En verano, pueden aumentar los problemas digestivos y uno de ellos es el estreñimiento. Hay personas a las que, en estos meses de calor, cuando las costumbres se relajan, aumentan los viajes, los planes fuera de casa… les cuesta más ir al baño. Pierden esa regularidad que, sin duda, nos hace la vida más sencilla y deberíamos valorar más. Podemos decir que se considera estreñimiento cuando una persona realiza menos de tres deposiciones a la semana. Es un trastorno muy frecuente. Tanto es así que, según la Fundación Española del Aparato Digestivo, afecta al 12-20% de la población española, un problema que se acentúa cuando hacemos escapadas y abandonamos nuestra rutina diaria. Por eso, no es extraño que haya personas que recurran a infusiones naturales, mano de santo para combatir el estreñimiento.
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Un problema que se puede prevenir
Eso sí, la buena noticia es que se puede prevenir para que así este problema no se convierta en un compañero indeseado de nuestras vacaciones. “Nuestro aparato digestivo requiere de un equilibrio para su buen funcionamiento y una microbiota sana es fundamental para ayudarle”, nos cuentan los expertos de Nutribiótica, compañía especializada en microbiota. ¿Cómo conseguirlo? Es importante seguir estos consejos:
- Aumentar la ingesta de fibra. Es muy importante incluir estos alimentos en nuestra dieta, y fundamentalmente la contienen las frutas y verduras, las legumbres y los cereales integrales. No obstante, dentro de este gran grupo, hay algunos productos que tienen un papel top en lo referente a la prevención del estreñimiento, como es el caso de las ciruelas secas o el kiwi.
- Beber suficiente cantidad de agua. Mantener una correcta hidratación a lo largo del día es uno de los factores clave para que el aparato digestivo funcione bien. El consumo de agua ayuda a arrastrar las heces facilitando de esa forma que se produzca la deposición.
- Realizar ejercicio de forma regular. La actividad física estimula el movimiento de los intestinos, favoreciendo el tránsito intestinal. Caminar unos 10.000 pasos diarios podría ser una buena opción, por lo que si estás haciendo turismo por alguna ciudad, este punto no te será difícil de cumplir.
- Dile 'stop' al estrés. No es la primera vez que te hablamos de la relación del eje intestino-cerebro, y de cómo el estrés puede hacer que tengamos, incluso, el vientre hinchado. El estilo de vida que seguimos en la actualidad, especialmente marcado en las grandes ciudades, también afecta a nuestro intestino, porque con el estrés se origina un menor aporte de sangre en el tracto digestivo. Por ello, los expertos de Nutribiótica recomiendan dedicar algo de tiempo a la relajación: practicando yoga, meditando o haciendo respiraciones profundas.
- Trata de mantener la rutina de ir al baño. Como decíamos al comienzo, cuando estamos de vacaciones, nuestras rutinas se alteran, así como nuestros ritmos circadianos, lo que es, sin duda, una de las razones por la que se puede producir el estreñimiento. Pero, en la medida de lo posible, sería conveniente que tratáramos de continuar con nuestros mismos horarios de ir al baño. Sabemos que, cuando estamos de viaje, no siempre es algo que podamos hacer, pero es cuestión de intentarlo.
- Los suplementos pueden echarnos una mano. Podemos recurrir a buenos aliados en forma de suplementos, como pueden ser los probióticos a base de cepas específicas de bifidobacterias, que han demostrado excelentes resultados tanto en la prevención como en el tratamiento del estreñimiento. Eso sí, desde Nutribiótica hacen hincapié en que “siempre deben pautarse por un profesional de la salud”. Otra opción es la suplementación con magnesio, que también podría ser de gran ayuda. La razón es que algunos tipos de este mineral atraen agua al intestino, ablandando las heces y facilitando su paso a través del colon. Asimismo, el magnesio favorece la contracción muscular del intestino, lo que aumenta la frecuencia de las evacuaciones intestinales.