Cuando aparecen, se convierten en un dolor de cabeza para quien las padece. Hablamos de las estrías, esas lesiones cutáneas que no son graves pero sí antiésteticas. Lo primero que nos planteamos es por qué se producen, y la causa está en la rotura del colágeno a nivel de la dermis. Esta atrofia a nivel dérmico disminuye la elasticidad de la piel, la cual cede por la fuerza de la musculatura. Las estrías suponen una rotura de la dermis bajo una epidermis intacta.
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Así, aparecen como depresiones lineales y superficiales en pechos, abdomen, caderas, muslos y hombros debido a dos factores: uno mecánico por distensión de la piel y otro bioquímico (cambios hormonales).
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¿Personas más propensas a padecerlas?
Una de las dudas que nos surge es si hay personas más propensas a padecer un problema estético como son las estrías. La doctora nos explica que, aunque pueden tener un componente genético, en realidad más que personas propensas son determinadas situaciones por las que puede pasar una persona lo que aumenta la propensión a padecer estrías. “Este es el caso del estiramiento brusco de la piel por un efecto mecánico como puede ser la ganancia de peso con la posterior pérdida del mismo, en la práctica deportiva también puede haber una distensión brusca de la piel y por tanto aparición de estrías, en el embarazo. Es muy habitual en la adolescencia, con los cambios bruscos hormonales que experimenta el cuerpo en muy poco tiempo, se desarrolla el pecho en las chicas, los glúteos se redondean… La piel sufre un estiramiento excesivo en poco tiempo y si no está bien hidratada, elástica, se originan pequeñas roturas en la dermis que, si no actuamos a tiempo sobre ellas, pueden convertirse en cicatrices permanentes”, nos detalla la doctora Elena Soria, médico estético de Clínica Menorca.
Y añade que las personas que cursan con sequedad de la piel tienen también tendencia a las estrías así como las que ya tienen cierta edad por la pérdida normal de elasticidad que se produce con el paso de los años.
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Un problema no solo de mujeres
Como nos explica la doctora, estamos ante un problema que no es exclusivo de la mujer, sino que afecta a ambos sexos, y lo que varía es la localización. “Es verdad que la zona de localización en los hombres es más en los brazos, por la práctica deportiva normalmente, y en la espalda, y en las mujeres más en los glúteos y en los senos. En el abdomen suelen aparecer en ambos sexos”, nos detalla la especialista.
“Es cierto que en la vida de la mujer suceden más etapas que pueden provocar la aparición de estrías, embarazos, formación de los senos, incluso el aumento de estrógenos mes a mes que provocan una mayor retención de líquidos y sales minerales en los tejidos, produciendo un mayor volumen, que puede originar mayor tensión en la piel. El aumento de estrógenos además facilita el debilitamiento de las estructuras cutáneas de sostén, como son las fibras de colágeno y elastina. Estos factores pueden provocar que la piel acabe cediendo, especialmente en momentos en los que debe facilitar el crecimiento corporal como ocurre durante el embarazo en zonas como el abdomen, las caderas o el pecho”, nos comenta.
Nos planteamos si hay un momento mejor para tratarlas. “Inicialmente las estrías son rojizas. Es en este momento cuando mejor pueden ser tratadas. El láser o la carboxiterapia funciona muy bien. Si no se actúa a tiempo las estrías se vuelven blancas y a partir de entonces es bastante más complicado su eliminación”, nos comenta la doctora sobre la importancia de tratar este problema estético en el momento adecuado.
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¿Se pueden eliminar todos los tipos de estrías?
En opinión de la experta, cuando son recientes, con un color de rojo a morado, son más fáciles de eliminar. “El color rojo significa que aún hay riego sanguíneo en la zona y con el uso de productos y tratamientos específicos se pueden eliminar por completo. Cuando se han vuelto blancas, o grisáceas, quiere decir que son más antiguas, y por tanto eliminarlas es mucho más complicado. Pueden incluso llegar a no desaparecer. En este caso, el tejido ya ha cicatrizado y no hay riego en la zona por lo que hay que recurrir a tratamientos y técnicas estéticas más complejas”, apunta la experta.
