Internet llegó para revolucionar el mundo tal y como lo conocíamos. Según el estudio anual realizado por We Are Social Digital Report 2023, el número de usuarios de Internet en el mundo representa al 64,4% de la población mundial. Mucho más de la mitad. Con sus pros y sus contras. Y hoy, precisamente cuando se conmemora, como cada 17 de mayo, el Día Mundial de Internet, hemos querido reflexionar sobre la cara menos positiva del uso de la web, cuando se transforma en una adicción. Según la XIII encuesta sobre alcohol y Drogas de España, el uso adictivo de internet afecta al 3,7% de la población española entre 15 y 64 años.
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“La primera cuestión que se plantea es que el acceso a la red no es malo en sí mismo. Muchas veces el uso de internet viene a ser también una herramienta de trabajo; no estamos hablando de algo que sea siempre negativo, como puede ser la adicción a una droga, sino que estamos hablando de una cuestión que puede tener sus aspectos favorables como, por ejemplo, el poder tener contacto con nuestro hijo cuando está fuera de casa por si le pasa algo (muchas veces es la excusa que utilizan los jóvenes para conseguir que en casa les compren un móvil y luego, muchas veces, no contestan), aprender de un tutorial o resolver un trámite”, nos comienza explicando Dr. Xavier Fàbregas Pedrell, Director médico del Centro Mas Ferriol y médico especialista en adicciones y trastornos de salud mental.
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Prestar atención a una serie de señales
Es importante tener bien identificadas las señales que pueden alertarnos de que podemos estar ante un caso de adicción a Internet. “Como en todas las adicciones, la principal señal de que puede haber un abuso que es la puerta de entrada a una adicción, tanto a una sustancia como, en este caso, a un dispositivo conectado a internet, es el hecho de que esta utilización de esa pantalla signifique el que se dejen de hacer otras cosas que nos parecen cada vez más prescindibles porque lo que nos llega a través de la red capta nuestra atención y hace que la realidad nos parezca menos interesante en comparación”, apunta el doctor Fàbregas Pedrell.
El doctor Fàbregas hace un apunte importante, y es que hay que tener en cuenta que estos dispositivos están diseñados para captar nuestra atención y, de hecho, cada vez más encontramos sistemas que se han diseñado específicamente (aplicaciones, juegos, concursos, ofertas, noticias…) y que son estudiadamente más adictivas. “Todo lo que sea corto, rápido, con imágenes atractivas que captan nuestra atención y hacen que estemos mucho más tiempo del que habíamos previsto ocupados mirando esas pantallas”, nos cuenta.
Y añade que, normalmente las personas que están enganchadas no son conscientes de que lo están, pasan muchas horas conectadas siempre con la sensación de que se pueden perder alguna cosa si desconectan y estando mucho más tiempo del que habían previsto inicialmente atendiendo a las pantallas.
“Además, está el tema de que continuamente nos envían alarmas, avisos… esto funciona de forma parecida a las máquinas tragaperras: estás en un bar, tomado café y oyes una musiquita, oyes una cosa que capta tu atención, unas luces, pues esto sería parecido a lo que está pasando con Internet. La capacidad de poder entrar en cualquier tipo de contenido hace que las personas tengan esa facilidad para acabar enganchados porque ofrecen esos contenidos de forma inmediata y a todas horas”, nos cuenta.
Detalla que, en cuanto a las señales específicas de abuso o de adicción son, especialmente, el tiempo que empleamos conectados y el hecho de dejar de lado otras actividades que antes ocupaban nuestro día a día: dejamos de hacer de deporte, dejamos de leer, dejamos de salir a pasear, dejamos de estar con los amigos... precisamente porque uno está enganchado a esa pantalla.
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¿Cómo es el perfil del adicto?
Según el doctor Ignacio Basurte, director médico de la Clínica López Ibor, “el perfil del adicto puede variar en función del tipo de adicción. En el caso de la adicción a Internet es más común en adolescentes y adultos jóvenes, tanto en hombres como en mujeres”.
¿Hay un perfil de personas con un mayor riesgo de desarrollar una adicción a Internet? “Las personas más obsesivas, las personas que están más solas y tienen dificultades para establecer relaciones sociales, las personas que están deprimidas, pueden ser perfiles que se asocian a la posibilidad de desarrollar, en estas circunstancias, una adicción al móvil como sustituto de las cosas que no pueden hacer sin que sean virtuales”, comenta al respecto el director médico del Centro Mas Ferriol, que también nos explica cómo hay momentos en la vida donde somos mucho más vulnerables, pero también es verdad que hay personas que también tienen, desde siempre, esa curiosidad por las cosas novedosas y, por lo tanto, un dispositivo que te permita conectar con muchas cosas diferentes y muy variadas facilitan esta posibilidad de engancharse.
“Sabemos que personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad acostumbran a tener también problemas con el móvil… por la estimulación continua y de corta duración que se asocia a los problemas para tolerar el aburrimiento, la capacidad de saltar de un tema a otro y la dificultad para concentrarse. Creo que nadie está exento del riesgo de tener una situación como mínimo, de abuso, de utilizar mucho más de lo que habíamos previsto y de lo que nos parece conveniente las pantallas”, apunta el doctor Fàbregas, que sugiere que hagamos una prueba sencilla.
