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No siempre le prestamos a nuestra salud dental la importancia que merece. Y una boca bien cuidada tiene una gran influencia en nuestro bienestar, no solo físico, sino también mental. Tal vez nunca te lo has planteado, pero existe la posibilidad de que una enfermedad en las encías sea un factor que puede tener su peso para desarrollar un trastorno como es la ansiedad. Aunque tal vez nunca pensamos en ese posible vínculo, lo cierto es que la salud mental y la periodontal están estrechamente ligadas, no solo en que la dejadez relacionada con problemas mentales provoque un empeoramiento de la salud bucal, también las enfermedades periodontales pueden ser las causantes de enfermedades mentales serias, como pueden ser la ansiedad y la depresión.
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Y es este un problema que no se puede pasar por alto, sobre todo si tenemos en cuenta datos como los de la Confederación Española de Salud Mental, que señala que, en España, el 6,7% de la población sufre problemas de ansiedad, mientras que un 9% tiene o tendrá algún problema de salud mental en su vida. No es extraño que, ante esta situación, los expertos traten de buscar posibles causas que influyen en este alarmante ascenso de las enfermedades mentales. Como anticipábamos, una de las conclusiones más llamativas es la estrecha relación entre la salud bucodental y la aparición de enfermedades como la ansiedad o la depresión, tal y como plasma la revisión bibliográfica publicada en Frontiers in Psychiatry y realizada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Ante el alarmante ascenso de los trastornos relacionados con la salud mental, numerosos estudios se han involucrado en la búsqueda de las causas.
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Relación entre la enfermedad periodontal y la depresión
La Dra. Nadia Sarmini, propietaria y directora de la Clínica Dental Bernabéu parte de un hecho básico: la boca es una de las partes del cuerpo más expuestas a la entrada de microorganismos. Por eso es fundamental mantenerla bien cuidada. Uno de los problemas de salud a los que puede enfrentarse es la periodontitis, una enfermedad que afecta a las encías y al hueso que mantiene los dientes, que puede comenzar con una inflamación y sangrado de encías, y derivar en la movilidad y pérdida de piezas dentales en casos más avanzados. “Igualmente la patología dental más generalizada en toda la población mundial es la caries, pero lo que suele suceder es que las caries pequeñas no suelen dar sintomatología, pero si no se tratan y avanzan, pueden producir en un primer momento hipersensibilidad dental y en un proceso más extenso afectar al nervio del diente, generando una infección”, afirma la Dra. Sarmini, que añade que esas infecciones conllevan un dolor dental que suele ser bastante intenso, y que implica la realización de un tratamiento de endodoncia o extirpación del nervio o, en casos más extremos, incluso hay que extraer la pieza. Puede surgir, además un problema en ese momento y es que las bacterias que surgen de infecciones bucales pueden pasar al torrente sanguíneo. En este punto, el paso de las bacterias al sistema nervioso central puede extenderse sistémicamente, alcanzar el cerebro y activar el eje del estrés.
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Así afecta el estrés a la salud dental
Estamos, además, ante una relación bidireccional. Y es que si, como decimos, la salud bucal puede ser un factor determinante en la aparición de la ansiedad, a la inversa ocurre algo similar. Así, los efectos secundarios de determinados medicamentos contra la ansiedad provocan consecuencias en el ecosistema oral. Esto se debe a que una de las consecuencias de este tipo de medicación es la disminución de saliva en los pacientes. “La saliva actúa como un lubricante natural entre nuestros dientes y mucosas orales. Si se produce una disminución en ella, también llamada xerostomía, puede conllevar a la aparición de caries rampantes en la mayoría de piezas dentales”, nos cuenta la doctora Sarmini, una realidad que liga la aparición de caries como consecuencia.
El bruxismo, un problema vinculado con el estrés
Y qué decir de la relación entre el estrés y el bruxismo. Tanto es así, que la doctora Sarmini afirma que sin estrés no hay bruxismo. Esta patología “no deja de ser una parafunción en donde se aprieta o chirria los dientes superiores con los inferiores de forma involuntaria, produciendo una erosión significativa en las piezas dentales y generando contracturas cervicales y migrañas tensionales”.
Así, la solución para este problema es controlar un problema como el estrés. Toca ponerse manos a la obra, pero mientras tanto, “solo podemos apaciguar los síntomas mediante la utilización de un dispositivo nocturno llamado férula de descarga y la aplicación de toxina botulínica en los músculos maseteros, que hace que dichos músculos se relajen evitando que no se contraigan en exceso, y buscar un fisioterapeuta especialista en ATM (articulación temporomandibular) que nos controle el dolor cervical y de cabeza que nos genera esta parafunción”.
Descuidar la higiene dental
Otro aspecto que tenemos que tener en cuenta es que tanto la depresión como la ansiedad pueden estar ligadas a un descuido general del cuidado de los pacientes que la padecen. Frente a esta realidad, la doctora Sarmini señala la importancia de no descuidar una correcta limpieza diaria, empleando tanto los productos como los pasos indicados. A la par, acudir a revisiones periódicas “mínimo una vez al año” asegura una atención profesional y la posible erradicación a tiempo de enfermedades bucales. También recomienda a los pacientes “acudir en más ocasiones para la realización de limpiezas que eviten generar un exceso de sarro”.
