Son muchas las posturas de yoga que incluyen torsiones de nuestra columna vertebral, ya sean posturas de pie, en equilibrio o sentados sobre nuestra esterilla. De carácter desestresante, tienen un impacto directo en nuestra columna vertebral, nos ayudan a eliminar toxinas y son beneficiosas para nuestro aparato digestivo. “Las torsiones en yoga son como el bonus-track que el practicante recibe como un regalo”, nos contaba Elisa del Buen Aire, directora, profesora de yoga y life coach en Grow Studio Yoga Barcelona, centro asociado de Urban Sports Club.
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Una de estas posturas es Ardha Matsyendrasana, también conocida como media torsión sentada. Es importante realizar la postura correctamente para disfrutar de todos sus beneficios, que no son pocos. Con la ayuda de Sara García (@sarayoga.journey), Profesora de Vinyasa Yoga, vamos a detallarte todo lo que debes saber sobre esta postura, comenzando por detallar sus beneficios.
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- Esta postura ayuda a calmar los dolores ciáticos y de espalda. Tras realizar la postura hacia un lado, se recomienda realizarlo hacia el otro como contrapostura de la misma.
- Tras realizar unas cuantas respiraciones hacia ambos lados del cuerpo, el sistema digestivo se estimula, a la vez mejora el estreñimiento.
- Esta postura ayuda a calmar las molestias causadas por los dolores menstruales.
- Mantiene la flexibilidad en la columna vertebral para mantener una espalda sana.
- Combate los efectos causados por la fatiga o el cansancio físico.
- Estira y fortalece principalmente los hombros y las caderas.
- También ayuda a mejorar la circulación sanguínea en el cuerpo.
- Debido a la facilidad de poder realizar esta postura en cualquier lugar, sumado a uno de sus beneficios principales que es que calma nuestra mente, practicar esta postura antes de dormir es realmente beneficioso para conseguir un sueño profundo durante la noche.
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La postura, paso a paso
Hay que tener claro cómo entrar en esta postura de manera fácil y segura, y la experta Sara García nos da las claves a continuación:
- Existen dos maneras de colocar las piernas, ya sea una doblada y la otra estirada, o ambas dobladas. En cualquier caso, una de las rodillas siempre estará doblada. Independientemente de la opción que elijamos, es imprescindible tener en cuenta que durante la torsión, buscamos que los isquiones se mantengan apoyados en el suelo. Estos actúan como la base de la postura y nos permitirán profundizar en ella.
- Una vez asegurado esto, comenzaremos a girar el torso hacia el lado donde se encuentra la pierna que tenemos doblada. Este giro lo realizamos desde el abdomen.
- Pasaremos el brazo contrario al de la pierna que está doblada por fuera de la rodilla doblada, para que actúe como palanca y nos ayude a profundizar en nuestra torsión sobre la columna. Para mantener el cuello lo más relajado posible, llevaremos la mirada lejos atrás. Mantendremos nuestro tronco lo más erguido posible, evitando mover nuestra cadera.
- Para realizar la postura con la inhalación creceremos hacia arriba, y con la exhalación entraremos y profundizaremos en la torsión. Con cada exhalación buscamos una mayor profundidad en la postura.