Si ya te hemos hablado de la dieta que sigue la gente que habita en unas islas de Japón, Okinawa, y que se sospecha que ayuda a vivir más y mejor, ya que gran porcentaje de su comunidad es centenaria, hoy te presentamos otro plan de alimentación: la dieta Hunza. La siguen los Hunzukuch, una población situada al norte del Pakistán, cerca de China, y acaparó el interés de los científicos, puesto que sus gentes presumen de una excelente salud mental y física y parecen tener el secreto de la eterna juventud.
La cocina de la comunidad que reside en el Valle del Hunza se basa principalmente en plantas. Atraídos por este estilo de alimentación, nos hemos preguntado si realmente es una dieta saludable. Por ello, hemos consultado con la dietista-nutricionista Lidia Serrano Gregorio, del Colegio de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad de Madrid. Ella nos explica en qué consiste y si hay estudios científicos que avalen sus beneficios.
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En qué consiste la dieta Hunza
La dieta Hunza es una dieta básicamente vegetal. Sus habitantes, elaboraban conservas de frutas para disponer de ellas todo el año. Ocasionalmente, se dispone de leche de cabra, oveja y vaca, con la que se hacen yogures y una tradicional bebida denominada ghee. Además, existen hasta siete variedades de granos que sus habitantes alternan y consumen sin refinar, es decir, toman también cereales integrales.
Este tipo de alimentos, además de ser tomados en cantidades moderadas, permite disponer de nutrientes esenciales para la vida humana, como las vitaminas, minerales, fibra. La grasa tampoco abunda en la dieta Hunza, ya que la extraían al triturar algunas semillas o huesos de fruta como el albaricoque. Estos productos molidos también contienen nutrientes interesantes como el calcio.
Sin duda, las cantidades de estos nutrientes en la población Hunza no es excesiva, no obstante, hay que destacar que la prevalencia de muerte por desnutrición, implica que sobrevivan los habitantes con una predisposición genética más adaptada a estas circunstancias. Esto se asocia a la ley de la supervivencia, los “fuertes” o más bien, los “adaptados” son los que se reproducen y continúan transmitiendo estos genes más propicios para este entorno. Motivo por el que también se explicaría esta longevidad.
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¿Es saludable?
No hemos encontrado ningún estudio científico que relacione de manera directa la dieta Hunza con la salud y la longevidad. Los estudios realizados en los años 80, cuando inició el interés por la longevidad de este pueblo, analizaron la dieta Hunza identificándola como una dieta escasa, dada la dificultad agraria y de conexión comercial con otros pueblos al encontrarse aislada en un valle remoto en Pakistán.
De hecho, se han constatado la frecuencia de muertes prematuras, especialmente infantiles, por desnutrición y la frecuencia de epidemias. Se cree que el éxito de los Hunza puede estar relacionado con la realización de ejercicio vigoroso para realizar las tareas de la pequeña comunidad, así como el estatus social privilegiado de las personas longevas. Es decir, no es que las personas llegaran a mayor edad porque hayan comido saludable a lo largo de la vida, sino porque las cuidaban, atendían y respetaban especialmente en los últimos años de vida.
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Beneficios de la dieta Hunza
Como ya se ha explicado antes, no existen estudios que indiquen un impacto exclusivo de la dieta, sino que es el estilo de vida Hunza el que ha determinado su éxito en cuanto a la longevidad y parámetros cardiovasculares. En cualquier caso, una dieta basada en vegetales frescos y procesados de manera manual, y libre de productos ultraprocesados, como la dieta Hunza tiene efectos beneficiosos en muchas dimensiones de la salud, especialmente en la salud cardiovascular y metabólica. Además, también tiene beneficios con el medio ambiente, lo que también repercutirá en la salud de la población.
Posibles riesgos
Se ha documentado un déficit proteico, principalmente. La falta de estabilidad en la presencia de agua a lo largo del año, impedía el cultivo de pastos o la presencia de tierras para alimentar al ganado. No obstante, la presencia de granos leguminosos permite tener proteína, siendo esta de origen vegetal y consumiéndola con frecuencia.
En el caso de que se quiera seguir este tipo de dieta por asociarla a un menor riesgo de enfermedad o a la posibilidad de vivir más años, hay que tener en cuenta que existen algunas contraindicaciones. Por ejemplo, en el caso de existir algún tipo de patología clínica diagnosticada relacionada con alteraciones alimentarias (celiaquía, alergias, intolerancias, problemas gastrointestinales, enfermedades renales…)