Estamos ante uno de los ingredientes indispensables en las cocinas mediterráneas, presente en muchos de nuestros platos y protagonista casi absoluto de algunos tan saludables como el gazpacho. Originario del continente americano, destaca por sus propiedades beneficiosas para nuestra salud, tal y como nos explica la doctora y nutricionista Elena Soria, de Clínica Menorca, quien nos resume, a continuación, algunas propiedades de esta fruta tan versátil y saludable que no debería faltar en tus platos.
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Bueno para tu salud cardiovascular
Estamos, sin duda, ante uno de los grandes nutrientes del tomate. Y lo es por sus excelentes propiedades. Tal y como nos explica la doctora, hay estudios de investigación que demuestran que el consumo de licopeno (el antioxidante que da color rojo a los tomates, que es un caroteno) reduce los niveles de colesterol de baja densidad o LDL (conocido a nivel general como colesterol malo), con todo lo que ello supone para nuestra salud. El LDL-colesterol se adhiere a los vasos sanguíneos produciendo una lesión denominada placas de ateroma. La existencia de estas placas determina el inicio de ciertas enfermedades cardiovasculares. Por este motivo, el licopeno, en la medida que participa en la prevención de dichas placas, previene la enfermedad cardiovascular.
Ayuda a limpiar la piel cuando se toma como jugo
La experta hace también mención a los beneficios de una bebida muy saludable, el zumo de tomate, que contiene un alto porcentaje de nutrientes, que son beneficiosos para la piel, como pueden ser la vitamina A, la vitamina C, el licopeno y las proteínas. De nuevo, cobra un papel muy importante el licopeno, que es un carotenoide, básicamente, que contrarresta la acción de los radicales libres en el cuerpo. “Este es un fuerte antioxidante, que le da al tomate su color distintivo. Lo que hace que el tomate sea un regalo especial para la piel y la salud, es su alto contenido de antioxidantes. Transforma la piel opaca y le da un aspecto juvenil. Es ideal para la limpieza de los poros de la piel. Regula su pH y cura las irritaciones. Sirve como un astringente natural y contrae los poros, propensos a la acumulación de suciedad cuando están demasiado abiertos. Es también un remedio maravilloso para deshacerse de las espinillas y puntos negros”, explica la doctora.
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Aliado para aliviar las molestias menstruales
Es otro de los grandes secretos del tomate, y es que también te puede echar una mano en ese periodo del mes en el que tu cuerpo está del revés. La explicación es que todo lo que sea una dieta desintoxicante antes de la regla y durante la ovulación va a contribuir a aliviar las molestias típicas y aquí el tomate colabora con su buena función depurativa. Es ahí cuando entra en juego, en opinión de la doctora, el tomate que, por su alto contenido en potasio y escaso en sodio, es considerado un alimento con efecto diurético y beneficioso para la eliminación de toxinas. También por su contenido en vitamina K, que regula el exceso de flujo menstrual.
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Regula la función intestinal
Estamos ante un alimento con un elevado contenido en fibra, lo que convierte al tomate en un suave laxante, ayudando a regular la función intestinal y a reducir el riesgo de enfermedades gastrointestinales.
Buen amigo de tu vista
La doctora matiza que ningún alimento con sus macronutrientes y micronutrientes por sí solos puede ser tildado de ser el responsable de tener beneficios curativos o preventivos al 100%. Pero sí que sabemos que el tomate tiene vitamina A, un nutriente que es fundamental para la correcta visión, en la prevención de la degeneración macular y ceguera nocturna. Como decíamos,por sí sólo no previene dichas enfermedades o nos asegura una buena visión, aunque sí contribuye a ello, por lo que no debe faltar en tu dieta.
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Neutraliza los radicales libres
Los antioxidantes (el tomate tiene entre otros antioxidantes al licopeno, vitamina C, vitamina E, etc.) actúan neutralizando los radicales libres, que son moléculas inestables que dañan nuestras células y que se originan en nuestro organismo en los procesos metabólicos, en casos de estrés, debido a la contaminación, mala alimentación o en el proceso de protección de nuestro organismo frente a patógenos (virus, bacterias patógenas, etc.). Si los radicales libres no son neutralizados, producirán daño en nuestro organismo en forma de inflamaciones, múltiples tipos de cáncer...”, explica la experta de Clínica Menorca. Por eso, en la medida que el tomate contiene antioxidantes, contribuye a evitar dichas afecciones. Y detalla que se conoce la existencia de componentes dietéticos asociados a la prevención del cáncer, son los denominados inmunopotenciadores. Entre ellos están la vitamina C, la vitamina A, los B-carotenoides y selenio, y éstos se hallan en el tomate. En general, los fitonutrientes, que son los nutrientes del mundo vegetal, son protectores de la salud y ayudan en la prevención del cáncer.
Un extra: gran parte del contenido del tomate es agua, por lo que se trata de una fruta muy aconsejada en casos de deshidratación, ya que nuestro organismo además asimila su agua con gran velocidad y los efectos son casi instantáneos.
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Sácale todo su partido
Es importante es comer la piel bien lavada y triturada. El proceso térmico favorece a la rotura de las paredes celulares del tomate y por tanto la liberación del licopeno y otras moléculas. Y no podemos olvidar que forma un tándem de lujo con el aceite de oliva. Si los consumimos juntos, nos aporta mayor valor nutricional a la ingesta. “La salsa de tomate natural preparada en casa con aceite de oliva y sin azúcar es una de las mejores maneras de absorber el licopeno”, concluye por su parte la farmacéutica Meritxell Martí.