Hay especias que deberíamos tener muy en cuenta en nuestro botiquín, pues se convierten en buenas aliadas para tratar distintas afecciones. Una de ellas es la cayena -conocida también como pimienta de cayena-, muy socorrida en la cocina, conocida por su sabor picante. Tal y como nos explica la farmacéutica Meritxell Martí, alma mater de la Farmacia Meritxell en Andorra, tiene un componente activo llamado capsaicina, que es la responsable de ese picor tan característico, pero que es también la ‘culpable’ de muchos de sus beneficios. No todas las personas toleran el picante de la misma forma, eso está claro, pero lo cierto es que cuando consumes cayena, puedes beneficiarte de muchas de sus propiedades, que nos resume a continuación la experta.
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Estas son sus propiedades
- Regular la temperatura corporal. Ayuda a controlar el calor. En el caso de que haga frío, nos aporta aumento de temperatura, mientras que cuando hace calor, ayuda a regular la temperatura y aportar frescor. Al contrario que podríamos pensar, el picante ayuda a refrescar, ya que los picantes hacen sudar y el sudor ayuda a regular la temperatura corporal.
- Control del peso y apetito. La capsaicina ayuda a reducir el apetito y a mejorar la energía del organismo. Generalmente, comer alimentos picantes ayuda a disminuir la sensación de hambre. Lo podemos usar para evitar el picoteo, disminuir la cantidad que comemos y conseguir tener una sensación de plenitud, de saciedad.
- Antiinflamatorio. Los alimentos muy especiados tienen propiedades antiinflamatorias, los ejemplos más conocidos son el jengibre y la cúrcuma. La experta nos cuenta que cuando se aplican estos productos picantes en cremas, contribuyen a que aumente la temperatura de esa zona, actuando como rubefaciente y con ello disminuye la sensación de dolor. Eso sí, las personas con piel sensible no deberían usar directamente capsaicina en la piel. Se utiliza también para elaborar parches, que actuarán aumentando la temperatura de la zona y ayudarán a disminuir la inflamación.
- Bactericida. Los alimentos picantes pueden inhibir el desarrollo y el crecimiento de algunas bacterias entéricas al igual que otros alimentos o especias aromáticas que también lo hacen.
- Ayuda a mejorar el estado de ánimo. En respuesta al calor que provoca el picante se producen endorfinas como la serotonina. Por ello, su consumo puede influir en que las personas se encuentran mejor, se reduzca su sensación de estrés, y aumente su energía.
- Ayuda a disminuir el contenido de colesterol malo y es bueno para la circulación. Esta especia ayuda a mejorar la circulación sanguínea, además de actuar como antioxidante. De hecho, los vasos más pequeños se dilatan al comer picante, siendo este uno de los motivos por los que cuando se come picante, se nota en la cara más sonrosada.
- Aliada si te resfrías. Es útil para ayudar a mejorar la congestión, y el resfriado, en general. Contribuye a que mejore la capacidad respiratoria, problemas como la sinusitis y hasta la bronquitis. Como decíamos, hace que aumente la sudoración y, con ello, conseguimos reequilibrar la temperatura corporal.
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Precauciones al tomar picante
Eso sí, la experta nos cuenta que debemos tener ciertas consideraciones a la hora de comer picante, entre las que destaca las siguientes
- Pueden modificar el sabor de los alimentos. Si abusamos del picante, se puede llegar a perder el sabor de ciertos alimentos, o se modifica. En el caso de que se trate de una comida muy picante, puede incluso “insensibilizar” las papilas gustativas de la boca o de la lengua provocando insensibilidad al sabor de algunos alimentos más suaves.
- Provocar úlceras de estómago. Cuando se toma un muy alto contenido de picante se puede llegar a provocar una irritación continua del estómago, que a su vez puede ocasionar problemas más serios, como pueden ser úlceras en el estómago. También pueden causar acidez o reflujo gástrico. Por eso, en el caso de que nos ocasione estos efectos es preferible eliminar de la dieta los picantes. Y es que pueden aumentar el efecto de dolor abdominal en personas que tienen dispepsia o indigestión.
- Aumentar la incidencia en la aparición de las hemorroides y empeorar fisuras anales. En las personas que tienen problemas como el colon irritable, pueden provocar un aumento de las irritaciones y los síntomas que provoca esta dolencia como son las diarreas. Además, es preferible evitar los alimentos picantes en las personas que sufren fisuras y hemorroides, por la vasodilatación que provoca y la irritación que puede provocar en esa zona igualmente.