Tal vez te ha ocurrido en algún momento que sientes que te mareas o te sientes aturdida, sobre todo, al levantarte. Puede ser que padezcas lo que se denomina, en medicina, hipotensión postural, también llamada ortostática, que implica la aparición de episodios con tendencia a pérdida de conciencia transitoria, parcial (presíncope) o total (síncope). El Dr. Juan José Gómez Doblas, jefe del servicio de cardiología del Hospital Vithas Xanit Internacional, nos detalla que la hipotensión postural es una caída de la presión arterial que se produce al ponerse de pie después de estar sentado o tumbado. “La hipotensión postural puede provocar mareos e incluso en los casos severos una pérdida de conocimiento. Es muy frecuente que al levantarnos bruscamente desde la posición de sentado veamos como lucecitas brillantes que son una manifestación de esa caída de la tensión arterial. En la mayoría de los casos es leve y muy transitoria”, matiza.
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“En el curso de estos episodios, la presión de la sangre es insuficiente para perfundir adecuadamente el cerebro (popularmente 'no llega la sangre a la cabeza'). Es conveniente reconocer que la Presión Arterial (PA), en contra del dicho popular de 'tomar las constantes', es una variable. Es decir, se ajusta dinámicamente en función de las necesidades, y también tiene sus ritmos circadianos”, nos comenta por su parte el doctor José Antonio León Sánchez Corbins, especialista en Medicina de Familia y Comunitaria de Vithas Lleida.
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Estos son sus síntomas
¿Cuáles son los síntomas que nos pueden alertar de que padecemos este problema de salud? “Este es un fenómeno es muy frecuente incluso en personas sanas. Los síntomas más característicos de la hipotensión postural es la sensación de mareo al ponerse de pie después de estar sentado o tumbado. Los síntomas suelen durar desde unos segundos a escasos minutos. En ocasiones, los síntomas pueden ser aturdimiento o mareo al ponerse de pie, visión borrosa, debilidad o en los casos severos llegar a tener un desmayo (es lo que llamamos un síncope)”, nos cuenta el cardiólogo.
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Causas de la hipotensión postural
¿Cuáles son las causas que hacen que aparezca este problema? El doctor Gómez Doblas nos explica que la hipotensión postural ocasional suele estar causada por una mala hidratación o el reposo prolongado en cama. Esta afección es fácil de tratar y prevenir con una adecuada hidratación y evitando el levantarse muy rápido desde la posición de sentado o tumbado. Mientras, la hipotensión postural crónica suele ser un signo de otros problemas de salud, por lo que el tratamiento depende de la causa. “Entre estas causas se encuentra la anemia severa, el uso de algunos fármacos, o a enfermedades menos frecuentes como las disautonomías”, nos explica.
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¿Hay personas con más riesgo de padecer este problema?
Lo cierto es que el doctor Gómez Doblas confirma que así es. “Aunque es un fenómeno muy frecuente y todos llegamos a experimentarlo en algunas ocasiones, hay segmentos de la población donde es más frecuente que esto ocurre como son los pacientes mayores o aquellos en tratamientos para la hipertensión”, nos dice.
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¿Es un problema que debemos consultar con nuestro médico ?
El doctor José Antonio León Sánchez Corbins matiza que es importante diferenciar entre:
- Síncope reflejo o neuro mediado.
- Síncope por hipotensión ortostática (postural).
- Síncope secundario a patología estructural.
“El diagnóstico diferencial es procedente porque identificar causa y fisiopatología permite optimizar terapia y prevención. La presentación clínica y cómo no, una correcta anamnesis, orientarán si es o no un problema sobre el que investigar”, nos dice, y apunta algunas de las preguntas que puede plantear el doctor en la consulta:
- ¿El episodio ha producido pérdida de conciencia, parcial o total?
- ¿Ha habido pródromos (el paciente se sentía mal previamente al episodio, avisó)?
- ¿Cuánto tiempo ha durado el episodio? ¿cuánto hasta la recuperación?
- ¿Padece el paciente alguna enfermedad o afectación cardiovascular o neurológica significativa?
- ¿Qué medicación toma?
“Especial atención tendrá cuando detrás del ortostatismo (si en efecto lo provoca el cambio postural), existe alguna enfermedad metabólica (como la diabetes), o neurológica (como el Párkinson) que de forma primaria o secundaria pueden predisponer a estos episodios. La sospecha de enfermedad cardiovascular supone todo un capítulo específico (síndromes coronarios, arritmias, cardiopatía estructural de base) y que por supuesto requiere abordajes específicos”, nos dice. Así, ante la duda procederá la realización de pruebas complementarias.
Comó controlar la hipotensión postural
El especialista en Medicina Familiar y Comunitaria nos comenta que en los casos benignos o funcionales, es posible que muchos de estos casos el mecanismo (o de forma intercurrente) del síncope haya sido neuro mediado. “Puede existir o no una predisposición personal, y pueden sumarse a circunstancias precipitantes (calor, deshidratación, ejercicio físico post prandial, factores psicológicos, una corbata apretada, etc.). La edad, la falta de actividad física (encamamiento prolongado) son factores a tener en cuenta”, nos detalla el doctor.
“En fase de pródromos (cuando reconocemos los síntomas de aviso), las llamadas maniobras físicas de contrapresión pueden ser útiles. Consisten en contracciones musculares de miembros superiores e inferiores, como por ejemplo cogerse ambas manos e intentar separarlas. O flexionar las piernas en cuclillas. En caso de ineficacia de lo anterior o bien directamente, procede la elevación de las piernas manteniendo el cuerpo en decúbito (estirado). De esta manera favorecemos que la sangre retorne desde las extremidades a la cabeza”, sugiere.
Y añade que se ha descrito la realización de ejercicios de habituación, consistentes en el apoyo de la espalda contra una pared con una separación de los talones de 15-20 cm de la misma. Destaca, además, que una hidratación adecuada es fundamental. Y en cualquier caso el mantenimiento de una buena salud cardiovascular mediante la realización de actividad física regular.
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Consejos para tomar la tensión de forma correcta
El doctor José Antonio León Sánchez Corbins explica que diferentes sociedades científicas como la Sociedad Europea de Cardiología o la Sociedad Europea de Hipertensión han estandarizado las condiciones idóneas para la determinación de la presión arterial.
- Puede hacerse en consulta, y según el caso también puede indicarse una Monitorización Ambulatoria de la Presión Arterial (MAPA) (el paciente lleva un aparato durante 24 h).
- La automedición de la Presión Arterial (AMPA) tiene su indicación por ejemplo cuando quiere evitarse fenómenos como la hipertensión de bata blanca, y para ajustar el tratamiento de pacientes ya previamente diagnosticados. Los principios son similares a cuando la tomamos en la consulta.
- El aparato, por supuesto, debe ser homologado, y preferiblemente de brazo (los de antebrazo o muñeca, aunque más “prácticos” por su tamaño o transportabilidad, dan una medida subestimada).
- El momento del día puede ser por la mañana, por la noche, o antes de tomar la medicación, si es el caso.
- A su médico le resultará especialmente útil si puede contar con una serie de al menos tres días antes de acudir a la consulta, idealmente una semana. También será útil anotar junto a cada medición el momento del día, para que puedan ser comparables.
- El lugar debe ser tranquilo, y tras 5 minutos sentado. El antebrazo debe estar a la altura del corazón, con espalda y brazo apoyados.
- Se realizan al menos dos medidas por sesión, espaciadas uno o dos minutos. En caso de que la diferencia sea superior a 10 mm Hg, se puede tomar una tercera, y se considerará el promedio de las dos últimas.