Larinitis es una enfermedad que afecta a la mucosa de las fosas nasales y se caracteriza por su inflamación. Existen diversas causas que pueden provocar su aparición, entre ellas se encuentran las infecciones, que pueden ser virales o bacterianas; las alergias, que son una reacción del sistema inmunológico a sustancias presentes en el ambiente; las causas funcionales, que se relacionan con alteraciones en la anatomía de la nariz; las causas metabólicas, que pueden ser producto de desequilibrios hormonales o enfermedades como la diabetes; las causas traumáticas, que suelen estar relacionadas con lesiones nasales; las causas físico-químicas, que se relacionan con la exposición a sustancias irritantes; las causas ocupacionales, que pueden ser provocadas por la exposición a ciertos agentes en el lugar de trabajo, y finalmente, las causas farmacológicas, que se relacionan con el consumo de ciertos medicamentos.
Es importante identificar la causa específica de la rinitis para poder llevar a cabo un tratamiento adecuado y eficaz. Nos lo cuentaMaría Isabel de Andrés, vocal nacional de Óptica y Acústica del Consejo General de Farmacéuticos.
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¿Cuáles son los síntomas de la rinitis?
Los síntomas de la rinitis pueden ser muy molestos e incómodos para quienes la padecen. A continuación, se detallan algunos de los más comunes:
- Congestión u obstrucción nasal: sensación de nariz taponada o dificultad para respirar por la nariz.
- Goteo nasal: salida de líquido claro o mucosidad por la nariz.
- Rinorrea posterior: flujo de mucosidad por la parte posterior de la nariz hacia la garganta.
- Estornudos y prurito: sensación de picor en la nariz y/o garganta que provoca estornudos.
- Síntomas oculares: picor, enrojecimiento, lagrimeo y sensación de arenilla en los ojos.
- Síntomas faríngeos: picor y dolor de garganta, tos seca.
- Síntomas óticos: sensación de presión en los oídos, pérdida temporal de la audición y zumbido en los oídos.
Es importante tener en cuenta que los síntomas pueden variar según la causa de la rinitis y la persona que la padezca. Por esta razón, es fundamental realizar un correcto diagnóstico y tratamiento para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.
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¿Cuáles son los desencadenantes más comunes?
La rinitis alérgica aparece en periodos específicos del año, cuando los niveles de polen en el ambiente aumentan. En el caso de rinitis alérgica perenne, la causa son ácaros, pelos de animales, polvo, hongos, alérgenos laborales como harina y polvo de madera que provocan los síntomas de manera continua.
La rinitis no alérgica puede deberse a infecciones (generalmente víricas), determinadas condiciones de frío y humedad, por traumatismos en la nariz, malformaciones, desviaciones del tabique nasal o cuerpos extraños que pueden ocasionar una obstrucción. Por desórdenes hormonales e incluso por algunos medicamentos. Entre los medicamentos que pueden causar rinitis, se produce por el uso o abuso de antidepresivos, progesterona o vasoconstrictores nasales principalmente.
¿Cuál es la diferencia entre la rinitis alérgica y la rinitis no alérgica?
La rinitis alérgica está mediada por inmunoglobulina E (IgE), y es consecuencia de la respuesta inflamatoria a los alérgenos. La histamina producida es responsable del prurito, rinorrea y estornudos. La congestión nasal se relaciona con los leucotrienos y la prostaglandina D2.
Aunque los síntomas son similares, en la Rinitis No Alérgica, no hay procesos mediados por IgE y por lo tanto no hay signos habituales en una reacción alérgica.
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¿Cómo se diagnostica?
Para poder diagnosticar la rinitis, es necesario que el médico cuente con una historia clínica detallada, en la que se incluyan los antecedentes familiares. Además, se deben realizar diversas pruebas que permitan medir los niveles de IgE y eosinófilos, entre otros. Algunas de las pruebas que pueden realizarse son la rinoscopia, la endoscopia o la citología nasal. La rinoscopia es una prueba que consiste en examinar la cavidad nasal con un instrumento llamado rinoscopio. La endoscopia, por su parte, es una técnica que permite ver el interior de las fosas nasales con un endoscopio. Por último, la citología nasal es una prueba que consiste en tomar una muestra de células de la nariz para su análisis en el laboratorio. Toda esta información permitirá al médico establecer un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado para cada paciente.
¿Cuáles son los tratamientos médicos convencionales para la rinitis alérgica?
- Agua de mar hipertónica. Que limpia por arrastre y por ósmosis, descongestiona, hidrata, reestablece la mucosa nasal y elimina la mucosidad. No tiene efectos secundarios, por lo que puede utilizar cualquier paciente.
- Antihistamínicos orales. Los de segunda generación no atraviesan la barrera hematoencefáliza (BHE) por lo que tienen menos efectos secundarios.
- Descongestionantes nasales. Producen una vasoconstricción nasal, disminuyendo el edema nasal. No más de 5 días seguidos.
- Corticoides nasales. Disminuyen de forma potente la inflamación nasal. Son la primera elección en rinitis farmacológicas.
- Coliriois. Disminuyen la inflamación y la congestión ocular.
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¿Existen tratamientos naturales para la rinitis alérgica?
Existen diferentes formas de utilizar las plantas medicinales para tratar los síntomas de la rinitis. Algunas de ellas incluyen:
- Vía inhalatoria: la inhalación de aceites esenciales de plantas como el tomillo, eucalipto o menta pueden proporcionar efectos antisépticos, antitusivos o antiinflamatorios. Se pueden utilizar en forma de vaporizaciones, inhalaciones o a través de difusores de aromaterapia.
- Vía oral: la ingesta de plantas como la echinacea, própolis o uña de gato pueden actuar como antiinflamatorios e inmunoestimulantes, fortaleciendo el sistema inmunológico y ayudando a reducir la inflamación. Estas plantas medicinales pueden consumirse en forma de infusiones, cápsulas o comprimidos.
- Otras formas de uso: también se pueden utilizar plantas medicinales en forma de lavados nasales o aplicaciones tópicas. Por ejemplo, el uso de manzanilla o caléndula en forma de compresas frías puede ayudar a reducir la inflamación y el picor en la zona nasal.
Es importante tener en cuenta que antes de utilizar cualquier planta medicinal es necesario consultar con un profesional de la salud para determinar la dosis y el modo de uso adecuado en cada caso.
¿Cómo se puede evitar la exposición a los desencadenantes de la rinitis alérgica?
Desde la farmacia te recomendamos llevar unas correctas medidas higiénico-sanitarias:
- Evitar los principales alérgenos (polen, polvo, hongos) mediante la higiene de la casa, limpieza de filtros de aires acondicionados o evitar el uso de alfombras
- Lavarse frecuentemente las manos
- Evitar los cambios bruscos de temperatura
- No consumir alcohol y tabaco
- Favorecer el ambiente húmedo sin excederse
- Realizar lavados nasales para mejorar la sintomatología, preferiblemente con agua de mar.
- Utilizar gafas de sol y limpiar e hidratar los ojos adecuadamente en caso de síntomas
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