La mayoría de nosotros hemos crecido con la expresión 'consumo moderado de alcohol'. Sin embargo, son muchos los médicos y los expertos en Nutrición que ya no avalan esta recomendación y que sugieren que ninguna cantidad 'moderada' es saludable ni, por supuesto, recomendable. Hablamos con el Dr. Agustí Molins, especialista en Nutrición y Dietética, director de la Clínica Dr. Molins y miembro de Top Doctors sobre cuánto alcohol es demasiado y si hay una cantidad mínima que se pueda consumir.
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¿Cuál es la definición de consumo moderado de alcohol?
No hay un consenso y, por lo tanto, no existe una definición de la cantidad de alcohol a la que se atribuye el adjetivo de “moderado”.
La Organización Mundial de la Salud define la cantidad de un vaso de alcohol en mujeres y dos en hombres, como “consumo moderado de alcohol”. Otros estudios indican como moderado un consumo por debajo de 10-12 g de alcohol (menos de un vaso o una copa) al día para mujeres y de no más de 20-24 g alcohol al día para hombres (menos de dos vasos o dos copas de vino o cerveza. Si hablamos de bebidas destiladas, una copa corresponde a 20 g).
¿Cuántas bebidas alcohólicas se considera una cantidad segura para consumir en un día?
Un informe del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) apunta que el “consumo moderado de alcohol” para hombres es de 196 g/semana (28 g/día o 700 ml de cerveza diarios) y 112 g/semana (16 g/día o 400 ml de cerveza diaria) para mujeres", indica este experto.
"Para calcular la ingesta de alcohol, nos debemos fijar en la etiqueta y observar el volumen o el porcentaje de alcohol que lleva. El vino tinto suele estar sobre los 13-14 grados y la cerveza alrededor de 5. Si multiplicamos los grados de alcohol que tiene una bebida por los mililitros que ingerimos, hallaremos la cantidad en gramos de alcohol que hemos tomado", explica.
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¿Se puede beber una copa de vino al día?
Vivimos en un país de cultura vitivinícola y somos uno de los más importantes consumidores de cerveza en el mundo. El uso moderado de alcohol, como el de la cerveza, el cava y el vino, se considera en algunos estudios como beneficioso para la salud. El contenido en antioxidantes del vino tinto, el contenido en vitaminas de grupo B de la cerveza, el efecto antidepresivo del lúpulo, etc.
Sin embargo, estos nutrientes los podemos encontrar en otras fuentes alimentarias y cierto es que cada gota de alcohol que ingresamos a nuestro cuerpo tiene efectos nocivos sobre la salud, recuerda el especialista. Quién continúa señalando que como médico suele decir que cualquier gota de alcohol es mala. "No obstante, el consumo moderado y ocasional -no diario- de cerveza, vino o cava, no deberían hacernos sentir “culpables”, indica.
¿Cuáles son los riesgos asociados con el consumo excesivo de alcohol a corto plazo?
La afectación más importante a corto plazo ocurre a nivel cerebral. "El alcohol dificulta el trabajo en ciertas áreas cerebrales que afectan al equilibrio, a la memoria, el habla y el juicio. El riesgo de accidentes (no solo de tráfico) se incrementa mucho".
Se llegan a producir lagunas mentales, que son vacíos en la memoria de sucesos ocurridos durante el efecto del consumo excesivo de alcohol. No recordamos lo que ha ocurrido y es porque el cerebro ha tenido dificultad en llevar a la memoria lo que estaba sucediendo durante ese tiempo de intoxicación alcohólica.
Por otro lado, una sobredosis de alcohol puede llevar a la muerte. "El cerebro controla funciones vitales como la respiración, la función cardíaca y el control de la temperatura. Una sobredosis puede llegar a inhibir ese control, provocando un daño cerebral permanente e incluso la muerte".
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¿Cuáles son los efectos negativos a largo plazo del consumo excesivo de alcohol en la salud?
El consumo elevado de alcohol, dependiendo de sexo, edad, y otros tóxicos como algunos medicamentos y otros tóxicos alimentarios; Puede producir un daño hepático irreversible. La cirrosis hepática, la hipertensión, el aumento de peso produciendo sobrepeso y obesidad, Diabetes Mellitus de tipo II y algunos tipos de cáncer; están asociados a un elevado consumo de alcohol, de forma continuada o diaria. Un consumo alto, también disminuye la inmunidad del paciente.
- Se relaciona con la mayor disponibilidad de sufrir problemas cardiovasculares a las personas con un consumo excesivo de alcohol. En algunos trabajos científicos, se observó mayor incidencia en las personas que toman un exceso de alcohol de fin de semana, frente a los que lo consumen de forma diaria.
- Los cánceres asociados al consumo elevado de alcohol son: cáncer de boca, garganta, laringe, esófago, hígado, colon, recto y también el cáncer de mama.
- A nivel neurológico, a largo plazo, produce una disminución del tamaño de las neuronas. Se pasa del control del uso moderado al uso indebido crónico y lo que llamamos “trastorno por consumo de alcohol”. Se genera una adicción.
- Se produce demencia por daño cerebral de las áreas encargadas de las funciones cognitivas.
- Se producen trastornos psíquicos que pueden generar enfermedades mentales como la psicosis.
- Se producen cambios emocionales por el descenso de serotonina, así como del comportamiento, pudiendo aparecer celotipia. Pueden tener conductas paranoides, viendo y oyendo cosas en su contra que no existen.
¿Existen diferencias en los límites de consumo de alcohol entre hombres y mujeres?
Este especialista nos contesta que, efectivamente, sí existen estas diferencias y aclara que las mujeres tienen menor capacidad de metabolizar el alcohol, debido a la menor actividad de una enzima llamada alcohol deshidrogenasa.
Por ello, llegará antes a niveles tóxicos y su dosis de consumo moderado, como ya hemos visto anteriormente, es también menor.
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¿Qué factores pueden influir en la tolerancia al alcohol de una persona?
Hay factores de diferente índole tanto psicológicos, genéticos, sociales, como la edad, el sexo, el peso y si se acompaña o no de comida la ingesta de alcohol, etc.
Por ejemplo, la mujer tiene una menor actividad de la enzima alcohol deshidrogenasa y por ello alcanza antes la embriaguez que el hombre.
La edad también disminuye la velocidad de metabolización del alcohol.
El uso de medicamentos, el tabaquismo y la existencia de problemas hepáticos. Van a enlentecer también su metabolización hepática, alcanzando antes estados de embriaguez.