Para entender bien qué es el llamado HIIT o entrenamiento de alta intensidad, tan popular en la actualidad en muchos de nuestros gimnasios, tenemos que partir de su origen. Tal y como nos explica el educador físico Gabriel Talaván Díaz, el entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) es un protocolo de entrenamiento que surgió para que atletas de alto rendimiento entrenasen a altas intensidades de su consumo máximo de oxígeno y frecuencia cardíaca (FC), optimizando su metabolismo anaeróbico.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Lo cierto es que más tarde se popularizó y se llevó al mundo del fitness, adaptándose para todos los públicos. “Este método consta de intervalos de trabajo y descanso de ejercicios de carácter aeróbico, aunque originalmente se realizaba exclusivamente en cicloergómetros o tapices rodantes, y suelen ser protocolos de corta duración”, nos explica el experto en fitness.
Lee también: Estas son las posibles razones por las que tu entrenamiento HIIT no está funcionando
Posibles precauciones
Pese a ser un método de entrenamiento igual de válido que otros protocolos, en ciertos casos hay que tener precaución, puesto que conlleva un esfuerzo cardiorrespiratorio y metabólico importante, y en muchos casos no va a ser la alternativa más segura.
¿Quiénes deberían, en opinión del experto, tener especial precaución? “Personas que padezcan de hipertensión no controlada, que padezcan patologías cardiopulmonares, disnea en reposo, patologías articulares que provoquen inflamación, o incluso si padeces alguna alteración metabólica como en algunos casos de diabetes, deberían evitar este tipo de esfuerzos”, nos detalla Gabriel Talaván, que añade que, de la misma manera, si eres una persona sedentaria que está buscando ponerse en forma, probablemente haya alternativas mejores y más controladas para comenzar con la práctica de ejercicio.
Teniendo esto en cuenta, por lo tanto, deberían abstenerse personas con problemas cardiacos como angina de pecho inestable, insuficiencia cardiaca descompensada, arritmias ventriculares complejas, EPOC, quienes hayan padecido un infarto de miocardio reciente... en general, personas con patologías cardiopulmonares que, siempre, deben consultar con su médico si es conveniente hacer un ejercicio concreto.
Lee también: La prueba de esfuerzo cardiaco: un test muy recomendable si empiezas a hacer ejercicio
Consultar con nuestro médico
Lo que sí que podemos tener presente es que, como norma general, siempre conviene consultar con nuestro médico en el caso de querer comenzar a hacer un ejercicio que implique una alta intensidad y no solemos hacer deporte. Lo ideal es que nos realicemos un reconocimiento en el cual nos den el visto bueno para comenzar -o no, en el caso de que no sea recomendable- la práctica deportiva.
“Por el contrario, si eres una persona sana y físicamente activa que busca un estímulo distinto, o por cuestiones de tiempo este tipo de protocolos te encaja en tu día a día, probablemente sea una herramienta más de la cual sacar partido, ya que están demostrados sus múltiples beneficios y el impacto positivo sobre la condición física en general”, nos cuenta el experto.
Eso sí, para concluir, el experto lanza un aviso: recuerda que este tipo de protocolos no son milagrosos, y si tu única fuente de actividad física son un par de “HIITs” a la semana, probablemente "seas un sedentario que entrena". “No olvides mantenerte lo más activo posible diariamente”, recomienda para finalizar.