que es más frecuente en personas de piel y ojos claros. En ambos casos, recuerda la experta, “la mejor protección es el uso de gafas de sol, sobre todo en las horas centrales del día”.

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¿Y el cuero cabelludo?

Hay otra zona a la que tampoco se le presta siempre la atención debida: la cabeza. Y es que sí, el cuero cabelludo también se puede quemar. La doctora resalta que en áreas como el cuero cabelludo también se pueden desarrollar melanomas. Así, López Criado explica que en ocasiones los pacientes llegan al hospital con un tumor avanzado en el cuero cabelludo, ya que el cabello tiende a ocultar la presencia de pigmentaciones y demora el diagnóstico a través del dermatólogo. Por eso, en este sentido, los peluqueros son los que en caso de detectar esos cambios de pigmentación en sus clientes aconsejan una visita al especialista.

Por todo ello, es fundamental recordar que, cualquier lesión persistente, en cualquier parte del cuerpo, pero en la cara más aún, es motivo de consulta. “Algo que aparece y no se corrige en poco tiempo, que tiende a crecer, que pica y que descama es razón suficiente para consultar con un dermatólogo”, concluye. A pesar de que sean lesiones pequeñas, si no se resuelven al cabo de días, no es algo que se deba pasar por alto. Por último, no podemos olvidar que es importante proteger siempre la lesión de la exposición solar.