Seguro que has oído en más de una ocasión estos días la expresión ‘la primavera la sangre altera’. Una frase que, cuando llega la estación, vuelve a aparecer, fiel a su cita. Y nos lleva a preguntarnos si, de verdad, la primavera puede llegar a influir en las relaciones de pareja. “Esto podría ser un factor que contribuye, pero no es el factor causante ni determinante. Tener en cuenta esto de manera aislada haría que no tuviesen importancia los lazos afectivos, las experiencias vividas, las familias u otros factores que son los que más peso tienen a la hora de tomar la decisión de seguir o de dejar a una pareja o incluso de cómo convivimos con la pareja o nos regulamos ante los conflictos”, nos anticipa Rebeca Cáceres Alfonso, doctora en Psicología, psicoterapeuta y CEO de Tribeca Psicólogos.
La experta va más allá, y nos cuenta que la primavera puede afectar a las relaciones de pareja porque aumentarían los niveles de las hormonas que nos hacen sentir bien y seguros de nosotros mismos. “Sin embargo, en meses de más frío y con menos luz en los que hay menos producción de este tipo de hormonas, es más frecuente buscar en la pareja ese estado de bienestar”, matiza.
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La influencia de las hormonas
La experta hace referencia la psicóloga es al papel que juegan las hormonas. “La dopamina es una de las hormonas que aumenta sus niveles en primavera y eso hace que estemos más motivados a la búsqueda de nuevos estímulos. Esto puede hacer que nos volvamos más susceptibles al amor y a la exploración”, nos cuenta. Y el aumento de la vitamina D en primavera también parece tener un papel importante en esto. “Esta vitamina se sintetiza a través del sol e incrementa los niveles de bienestar y el rendimiento cognitivo. A su vez, esta vitamina también está implicada en el aumento de los niveles de serotonina que es determinante en la toma de decisiones. Esta sensación es la que puede llevar a la ruptura de parejas que no acababan de estar bien del todo o que hace tiempo no están bien. Esta sensación de seguridad también puede hacer que se tomen decisiones como la de ir a vivir juntos o la de tener hijos”, nos cuenta Rebeca Cáceres.
Y hace referencia a otro factor: según urólogos y especialistas en salud sexual, otro factor que puede influir sería el aumento de luz en primavera ya que puede tener un impacto sobre la libido. “Al haber más luz habría más circulación sanguínea y se producen más niveles de endorfinas que nos hacen sentir mejor”, detalla.
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¿Una época con más rupturas?
Nos surge la duda de si en las consultas de los psicólogos, la primavera coincide con una época en la que afrontan más consultas debidas a rupturas o desengaños amorosos. Basándose en su experiencia, Rebeca Cáceres nos cuenta que la época de más rupturas según la investigación y lo que ven en clínica es en septiembre. “También en enero observamos que hay un mayor número de rupturas de pareja. Curiosamente, estos meses se relacionan con la época postvacacional y es algo que se repite año tras año. Cada mes de septiembre las consultas de Psicología están llenas de parejas en crisis o de personas que quieren dejar a su pareja o que las han dejado. Si bien es cierto que, aparte de la convivencia, también se han relacionado las rupturas en septiembre con infidelidades que podrían ser explicadas en parte (solo en parte) por la liberación de hormonas como la testosterona o los estrógenos que aumentan el deseo sexual por la exposición solar en esta época”, nos cuenta.
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La influencia de tener más vida social
Otro aspecto que podría influir es el hecho de que los compromisos sociales aumenten en estos meses de calor. “Dependiendo de los códigos de la pareja y de cómo se gestionen las relaciones sociales podría influir. Es decir, si hay parejas que tienen un código muy cerrado a la hora de que los miembros vayan con otras personas, si hay aumento de compromisos sociales lo van a llevar mal porque la pareja tendrá que enfrentarse al estrés para gestionar este punto”, nos explica.
Y añade que si por otro lado las personas que están en pareja van a un mayor número de compromisos sociales en primavera y tienen una relación de funcionamiento seguro probablemente no habrá ningún riesgo pese a estar en primavera.
“Más allá de la estación del año, prima que estemos en una relación de funcionamiento seguro o no, a no ser que exista un flechazo que nos ponga del revés y acabe con las previsiones que pueden hacerse desde la Psicología”, nos cuenta.
La primavera, ¿realmente la sangre altera?
“Si hay algo que caracteriza a la primavera es el aumento de la libido y hace que factores como los que hemos dicho antes influyan en el ‘despertar sexual’ de muchas personas en esta estación. Esto no tiene tanto que ver con la Psicología como sí con la Biología. Sin embargo, en este punto la Psicología se vuelve relevante en el peso que le damos a esto que nos pasa y cómo lo gestionamos”, nos cuenta. Así, la curiosidad de olores, colores, sabores se despierta y eso unido con el aumento del deseo sexual puede llevarnos a las ganas de explorar. “Si estamos en pareja habrá que decidir hasta dónde hacemos esto con otras personas o tendremos que decidir si estamos en la pareja con la que estamos bien o tendremos que saber que esto que nos pasa en primavera es algo propio de la primavera y que no va a más. Es una toma de decisiones continua a lo que nos enfrentamos, pero no por la primavera, sino por la vida en sí misma”, nos comenta.
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Cómo afrontar un distanciamiento
Para finalizar, le preguntamos a la experta qué consejos daría a una pareja que afronta estos meses de primavera-verano con cierto distanciamiento. “El consejo que daría a cualquier pareja que enfrente cualquier etapa del año con distanciamiento es que se sienten a ver juntos qué está pasando, que sean muy honestos con ellos mismos y con el otro, que sean conscientes de sus emociones (por ejemplo miedo, tristeza, rabia), que revisen si su plan de futuro es compatible, que se expresen emocionalmente con el otro, que hablen y por supuesto que después de esto tomen decisiones. En esto la decisión no es otra que la de continuar y si es por aquí que vayan a intentarlo con todo y que si no es por aquí se enfrenten a la ruptura y a todo lo que conlleva. Si lo necesitan que, por supuesto, busquen ayuda”, concluye.