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La ciencia intenta encontrar remedios o medicamentos que nos ayuden a prevenir enfermedades y retrasar el envejecimiento, no solo curar. En este caso, hablaremos de una planta japonesa que ha despertado el interés de los científicos. Se trata de la Ashitaba (Angelica keiskei Koidzumi), muy valorada por la medicina tradicional en Japón. Y es que un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Graz, en Austria, ha visto en ella numerosas propiedades para la salud, incluso, como remedio contra el envejecimiento.
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- Remedios caseros contra el envejecimiento y la oxidación
¿Qué es la Ashitaba o Angelica keiskei Koidzumi,)
Angelica keiskei Koidzumi, o ashitaba, es una planta perenne que crece hasta una altura de aproximadamente un metro. Sus hojas son de un verde intenso y tienen una forma similar a la de un abanico. Además de su atractivo estético, esta planta es conocida por sus propiedades medicinales y nutricionales.
En la medicina tradicional japonesa, se ha utilizado durante siglos como un tónico para el hígado y los riñones. Se cree que ayuda a desintoxicar el cuerpo, mejorar la función hepática y renal, y fortalecer el sistema inmunológico. También se ha utilizado para aliviar la fatiga, mejorar la circulación sanguínea y promover la salud gastrointestinal. Además, se ha estudiado por su potencial capacidad para reducir los niveles de colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares. La sanación de las heridas al promover una mejor cicatrización también es otra de las propiedades que se le atribuyen.
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Una planta antiaging
La ashitaba también ha despertado el interés de la comunidad científica debido a su contenido de compuestos bioactivos. Se han identificado varios antioxidantes y fitoquímicos en la planta, como los flavonoides y los ácidos fenólicos, que se cree que tienen efectos beneficiosos para la salud humana. Estos compuestos pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo, reducir la inflamación y proteger contra enfermedades crónicas.
Por ejemplo, el estudio publicado en la revista médica Nature Communications sugiere que esta planta podría ayudar a retrasar algunos procesos relacionados con el envejecimiento. En este trabajo, el biólogo molecular español Didac Carmona-Gutiérrez, junto con otros investigadores de la Universidad de Graz, emprendieron un estudio que no tenía como objetivo inicial el conocimiento de las propiedades de la planta, sino la búsqueda científica de nuevos compuestos naturales capaces de combatir el envejecimiento prematuro. Para ello, se enfocaron en analizar una colección de 180 flavonoides en busca de prometedores hallazgos. Fue durante este análisis que descubrieron la eficacia de un compuesto en particular, conocido como 4,4'-dimetoxicalcona (DMC), un compuesto natural con propiedades anti-envejecimiento y que está presente en la ashitaba.
El trabajo observó que la administración externa de DMC prolongaba la vida útil de levaduras, gusanos y moscas, ralentiza la senescencia (proceso de envejecimiento) de cultivos celulares humanos y protege a los ratones de la isquemia miocárdica prolongada. Al mismo tiempo, el DMC induce la autofagia, un proceso por el cual el organismo 'recicla' las células que tienen algún daño y las reemplaza por otras sanas.
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También ayuda a mantener el colesterol a raya
Además de las propiedades mencionadas anteriormente, otros estudios han observado beneficios adicionales asociados al consumo de esta planta. Se ha encontrado que la ashitaba puede ayudar a reducir los niveles de colesterol en modelos animales, lo cual es especialmente relevante en el contexto de la salud cardiovascular. Esta capacidad de disminuir los niveles de colesterol puede contribuir a la prevención de enfermedades del corazón y promover la salud cardiovascular en general.
Otro efecto positivo observado es su capacidad para disminuir el exceso de ácido en el estómago. Esto puede ser de gran relevancia para personas que sufren de problemas gastrointestinales, como la acidez estomacal o el reflujo ácido. El ashitaba puede ayudar a aliviar estos síntomas y promover una digestión más saludable.
Estos hallazgos respaldan aún más el potencial terapéutico y los beneficios para la salud que se atribuyen al ashitaba. Sin embargo, es importante destacar que se requieren más investigaciones y estudios clínicos para confirmar y comprender completamente estos efectos y su aplicación en seres humanos.