Las relaciones de pareja no son siempre fáciles. Y en muchas ocasiones, se atraviesan momentos de tensión o crisis que pueden llevarnos a decir cosas de las que nos podemos arrepentir. Y es que, en general, esas frases tóxicas que escupimos en determinados momentos no responden a nuestros verdaderos sentimientos. Sin embargo, sí pueden hacer mucho daño a aquella persona que las recibe. Así lo indica la Dra. Courtney Warren, psicóloga de Harvard.
Como terapeuta de pareja, insiste en tratar de "pensar antes de hablar", reflexionar durante un minuto, al menos, si verdaderamente es eso lo que sentimos antes de soltárselo a bocajarro a nuestro compañero o compañera. Asimismo, sugiere cambiar esas frases tóxicas por otras más asertivas, que promuevan el diálogo y no hagan tanto daño. Estas son las 8 frases más tóxicas para esta terapeuta de Harvard.
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“No mereces estar conmigo”
Utilizar un lenguaje cargado de desprecio comunica a tu pareja que consideras que es inferior a ti, lo que puede dañar seriamente su autoestima.
En lugar de esto, intenta decir: “Estoy teniendo dificultades para vernos como compañeros en este momento” o “Me estoy viendo a mí mismo como más valioso que tú, y necesito trabajar en ello”. Expresa tus sentimientos de manera calmada y honesta para intentar soluciona esta situación sin herir los sentimientos de la otra persona.
“Deja de preguntar si estoy bien. Todo está bien.” (Cuando no es cierto)
Generalmente, las personas nos damos cuenta cuándo algo no va bien. Y tendemos a preguntarlo. En general, para confirmar nuestras sospechas y para intentar arreglarlo. Pero nos pueden devolver la típica frase que puede hacer más daño: "No me pasa nada".
El lenguaje pasivo-agresivo impide que las parejas hablen sobre sus problemas de manera directa y abierta. Esto dificulta la resolución de conflictos y puede generar inseguridad en ambas partes.
En lugar de esto, puedes decir: “Estoy realmente molesto, pero no estoy listo para hablar sobre ello todavía”. En lugar de ignorar tus problemas, tómate un tiempo para enfrentarlos y reflexionar sobre ellos.
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“Eres insufrible”
Los insultos y los ataques personales reducen a una persona a un solo atributo negativo en lugar de apreciar la complejidad de quiénes son en realidad, un individuo con una serie de características, algunas de las cuales pueden no gustarnos.
En vez de decirle esto a tu pareja, puedes expresar tu desagrado de otra manera: “No me gusta cómo manejas esa situación”. Expresa que lo que hizo no te gustó y por qué te molestó.
“Estás actuando como loco/a”
Esta frase, además de distorsionar la realidad, puede hacer que tu pareja dude de sí misma, socava su autoestima y su percepción de cómo están sucediendo las cosas.
Puede ser que no estés de acuerdo en la versión de tu pareja respecto a algo que estáis viviendo, pero en vez de decirle algo tan tóxico, puedes comunciarte de una manera más asertiva y sugerirle que lo que piensa no es cierto, que solo está en su cabeza.
En lugar de eso, puedes decir: "Creo que tu respuesta a esta situación la está empeorando". Expresa lo que no te gusta de las acciones de tu pareja de manera constructiva, en lugar de tratar de manipularlos para que se comporten como tú quieres.
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“Estás tan necesitado/a”
Trata de no decirle esto a tu pareja porque, según indica la psicóloga de Harvard, se lo va a tomar muy mal. Con esta frase le estás dando a entender que te molesta, que te incomoda de alguna manera y que lo que necesita no te importa.
Si realmente tu pareja es una persona muy dependiente o que requiere mucha atención. O si simplemente tú necesitas tu espacio, puedes intentar decírselo de otra manera. por ejemplo "Entiendo que deseas mi atención, pero me siento agobiado/a y necesito un poco de espacio".
De esta manera, estás utilizando una forma de comunicación asertiva al mismo tiempo que le estás explicando cómo te sientes.
“Ya no siento lo mismo”
La vida no es un camino de rosas, y los sentimientos en una relación pueden variar. Dependen mucho del estado de ánimo y puede ser que un día te sientas sobrepasado/a y sientas que algo ha cambiado en la manera de ver a tu pareja. Pero medita muy bien lo que le quieres decir.
Como comenta la especialista de Harvard, decirle a tu pareja frases como esta o, "esto se está acabando" o "quisiera romper", crea mucha inestabilidad e inseguridad.
Tu pareja puede tener dificultades para confiar en ti si siente que puedes huir o que te va a perder.
En lugar de eso, puedes decir: "Estoy muy molesto/a en este momento y necesito un momento para reflexionar", o "Necesitamos tener una conversación seria sobre nuestra relación".
En general, solo debes amenazar con irte cuando realmente lo sientas y tengas la intención de seguir adelante.
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“Eres un mal padre/madre”
Las parejas conocen las inseguridades del otro. Utilizar el lenguaje que explota estas vulnerabilidades no solo es hiriente, sino que también socava la confianza al utilizar cualquier debilidad o inseguridad y usarla en su contra.
Por ejemplo, si estáis teniendo dificultades con vuestro hijo/a, algún miembro de la pareja puede llegar a la conclusión de que el otro lo consiente demasiado y decirlo. Incluso, utilizar la manida frase de: "Estás haciendo lo mismo que hicieron tus padres contigo"
En lugar de esto, puedes decir: “Creo que esta situación está tocando temas de tu pasado. ¿Cómo podemos superarlos juntos?”
Decirlo de esta manera, reconoce respetuosamente que puede haber problemas, pero se abre la puerta a solucionarlo de una manera conjunta sin culpar a nadie.
“Te odio”
Esta frase puede reflejar cómo te sientes en un momento muy determinado, emocionalmente muy intenso. Sin embargo, probablemente no lo sientas todo el tiempo.
La psicóloga de Harvard advierte de que generalizar sentimientos momentáneos crea mucha inseguridad en la otra persona, incluso pueden permanecer en los buenos momentos. De hecho, puede llegarse a plantear si realmente la quieres cuando estáis bien si la semana anterior le dijiste que la odias.
La especialista de Harvard recomienda decir: “Es difícil para mí estar cerca de ti en este momento”. Y tómate un minuto para calmarte antes de decir algo que no sientes realmente y que puede herir de muerte la relación.