En verano, cambian nuestras rutinas, todo se relaja, disfrutamos de las merecidas vacaciones, en las que el reloj queda en un segundo plano. Pero también podemos descuidar algunas costumbres saludables, sobre todo en lo referente a la dieta o el ejercicio físico. Y tenemos que tener cuidado, pues es importante tener en cuenta que las altas temperaturas, los cambios en las rutinas y otros factores propios de la época pueden aumentar el riesgo cardiovascular.
Por eso, los expertos de la compañía biofarmacéutica global Amarin resumen una serie de consejos muy útiles que nos pueden ayudar a prevenir episodios cardiovasculares durante el verano y disfrutar de él de una manera saludable.
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La importancia de cuidar nuestra dieta
Los expertos lo tienen claro: la dieta se convierte en un factor fundamental para cuidar nuestro corazón. Por eso, en estos días de calor, es importante consumir una dieta rica en frutas y verduras de temporada, pescados ricos en omega 3, frutos secos o aceite de oliva.
Y es que no podemos olvidar el papel de la dieta a la hora de prevenir el riesgo cardiovascular, así como el control de las grasas saturadas. Y es especialmente en verano cuando tendemos a descuidar un poco la alimentación ya que es habitual consumir más alimentos procesados o grasas saturadas.
Aunque van ligados al verano, toca limitar al máximo el consumo de alcohol y de bebidas azucaradas, así como moderar el consumo de café y té. La mejor bebida, la que más nos hidrata es el agua.
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Ojo con la tensión arterial
Los expertos insisten en que la hipertensión es uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares. Por eso, durante el verano es muy importante vigilar la hipertensión para evitar el riesgo cardiovascular puesto que en esta época del año tienen lugar varios factores que hacen que este riesgo aumente. Por ejemplo: cambios en la temperatura, posibles cambios en la alimentación, deshidratación, actividad física, consumo de alcohol…
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Controla tus cifras de colesterol y triglicéridos
Tal y como coinciden los expertos, el colesterol LDL supone uno de los factores metabólicos favorecedores del riesgo cardiovascular elevado. Es un tipo de grasa que se transporta por la sangre y si no se controla y sus niveles son elevados puede dar lugar a enfermedades cardiovasculares.
Por este motivo, durante todo el año, es fundamental controlar el colesterol y los triglicéridos. Lo cierto es que en verano tendemos a descuidar nuestras rutinas. Por eso, durante estos días, es común que se aumenten los alimentos ricos en grasas saturadas que hacen elevar los niveles de colesterol LDL (colesterol "malo") en el cuerpo. Controlar la ingesta de grasas saturadas y trans durante el verano es esencial para mantener niveles de colesterol saludables.
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Hidratarse adecuadamente
Puede parecer una obviedad, pero no nos cansamos de repetir que es fundamental beber agua. No podemos perder de vista que el calor y las altas temperaturas pueden hacer que se produzca una deshidratación más rápida de lo habitual haciendo que aumente la presión arterial. De esta manera, se pueden llegar a dañar los vasos sanguíneos haciendo que aumente el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión.
Por lo tanto, no hay excusas, y es fundamental mantenerse bien hidratado durante todo el día. Beber agua periódicamente y evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas o con cafeína, ya que, lejos de ayudarnos, estas pueden contribuir a la deshidratación.
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Mantente activo
Hay momentos en verano en los que no es recomendable hacer deporte al aire libre. Hay que evitar las horas de más calor. Pero eso no significa que debamos pasar el día en el sofá bajo el aire acondicionado. Toca aprovechar las opciones que tenemos de hacer ejercicio al aire libre, aplicando el sentido común.
Realizarlo de manera regular te ayudará a mantener un corazón saludable y a reducir el riesgo de padecer un evento cardiovascular. Y es que el deporte es un buen aliado de nuestro corazón: entre sus numerosas ventajas, mejora la circulación sanguínea, ayuda a controlar el peso y reducir el colesterol, disminuye la presión arterial y fortalece el corazón.
Tienes una opción sencilla muy a mano: una caminata diaria de 45 minutos es lo recomendado por los médicos.
Cuidado con las radiaciones solares y con los golpes de calor
“Es importante tener cuidado con los rayos ultravioleta y las altas temperaturas, ya que pueden afectar la salud cardiovascular. El corazón tiene que trabajar más para enfriar el cuerpo y mantener la temperatura interna adecuada lo que provoca que aumente la frecuencia cardíaca y la presión arterial, además un calor excesivo provoca vasodilatación y deshidratación”, nos dicen.
¿Cuáles son las soluciones que tenemos a nuestro alcance para prevenir problemas? Hay que usar protector solar, ropa adecuada, hidratarse, evitar la exposición prolongada al sol y buscar la sombra en las horas de mayor intensidad solar.
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Controla los niveles de estrés
Vivir estresado no es un buen aliado de nuestro corazón. Por eso, evitar los picos de estrés y descansar adecuadamente cobran un papel muy importante a la hora de prevenir el riesgo cardiovascular. Una mala gestión contribuye al desarrollo y la progresión de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, la enfermedad coronaria o los ictus.
Trata de aprovechar que, precisamente en verano, tenemos más tiempo libre, por lo que es una buena opción aprovecharlo para relajarnos, practicar técnicas de manejo del estrés y dormir lo suficiente.
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No descuides el tratamiento médico
Hay personas que tienen pautada una medicación crónica para tratar sus problemas cardiovasculares. Pues bien, en verano, en este sentido, no hay vacaciones. Si te encuentras bajo tratamiento médico para controlar alguna condición cardiovascular es muy importante que no lo abandones, sobre todo, si anteriormente has padecido algún evento o si lo tomas de manera preventiva para controlar el riesgo cardiovascular residual.
En verano con los cambios de rutina y de horarios, es más habitual despistarse o dejar de tomar de tomar los medicamentos. Por eso, es muy importante asegurarse de seguir con las pautas prescritas por tu médico.
Y muy en relación con este tema, ten muy presente que no puedes saltarte las revisiones médicas porque nos encontremos de vacaciones, pues el seguimiento es fundamental en la prevención del riesgo cardiovascular. Puedes hablar con el especialista y tratar de ajustar las consultas, pero lo que no puedes hacer es abandonar tus rutinas médicas.