Hay momentos de la vida que suponen una auténtica revolución a nivel psicológico, como puede ser la llegada de un bebé. Pero no podemos perder de vista cuando ese proceso de búsqueda de un bebé no llega a buen puerto, debido a problemas de fertilidad. Un problema que no es menor, pues según los últimos datos de la Sociedad Española de Fertilidad señalan que hasta un 17% de las parejas en España tiene algún tipo de problema de infertilidad. ¿Qué implicaciones tiene esto desde el punto de vista psicológico? Un profundo malestar que puede llegar a generar sentimientos negativos, ansiedad y/o frustración.
Son momentos difíciles en los que las personas cercanas del entorno de la pareja, tiene que estar ahí prestando su apoyo, pero no siempre se sabe cuál es la mejor forma de actuar. “A veces, se pueden cometer errores escondidos tras las buenas intenciones. Por ello, es fundamental acompañar sin caer en la positividad dañina o animar sin frivolizar”, explica Marta Prats, psicóloga de la Unidad de Apoyo Emocional de las clínicas de reproducción asistida Next Fertility, que resume una serie de consejos que pueden ser de gran utilidad en el caso de encontrarnos ante esta situación.
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Cómo actuar frente a una pareja cercana con problemas de fertilidad
- Transmíteles que te importan y que estás ahí de forma incondicional. La mayor parte de las veces, lo más importante es estar. La mejor manera de ayudar a alguien en la mayoría de ocasiones es simplemente hacerles saber que cuentan con nuestro apoyo en esos momentos complejos. “No siempre tenemos por qué saber decir las palabras técnicamente. A veces, simplemente basta con decir: “Sabes que estoy aquí, ¿qué necesitas que haga por ti?”. Desde cuidar a alguno de sus otros hijos - en caso de que los tengan - a ayudarles en tareas domésticas, cualquier ayuda será bien recibida”, nos detalla.
- La importancia da la escucha activa. Hay frases que, según la experta, deberíamos evitar, especialmente aquellas que pueden frivolizar la situación. ¿Cuáles serían? “Venga, anímate”, “esto pasará” o “no necesitáis ser padres para ser una pareja feliz”. ¿Cuáles podemos usar en su lugar? “Entiendo por lo que estás pasando, debe de ser muy duro” o “es normal que te sientas así, no tienes por qué forzarte a estar bien, puedes desahogarte conmigo cuanto necesites”. Además, conviene evitar dar consejos o hablar de casos personales cuando otra persona está contando su propia experiencia, pues podemos caer en el riesgo de que la persona sienta que no la estamos escuchando. “Hay que tener cuenta que esa persona ya estará bastante abrumada de todo lo que le habrán contado y es mucho mejor para ella centrarse en su casuística y en los consejos que su propio médico le haya prescrito”, nos explica.
- Evita preguntar de quién es el problema. Cuando una pareja se encuentra ante esta situación y no consigue un embarazo, es un problema que afecta tanto a nivel personal como de la pareja. Por eso, es fundamental tener en cuenta que no es una buena idea preguntar quién de los dos en la pareja es quien no puede concebir. Es una línea roja que no se debe cruzar, pues al preguntar por el sujeto del problema, se traslada sin querer todo el peso de la responsabilidad de la situación a una persona, lo que puede ser muy duro y aumentar su sensación de culpabilidad.
- Lo mejor es no preguntar por qué no se someten a un tratamiento de reproducción asistida. Muchas veces, el estrés que sobreviene ante un problema reproductivo no es solamente emocional y físico, sino que también puede influir el relativo a la economía, pues no es un proceso barato. Pero es que, además, los ciclos de Fecundación In Vitro pueden llegar a ser emocionalmente desbordantes, sobre todo cuando el éxito no llega tras los primeros intentos. “Es comprensible e incluso positivo que la pareja descanse y se tome un tiempo, así que respeta siempre su decisión”, comenta la experta.
- Si nosotros sí vamos a ser padres, ¿cómo actuar? Se puede dar el caso de que tú y tú pareja sí que vayáis a ser padres mientras que vuestros familiares o amigos no logran un embarazo. Llega la duda: ¿les haremos sentir mal si se lo comunicamos? Lo cierto es que ocultarlo para no hacerles daño no es una buena idea ya que tarde o temprano lo acabarán descubriendo. “Lo mejor es esperar un tiempo prudencial y usar la vía telemática. Es importante nunca hacerlo en persona y mucho menos delante de otras personas. Piensa que, para esta pareja, tu noticia, aunque pueda ser una alegría, también es un duelo y necesitará su tiempo para digerirla. Seguramente, después de este proceso, la persona pueda sentirse cómoda para darte la enhorabuena en persona, pero antes es justo que pueda llorar sola”, sugiere en este caso la psicóloga.
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Cuando el problema es nuestro
Se puede dar el caso, claro está, de que el problema de infertilidad nos afecte a nosotros. ¿Cómo se debe afrontar desde el punto de vista psicológico este problema? “Cuando somos nosotros mismos los afectados, es normal tener que hacer frente a emociones tan complicadas de gestionar como la culpa, el rechazo, la frustración e incluso la envidia al ver cómo la gente de nuestro entorno logra concebir sin apenas esfuerzo”, recomienda la psicóloga, que resume una serie de consejos útiles para gestionar nuestras emociones en estos momentos complejos.
- Buscar apoyo y no tener miedo a pedir ayuda. Hacer un ejercicio de autocompasión es importante, y es importante asumir que no se puede cargar en las espaldas con todo el peso de la situación.
- Comunicarse de forma asertiva sin miedo a expresar las necesidades emocionales. Como decíamos antes, puede haber frases y consejos que nos den que no nos ayuden, más bien al contrario. En ese caso, la experta recomienda decir algo como: “Valoro mucho tu apoyo en estos momentos, pero lo que yo realmente necesito ahora es que me escuches y que me abraces”.
- No hay que tener miedo de cerrar círculos. En ocasiones, la asertividad no funciona. Por eso, si después de varios intentos, esa persona sigue diciendo cosas dolorosas, abrir un fuerte paréntesis en la relación puede ser la opción más sana para todos. Si en esta circunstancia en concreto esa persona no aporta nada positivo, lo mejor es alejarse y determinar en un futuro si merece la pena retomar o no el vínculo.
- Ser capaz de poner límites. Las personas cercanas, las que te quieren, tienen que entender los espacios y tiempos de cada uno, respetándolos en todo momento. Seguro que lo harán. Habrá situaciones especialmente complicadas como bautizos o comuniones a las que quizás resulte una dura prueba acudir; y no hay obligación de ello. La psicóloga nos da una alternativa que podemos utilizar: “Entiendo que este es un momento muy especial para vosotros y me alegro de todo corazón por las cosas buenas que os están pasando, pero para mi están siendo momentos duros y necesito no exponerme a estímulos que me puedan hacer sentir peor”.
- Evitar aislarnos. Puedes no acudir a un evento, pero no es buena idea alejarse de nuestro entorno totalmente. No podemos olvidar que la infertilidad puede acarrear un duelo no resuelto e incluso acabar derivando en cuadros depresivos, que pueden llevar al aislamiento, lo que nos hace privarnos del refuerzo social que también ofrece también emociones positivas, perpetuando así el círculo vicioso de malestar. Por ello, Marta Prats, de Next Fertility, recomienda que es importante seguir manteniendo aquellas actividades sociales que producen felicidad.