Estamos conectados, a menudo, estresados y, por supuesto, en alerta prácticamente las 24 horas del día los siete días de la semana. Noticias impactantes que nos bombardean, dispositivos electrónicos que pueden sonar en cualquier hora del día, una bandeja de correo electrónico que, en muchas ocasiones, es difícil de mantener mínimamente controlada. Por no hablar de todas esas horas que trabajamos y que estamos disponibles casi de manera inmediata. Todo ello hace que nuestros niveles de estrés estén en su punto más alto, nos recuerdan los expertos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. De hecho, los estudios indican que cerca del 90% de las visitas al médico se producen por síntomas relacionados con la ansiedad, los problemas para dormir o la depresión.
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Parar esta vorágine en la que el mundo está sometido parece difícil. Pero sí podemos buscar remedios que nos calmen, que nos ayuden a levantar el pie del acelerador y que nos aporten unos minutos de paz que repercuta tanto en nuestra salud mental como física. En este sentido, Harvard ha vuelto a insistir en que el yoga es una de las herramientas que puede ser sumamente eficaz.
Como apuntan, esta disciplina milenaria es un tipo de ejercicio que ayuda a aliviar el estrés al mismo tiempo que mejora la fuerza, el equilibrio, la flexibilidad y la salud en general. Lo mejor de todo es que esta actividad se puede practicar a cualquier edad.
Para entender las claves por las que este es el mejor ejercicio que puedes practicar, los expertos de Harvard recuerdan que el yoga trabaja en múltiples sistemas de tu cuerpo al mismo tiempo y te ayuda a:
Aliviar de manera significativa el dolor lumbar e incluso aliviar el dolor de artritis.
Reducir la necesidad de medicamentos para la diabetes hasta en un 40%.
Aumentar tu inmunidad al elevar los niveles de antioxidantes que combaten enfermedades en tu cuerpo.
Activar genes que promueven la salud, incluso si eres principiante.
Reducir la depresión, el dolor crónico e incluso mejorar los síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Reducir el riesgo de caídas y ayudarte a recuperar el equilibrio si tropiezas.
Otra de las claves por las que este es uno de los mejores ejercicios para practicar toda la vida, o, incluso, el mejor, es porque se trabaja la respiración abdominal. Este tipo de respiración es una técnica básica del yoga con la que todos los principiantes deberían empezar. Esta técnica te ayuda a respirar profundamente para crear movimiento abdominal.
Cómo se hace la respiración abdominal:
Para empezar, acuéstate boca arriba con una o ambas manos en el abdomen.
Respira lentamente y profundamente, llevando el aire hacia la parte más baja de tus pulmones para que tu mano se eleve.
Una vez que puedas hacer esta respiración acostado, puedes intentarla mientras estás sentado o de pie.
Prueba esta técnica mientras practicas una postura, mientras meditas o en cualquier momento en que quieras tranquilizarte.
Si no sabes por dónde empezar a la hora de comenzar a practicar yoga, Harvard te recomienda un ejercicio muy sencillo. Se trata de un estiramiento que te ayudará a conectar con tu respiración para una práctica más consciente.
Posición de inicio:
Siéntate con los pies ligeramente separados; los brazos relajados a los costados.
Movimiento:
Al exhalar, baja lentamente la barbilla hacia el pecho para sentir un estiramiento suave en la parte posterior de tu cuello. Al inhalar, levanta la cabeza hacia atrás, mirando hacia el techo. Llega solo hasta donde te sientas cómodo, sintiendo un estiramiento suave en la parte frontal de tu cuello.
Eso es una repetición. Haz 3 repeticiones.
Este estiramiento lo sentirás en la parte posterior y delantera de tu cuello
Harvard recuerda, no obstante, que si eres una persona mayor, tienes problemas en el cuello o tienes presión arterial alta, consulta a tu médico antes de realizar este movimiento.
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