La artrosis es una enfermedad degenerativa del cartílago que hace que los segmentos óseos de la articulación rocen entre sí provocando dolor mecánico y, a medida que evoluciona, puede causar también incapacidad funcional, pérdida de fuerza e incluso desviaciones de las articulaciones. Así nos lo explica el doctor Borja Maruenda, traumatólogo del Hospital Vithas Aguas Vivas de Valencia, que nos comenta que la artrosis una enfermedad degenerativa.
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Estamos, como confirman desde la Sociedad Española de Reumatología, ante una enfermedad reumática muy frecuente. Se estima su prevalencia en torno al 29,35% en mayores de 40 años, lo que supone una afectación superior a los 7 millones de españoles. Esta puede ser de manos, columna cervical y lumbar, caderas y rodillas. Esta patología está ligada al envejecimiento de la población, por lo que los datos de personas afectadas se incrementarán en los próximos años debido al aumento de la expectativa de vida. En la actualidad, la artrosis es ya la cuarta causa de discapacidad en el mundo.
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Los síntomas de la artrosis de manos
Si hablamos del caso concreto de la artrosis de manos, una de las primeras dudas que nos surge es cómo se manifiesta este problema de salud, qué síntomas nos pueden alertar de que estamos ante esta dolencia. “El principal síntoma es el dolor en las articulaciones, así como la disminución de la movilidad y la deformidad en las mismas”, nos detalla el especialista sobre esta dolencia que suele aparecer, según nos explica a una edad muy variable. La edad de inicio habitualmente es entre los 40 y los 50 años, aunque hay casos de comienzo más tardío. Es más frecuente en mujeres aunque puede presentarse en ambos sexos. Nos preguntamos, además, si existen personas con un mayor riesgo de padecer este problema de salud, y el doctor nos confirma que se puede relacionar con la realización de ciertos trabajos mecánicos y repetitivos.
Uno de los problemas que nos encontramos, además, es que se trata de una dolencia que, en opinión del doctor, no se puede prevenir. Pero sí que se pueden tomar ciertas medidas que nos ayuden a tratar de minimizar los síntomas y mejorar, de esta forma, la calidad de vida de quienes la padecen. “Para intentar que no aparezcan los síntomas derivados de la artrosis podemos realizar ejercicio físico como medida de prevención”, comenta el doctor Maruenda.
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Acudir al médico, fundamental si el dolor no remite
Ante la sospecha de un problema de artrosis en las manos, es el momento de buscar la opinión de un especialista. Así, el traumatólogo comenta que es recomendable acudir a su médico cuando el dolor no cede con AINES (medicamentos antiinflamatorios no esteroides). Además, nos confirma que el diagnóstico de artrosis en las manos se realiza mediante la evaluación clínica por parte del especialista y los estudios de imagen, con la realización de pruebas radiográficas.
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Así debe ser el tratamiento
Una vez que se confirma el diagnóstico, el tratamiento suele basarse en una combinación de medicación, en concreto de AINES, y fisioterapia, y el doctor nos explica que, en algún caso, se puede llegar a necesitar de una intervención quirúrgica. El objetivo del tratamiento, claro está es mitigar el dolor, sin duda el síntoma más incapacitante de quienes padecen artrosis en sus manos, pues es un hecho que cuando el dolor se hace severo suele disminuir la calidad de vida de las personas que lo sufren. Lo cierto es que, habitualmente, presenta síntomas durante determinadas fases, y a veces con los años deja incluso de doler. En muchos casos la deformidad de los dedos de las manos supone más un problema estético que una limitación funcional.
Tal y como explican desde la Sociedad Española de Reumatología (SER), hay una serie de medidas que pueden ser de utilidad para abordar este problema, y las resumen en los siguientes consejos:
- Ejercicio. Es útil realizar ejercicios de estiramiento, flexión y extensión, que su médico le puede aconsejar, para fortalecer la musculatura y mejorar así la movilidad. Eso sí, en general, no se aconseja realizar ejercicios durante los brotes inflamatorios. Los ejercicios los realizará con mayor facilidad con las manos dentro de un recipiente con agua caliente, que además ayuda a disminuir la rigidez. Además, puede ejercitar sus dedos con maniobras tales como: sacar una cerilla de su caja o cogiendo monedas del monedero.
- Aplicación de calor y frío. Desde la SER explican que la aplicación de calor en las articulaciones de las manos es útil para mejorar el dolor y la rigidez. Se recomienda realizar por las mañanas baños introduciendo las manos en una cubeta con agua caliente, parafina o productos similares que se venden en farmacias. Por el contrario, el frío puede ser útil durante los brotes agudos inflamatorios.
- Reposo. Si padeces artrosis en las manos, tienes que tener en cuenta en qué fases de dolor se aconseja no forzar la articulación afectada. En el caso de la artrosis del pulgar, durante los brotes de mayor dolor, es útil la utilización de férulas de reposo por las noches y durante las fases de inactividad del día.