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Ha supuesto una autentica revolución en muchos ámbitos, y eso que está todavía dando sus primeros pasos. Pero no, la Inteligencia Artificial no puede sustituir ciertas aptitudes del ser humano ni influir en las relaciones interpersonales. Es cierto que esta tecnología va a suponer un giro de 180º a muchos niveles, sobre todo en lo que se refiere a las tareas más estructuradas y repetitivas, pero los expertos piensan que tienen las de perder en lo relacionado con las llamadas soft skills o habilidades blandas, que comprenden una serie de competencias sociales que facilitan a las personas dichas relaciones. Aunque están muy ligadas a la propia personalidad, pueden mejorarse y entre ellas están la empatía, la creatividad o la comunicación efectiva, la inteligencia emocional, la gestión del cambio o el pensamiento crítico.
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La psicología humana tiene un papel importante
Y eso que, como decíamos, los avances son imparables y la tecnología no para de dar nuevos pasos. Tanto es así, que se han visto avances en inteligencia artificial que intentan simular algunos aspectos de estas habilidades. Por ejemplo, los chatbots pueden "aprender" a interpretar el tono emocional de un mensaje de texto y responder de manera adecuada, y las herramientas de análisis de sentimientos pueden "comprender" y clasificar emociones en los datos de las redes sociales.
Pero es importante tener en cuenta que son aspectos en los que entra en juego un factor fundamental: la complejidad y singularidad de la psicología humana. Con la mente y con las emociones hemos topado. Y, en este sentido, aunque la IA puede imitar aspectos de dichas habilidades, no podemos olvidar que no deja de ser una simulación.
Habilidades humanas difíciles de imitar
Según cuentan los expertos de TherapyChat, el peso que la experiencia humana vivida tiene en la verdadera empatía y comprensión emocional son enormes, y es ahí donde la IA, en su estado actual, no puede replicarlo completamente. Resumen además las que son, en su opinión, las competencias intrínsecamente humanas para las que más dificultades tiene:
- Empatía. Estamos ante la habilidad de entender y compartir los sentimientos de los demás.
- Creatividad. Se trata de la capacidad de generar ideas y soluciones novedosas.
- Intuición. La habilidad de entender algo inmediatamente, sin la necesidad de un razonamiento consciente.
- Juicio moral. Es la capacidad de distinguir lo correcto de lo incorrecto basado en valores éticos y sociales.
- Adaptabilidad. La habilidad de ajustarse a nuevas condiciones o situaciones imprevistas.
- Liderazgo inspiracional. La capacidad de motivar e inspirar a otros hacia una visión compartida.
- Autoconciencia. La habilidad de entender nuestras propias emociones, fortalezas y debilidades.
Es un hecho, sin duda, que estas habilidades siguen siendo un dominio, en gran medida, humano. Y lo ideal es que, en lugar de reemplazar a las personas en roles que requieren estas habilidades, se convierta en una herramienta que nos ayude a potenciarlas. De hecho, a medida que continuemos navegando en esta era digital, el desarrollo de nuestras propias soft skills se volverá aún más crucial por sod motivos: no sólo para diferenciarnos como seres humanos, sino para ser capaces de utilizar estas poderosas tecnologías de la manera más efectiva y ética posible.
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El papel de la Inteligencia Artificial
Esto no significa que la IA no tenga un papel en el desarrollo de las soft skills. De hecho, puede ser una herramienta muy útil. ¿De qué manera? Pues los expertos apuntan que, por ejemplo, la IA puede ayudar a identificar áreas de mejora mediante el análisis de patrones de comportamiento o proporcionar simulaciones de situaciones de entrenamiento. Puede ser, además, una gran aliada para mejorar nuestras habilidades sociales. Asimismo, ayudarnos a entender mejor nuestras emociones y comportamientos mediante el análisis de patrones en nuestras interacciones digitales o proporcionar retroalimentación instantánea y personalizada para mejorar habilidades como la comunicación y la empatía.
Además, los chatbots de desarrollo personal y las plataformas de aprendizaje en línea pueden ofrecer estrategias y prácticas para manejar el estrés o desarrollar habilidades sociales. En definitiva, la IA puede ser una herramienta valiosa para complementar y potenciar nuestras capacidades humanas.