“Es muy fácil comprobar en nuestro propio móvil el tiempo de uso y seguro que nos sorprenderíamos de la cantidad de horas que hemos estado conectados con la excusa del trabajo, con la necesidad de ver una cosa que queríamos comprar y que queremos ver primero que ofertas hay, si estamos siguiendo a una persona famosa que le está pasando por algún trance del que todos comentan… hay muchas excusas para estar enganchados y es importante tener esa referencia de la cantidad de tiempo que gastamos conectados a esos dispositivos”, apunta.
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¿Es un problema que afecta especialmente a la gente más joven?
Le preguntamos al doctor Fàbregas si se trata de un problema exclusivo de la gente joven, y nos explica que en personas jóvenes es muy fácil desarrollar este problema. “De hecho, cada vez más los especialistas aconsejan que los jóvenes no tengan un móvil antes de los 12 años y que la utilización de otras pantallas antes sea también algo mucho más ocasional. Dejarle a un niño una tablet para que se distraiga en el restaurante, o para que mire una serie de dibujos animados mientras los adultos estamos haciendo otra cosa es la puerta de entrada muchas veces a esta dependencia”, cuenta el experto. Y narra una experiencia personal para reafirmarse en que esto viene de lejos: “Recuerdo lo que me impresionó hace treinta años ver en una guardería de San Francisco (EEUU), a la que iba una sobrina mía, que ponían a los niños delante de un televisor para ver un supuesto programa educativo en vez de estar haciendo actividades con ellos. Y no existía todavía la posibilidad de estar continuamente recibiendo contenidos formalmente atractivos pero muchas veces irrelevantes, invasivos o directamente perjudiciales”.
Partiendo de esto, el doctor matiza, eso sí, que no es exclusivo de la gente joven, sino que hay muchas personas adultas que tienen un verdadero problema con la adicción a internet. “Es evidente que hay un mal uso, un abuso y una dependencia en muchas personas que no son conscientes de esta realidad. Solo hay que hacer el experimento: cuando estamos en un lugar público, y si miramos a nuestro alrededor podremos ver que muchas hay personas están consultando el móvil y que no lo dejan de hacer en toda la comida, durante un concierto o en un museo. Han de consultar si les ha llegado un mensaje, tienen que hacer esa foto para colgarla en redes, están continuamente mirando y atentos a esas pantallas”, explica.
¿Qué podemos hacer para manejar la adicción a Internet?
El Dr. Basurte recomienda una serie de pautas útiles:
- Establecer límites de tiempo para el uso de Internet.
- Evitar el uso de internet como forma de afrontamiento del estrés.
- Buscar actividades alternativas a internet para disfrutar.
- Aprender a reconocer y manejar los pensamientos negativos que pueden llevar a un uso excesivo de Internet.
- Las personas con patología dual deben abordar de manera integral cualquier otro trastorno mental concurrente que pueda estar contribuyendo a su adicción a internet.
“De lo que se trataría, es de reducir todo ese exceso que no es el imprescindible. E incluso tener la posibilidad de que en los momentos donde no exista esa excusa para estar conectados, por ejemplo, durante las vacaciones, plantear clarísimamente que desconectamos el móvil y que quizás solo lo conectaremos media hora al día por si hay alguna noticia de alguien que ha tenido un problema grave de verdad y nos necesita”, recomienda por su parte el doctor Fàbregas, quien nos explica que en algunos casos realmente graves de adicción será imprescindible cortar radicalmente. "Eso significa la prohibición absoluta, no intentar reducirlo. Y con la intención de recuperar el control mucho más adelante, cuando se haya elaborado una manera correcta de utilizar internet, como haríamos con un trastorno alimentario en el que no se trata de dejar de comer si no aprender a alimentarse de forma saludable", compara.
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¿Y si no soy el adicto?
El experto también nos da consejos claves para ayudar al familiar o persona cercana que padece la adicción.
- Ofrecer apoyo y animar a buscar ayuda.
- Evitar la crítica o el juicio.
- Comunicar sus preocupaciones de manera efectiva y empática.
- Establecer límites saludables.
- Ofrecer apoyo y establecer límites saludables, son especialmente importantes para las personas con patología dual, ya que el apoyo social puede ser un factor importante en el éxito del tratamiento.
¿Cuál es el tratamiento médico para superar las adicciones?
“En patología dual, es importante abordar tanto la adicción, como cualquier otro trastorno mental concurrente de manera integral. El tratamiento general puede incluir terapia individual o grupal, apoyo farmacológico y cambios en el estilo de vida. En el caso de la adicción a Internet, se pueden utilizar terapias cognitivas y comportamentales, siendo clave la detección de la patología dual, procediendo a un tratamiento más intensivo y personalizado. Es importante tener en cuenta que cada caso es único y que el tratamiento debe ser adaptado a las necesidades individuales del paciente. Es recomendable buscar ayuda profesional si se sospecha de una adicción”, determina el Dr. Basurte.“Los consejos específicos para abordar las adicciones pueden ser útiles, pero es importante abordar cualquier trastorno mental concurrente que pueda estar contribuyendo a la adicción para garantizar el éxito terapéutico”, concluye el doctor.