Desde que Internet llegó a nuestras vidas, la hiperconectividad es un hecho que invade nuestro día a día. Los dispositivos móviles no solo nos impulsan a tener más presencia online, sino que apenas existen ya empresas que se resistan a incluirlos en sus rutinas de trabajo. Ya no hay casi llamadas ni reuniones presenciales, ahora todo se realiza a través de chats por WhatsApp, Teams o email; en documentos de creación compartida en línea, mediante mensajes que llegan a través de redes sociales como Instagram, o a partir de un sinfín de canales de comunicación que, no solo nos obligan a tener un dispositivo móvil, sino que además muchas veces nos exigen estar pegados a ellos 24/7. Y, sí, muchas veces fuera de hora.
-Hiperindividualismo o por qué ya no necesitamos a nadie
Seguro que te sientes identificado con alguna de estas situaciones: un email fuera de tu horario, un cambio en una entrega o proyecto a destiempo, una conversación por mensajería instantánea que llega para recordarte que tienes correos electrónicos que contestar, una vídeollamada en tu hora de la comida o, incluso, una reunión o petición durante tus días de vacaciones o en algún festivo. Nada fuera de lo común, pues aunque puede que tengas claros tus límites en tu lugar de trabajo, es probable que otros se salten tu descanso. ¿Y qué sucede? Aunque decidas no contestar (porque no tienes que hacerlo), puede que nazca en ti una sensación de malestar que te lleva a experimentar emociones tan negativas como la angustia, el estrés, la ansiedad o el enfado. Entonces se termina el supuesto descanso y, una vez más, desaparece la frontera entre el trabajo y tu tiempo de ocio. Y de nuevo vuelves a sentir alguna de estas emociones por permitirlo.
El descanso, un lujo imprescindible
En un momento en el que las nuevas generaciones están reclamando sus derechos laborales coniniciativas como el quiet quitting(no trabajar más de lo estipulado en el contrato) y en el que la conciencia sobre cumplir tan solo el horario pagado parece estar calando hondo entre los jóvenes, poner distancia entre un ámbito y el otro tan solo depende de ti. Podría parecer que hablamos de holgazanería, de pereza o de capricho; pero en realidad estamos tratando un tema de salud, tanto física, como mental. Porque para cumplir bien tus funciones debes descansar, terminar tus tareas de hogar, tus recados o dedicarte tiempo a ti mismo. Y, a no ser que en tu pacto con la empresa hayas firmado estar siempre operativo, no existe obligación alguna que te obligue a restar minutos personales más allá de tus horas de trabajo.
¿Cómo hacer que tus compañeros respeten tu horario laboral?
Entre los primeros consejos que puedes tener en cuenta para comenzar a ceñirte a tu horario se encuentra el de apagar todo dispositivo de empresa fuera del mismo o, en su defecto, silenciar o no contestar cualquier mensaje que recibas una vez finalizada tu jornada laboral. Si te da reparo dejar un mensaje sin contestar porque te agobia verlo, tienes confianza con la otra persona, es tu jefe el que te está escribiendo o te sientes tentado a responder, puedes adoptar varios comportamientos. Por un lado, una de las soluciones más prácticas (y rápidas) es la de contestar amablemente estableciendo tus límites e informando de que, aunque no estás trabajando en ese mismo momento, harás esa tarea o contestarás a esa duda al día siguiente. Por otro, es aconsejable que tengas siempre a otro compañero en el radar en el que puedas delegar mientras tú no estés trabajando (pero él sí). Recuerda que siempre se trata de que, de la mejor manera posible, hagas entender a los demás que no estás disponible en tu horario libre.
Si te vas de vacaciones, tienes una cita importante o un evento al que acudir, será mejor que también lo hagas saber en tu entorno laboral. Así evitarás que alguno de tus workmates interfiera en ese tiempo cortando tu diversión. Se trata de desconectar y pulsar el off, y debes hacer todo lo posible para disuadir consultas molestas. De hecho, siguiendo esta estela, otra de las pautas a seguir pasa por predicar con el ejemplo. Es decir, si a ti no te gusta que te molesten out of the office, no hagas lo mismo y respeta los horarios del resto. Si tienes una duda búscala en línea o apúntala para preguntarla al día siguiente.
-¿Quieres descubrir si tú también padeces 'stresslaxing'?
Existe otro caso que resulta, todavía más, díficil de gestionar. Puede que seas autónomo y que entonces establezcas tú mismo tu propio horario. Si esta es tu situación, entonces también deberás crear tu propia agenda, aprender a dejar mensajes sin contestar o responder informando del horario de tus jornadas laborales. Que seas freelance no significa tampoco que siempre debas estar pegado el móvil, porque tú también mereces tu descanso.
Aprender a decir 'no' es fundamental y marcar tus límites es sano. No debes sentirte mal por hacerlo porque es parte de tus derechos. Siguiendo estos consejos y, con un poco de fuerza de voluntad, no solo conseguirás ganarte mayor respeto, sino que comenzarás, también, a disfrutar de tu tiempo libre con mayor libertad y sin tantas preocupaciones.