Si aún no sabes lo que es el inflammaging, vamos a intentar poner un poco de luz para que lo sepas todo sobre uno de los términos, nos atrevemos a decir, de moda. Lo primero que nos explica la nutricionista Elisa Blázquez (@elisa.blazquez), directora del equipo de Tu nutricionista integrativa, es el origen de esta palabra. “Este término se acuñó por primera vez en el año 2000 juntando las palabras inflamación y envejecimiento. Pero es ahora, más de 20 años después, cuando ha calado en la sociedad y se ha puesto 'de moda', sobre todo en el mundo de la dermocosmética”, nos cuenta la experta, que añade que se suele hablar de inflammaging para explicar el envejecimiento acelerado de nuestra piel, pero lo cierto es que todas las células de nuestro cuerpo lo sufren.
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La inflamación, ¿algo natural?
Elisa Blázquez nos cuenta que la inflamación es algo natural que está presente en nuestro organismo a lo largo de toda nuestra vida. “Es la respuesta del sistema para lidiar con los patógenos y los tóxicos a los que nos exponemos desde el nacimiento. Lo que ocurre es que hay un equilibrio constante entre la respuesta inflamatoria y la antiinflamatoria. Este efecto antagonista es esencial para conseguir la homeostasis interna. Es el yin/yang de nuestra inmunidad”, nos cuenta la nutricionista.
Nos explica que, además, según va pasando la vida, las células inmunitarias envejecen. “A esto se le llama inmuno-senescencia e influye en su capacidad de respuesta. Las células envejecidas responden de manera menos eficaz a los estresores del ambiente y si además, llevamos un estilo de vida proinflamatorio (exceso de ultraprocesados, azúcar, estrés, tabaco, alcohol, etc), se puede acelerar aún más este proceso de envejecimiento”, nos detalla. Por eso, a más inflamación más envejecimiento y a más envejecimiento peor respuesta inmunológica para lidiar con la inflamación. “Nuestro yin/yang se empieza a desequilibrar”, matiza.
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La inflamación, causa de envejecimiento
El Dr. Perricone también insiste en la idea de que está demostrado que la inflamación es la mayor causa de envejecimiento y de otras enfermedades relacionadas con la edad, como son las enfermedades cardíacas, diabetes, Alzheimer, artritis, ciertas formas de cáncer, disminución de la energía mental y física, pérdida de masa muscular y piel arrugada y flácida. Esta inflamación del organismo que nos envejece, el infammaging que nos ocupa, se refleja en nuestra piel a través de signos como la piel apagada, la falta de luminosidad, la textura irregular, las imperfecciones, los poros dilatados o la aparición de arrugas prematuras. En cuanto a sus causas, se relacionan con distintos factores, como seguir una dieta proinflamatoria (alimentos de alto índice glucémico, como los carbohidratos), estar expuestos a factores de estrés ambiental, tener un sistema inmunitario debilitado, el exceso de exposición a la luz ultravioleta, o los cambios hormonales y el estrés.
"Esta inflamación subclínica ocurre día tras día, año tras año, lo que conduce a diferentes estados de la enfermedad entre los que se encuentra el envejecimiento. De hecho, el envejecimiento se puede considerar una enfermedad inflamatoria crónica, y uniformemente progresiva", explica Raquel González, directora de educación de Perricone MD. Un proceso que puede retrasarse eligiendo los alimentos correctos, entre otras soluciones, para mantener a raya la inflamación.
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La piel, gran afectada
Como explica Pedro Catalá, cosmetólogo, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty, el inflammaging “pone nombre a los procesos in amatorios asociados al envejecimiento cutáneo prematuro”. Se trata, por lo tanto, de un enemigo más, en gran medida, de nuestra piel, pues además del envejecimiento cronológico o el foto-envejecimiento, hay que tener muy en cuenta este proceso -directamente relacionado con el estrés epidérmico- y tratar de frenarlo.
No podemos olvidar, tal y como nos cuenta Elisa Blázquez, que el correcto funcionamiento del sistema inmune es clave en la reparación y regeneración de los tejidos. Por eso, en el caso de la piel, el inflammaging influye en la degradación del colágeno, la elastina y los efectos del estrés oxidativo de la radiación solar. “Un estilo de vida antiinflamatorio, que nos ayude a evitar el exceso de estrés oxidativo y favorezca el equilibrio de la respuesta inmunológica, nos ayudará”, nos cuenta.
¿Cómo es una piel inflamada?
Como describe Pedro Catalá, “una piel inflamada tiene más arrugas y líneas de expresión y también es más propensa a perder antes de tiempo la firmeza y la elasticidad. A simple vista se pueden apreciar manchas, falta de luminosidad y un tono poco uniforme. Al tacto, tiene una textura áspera y rugosa. La buena noticia es que es evitable”.
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Claves nutricionales para el equilibrio en el 'inflammaging'
Elisa Blázquez nos resume las que son, en su opinión, la claves que debemos poner en práctica para tratar de conseguir el equilibrio del que hemos hablado anteriormente
- Reducir los estresores que nos inflaman y llevar una dieta antiinflamatoria rica en antioxidantes, libre de azúcar y harina refinada, exenta de ultraprocesados, rica en Omega 3, muy nutritiva y equilibrada en proteínas.
- Nutrientes y fitoquímicos cómo los polifenoles, la Q10, el Omega 3, el zinc, el resveratrol y la vitamina D, son de ayuda en nuestra rutina diaria.
- Y por supuesto, tener una microbiota diversa y sana, el principal modulador inmunológico.
- Realizar ejercicio físico.
- Controlar el estrés.
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Y es que, según los expertos, muchos alimentos que consumimos habitualmente pueden acelerar la velocidad a la que se envejece. La clave está en evitar los alimentos que supongan un pico glucémico al digerirlos: "Por ejemplo, los alimentos ricos en azúcares. El azúcar es responsable principal de la glicación, proceso por el que las moléculas de los azúcares se adhieren a las fibras de colágeno y provoca que pierdan elasticidad. Es como si el colágeno se caramelizara o cristalizara, partiéndose. El azúcar, además, ataca también a los componentes de la membrana plástica celular, favoreciendo el envejecimiento de las células", explica el Dr. Perricone, considerado uno de los principales dermatólogos a nivel mundial.