¿Qué tratamientos existen para las estrías?
Lo mejor sin duda es la prevención o, en su defecto, el tratamiento precoz. Como decíamos, las más incipientes tienen color rosado y responden mejor a los tratamientos, según va pasando el tiempo se vuelven nacaradas y responden peor. Pueden tratarse con peelings con retinoides, láseres (desde el colorante pulsado al fraccionado), mesoterapia y carboxiterapia.
La experta nos cuenta que no existe ningún tratamiento por excelencia, y cada centro médico estético utiliza distintas técnicas. "En Clínica Menorca utilizamos las infiltraciones con Carboxiterapia. La carboxiterapia consiste en la infiltración de CO2 medicinal en la grasa subcutánea o en la piel, con repercusión en la disminución de grasa superficial, en la mejoría de ciertos problemas circulatorios y/o en la flacidez de la piel. Se recomiendan 20 sesiones semanales como tratamiento de choque y sesiones de mantenimiento en función de los resultados obtenidos", apunta, y añade, eso sí, que cualquiera de los tratamientos siempre va a requerir de varias sesiones para conseguir una mejoría moderada en las rosadas y mala respuesta en las nacaradas.
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¿Se pueden prevenir?
Los expertos lo tienen claro: el mejor tratamiento que existe es la profilaxis, especialmente en los casos en los que es previsible su aparición (embarazo y pubertad) y, en este sentido, si hay preparados con sustancias capaces de estimular la producción de fibras elásticas y de colágeno.
“Ante la sequedad de la piel, una buena hidratación. Una estría surge cuando la piel poco elástica y seca no tiene poder suficiente de adaptación, pero si la mantenemos perfectamente hidratada tendrá mayor capacidad para estirarse sin romperse”, nos cuenta. Por eso, usar cremas hidratantes generosamente mantendrá la piel elástica para enfrentarse a cualquier cambio (hormonal, de peso, de talla, de volumen, de diámetro) sin ningún tipo de daño que dé lugar a las estrías. E incluso si actuamos a tiempo, nada más aparecer, con constancia y paciencia las eliminarás por completo. “Existen productos que hidratan y dan elasticidad a la piel ‘curando las heridas’. Rosa mosqueta y aceite de almendras están entre los ingredientes clave capaz de acabar con ellas. Se aplican al menos una vez al día sobre la piel limpia”, nos explica.
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El papel de la alimentación
Otro factor importante que tenemos que tener en cuenta es la práctica deportiva. “Nunca hay que iniciarse de forma brusca, ni practicar ejercicios más allá de nuestras posibilidades”, comenta la experta, que añade que también es imprescindible llevar una buena alimentación. “Comer alimentos ricos en vitaminas es muy recomendable para mantener una piel elástica. Frutas y verduras no pueden faltar en la dieta, al menos 5 raciones al día. Beber agua suficiente, limitar las grasas (con los lácteos desnatados o semi, no pierdes ningún beneficio). La vitamina E ayuda a la piel mantener su buena calidad, podemos incrementar la ingesta de alimentos que la contenga (almendras, cacahuetes, albaricoques secos, orégano, albahaca, aceitunas verdes, espinacas, avellanas, brócoli…) para prevenir las estrías”, nos explica.
Lo que está claro es que hay que tratar de prevenir el problema antes de su aparición. Sobre todo, teniendo en cuenta que estamos ante un problema estético con un impacto emocional importante. “Las personas que las padecen quieren una solución que no es fácil, sobre todo cuando ya son blancas. Sobre todo, cuando llega el verano y la hora del traje de baño, muchas personas no quieren mostrar partes de su cuerpo con estas marcas porque piensan que todo el mundo se fijará en ellas”, concluye la doctora.