Un beso no es solo un beso. Es una demostración de amor, de cariño, de confianza, de unión que transmite mucho más que estas emociones. De hecho, los besos nos ayudan a determinar si esa es la pareja con la que de verdad hacemos match o si estamos preparados para dar más pasos hacia delante. Nuestros besos delatan cómo se encuentra nuestra relación y cuál es la calidad de esta. Besarse tiene muchos beneficios, de hecho, como veremos a continuación. Empezamos con una de las más importantes, nos relaja, nos hace sentir bien.
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El beso alivia el estrés
Cuando besamos o nos besan, liberamos unas hormonas y endorfinas que reducen el estrés, nos ayudan a recuperarnos de la depresión, bajan la presión arterial y nos hacen sentir más jóvenes. “Besarse es tan bueno como la sopa de pollo y puede ser la panacea para todos tus problemas”, bromea el doctor estadounidense, experto en filematología, la ciencia que estudia el beso.
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Los besos activan nuestras defensas
El beso también puede fortalecer nuestras defensas. “En cuanto al sistema inmunitario, el beso lo refuerza debido a que la saliva contiene sustancias que combaten bacterias, virus, hongos, que estimulan el sistema inmunológico y crean anticuerpos contra ciertas enfermedades”, añade la doctora Juliana Mattozzi, de la clínica dental Toro Mattozzi, en Madrid. ¿Más beneficios en torno al beso? Por supuesto. Sigue leyendo.
Te permiten elegir la mejor pareja
Un estudio de la Universidad de Oxford observó que besar nos ayuda a elegir la mejor pareja. "Nuestra investigación anterior sugiere que las personas parecen utilizar los besos de dos maneras: en primer lugar, para evaluar la calidad e idoneidad de una pareja; en segundo lugar, para ayudar a mantener una relación a largo plazo una vez ésta se ha establecido. Otras investigaciones sugieren que los besos pueden ayudar a proporcionar cierta información sobre la idoneidad o "compatibilidad" genética de un posible compañero", indica el psicólogo Rafael Wlodarski, uno de los autores del estudio, a Hola.com.
Verifica si somos compatibles con nuestra pareja
Así lo corrobora el doctor Robin Dunbar, profesor de antropología evolutiva de la Universidad de Oxford y autor principal del estudio: "El beso nos permite verificar el ADN de la persona en cuestión y, especialmente, los genes del sistema inmune. Podemos hacerlo a través del olfato o del gusto, ya que los genes que determinan nuestra capacidad inmune también determinan nuestro olor y sabor (que están relacionados). Idealmente, queremos encontrar parejas que sean tan similares a nosotros", afirma el profesor, conocido por establecer la teoría que indica que nuestro cerebro solo es capaz de manejar 150 amigos.
Nos prepara para dar un paso más allá
El beso nos permite saber si estamos preparados para pasar al paso siguiente. "Los labios están llenos de receptores sensoriales. Y el beso es la etapa final del cortejo antes de comprometernos por completo (y permitir el sexo). El cortejo forma una serie de etapas en las que nos detenemos y evaluamos si nos alejamos o si permitimos que la relación continúe hacia una etapa aún más íntima", afirma el profesor Dunbar.
Dicen mucho de tu relación
Pero los besos también pueden actuar como un medidor de cómo está tu relación de pareja. "También hemos observado que, en las relaciones a largo plazo, la cantidad de besos se asocia directamente con la satisfacción de los miembros de la pareja", apunta el psicólogo. Esto no quiere decir que si nos besamos más nuestra relación será más saludable. Podría ser a la inversa: que la cantidad de besos sea un reflejo de la calidad de la relación. Es decir, "que en una relación más saludable haya más besos", matiza el experto. En cualquier caso, besos y satisfacción están relacionados.
Por otro lado, y lo más interesante, los autores del trabajo no encontraron la misma relación al analizar la cantidad de sexo. "Ésta NO influye en la satisfacción de la pareja", según el doctor Wlodarski que añade: ¡hay algo único en la intimidad de los besos en las parejas duraderas que es más revelador sobre la calidad de éstas que el sexo!".
Enfermedad del beso
Pero no todo son buenas noticias en torno a los besos. La saliva puede ser un vehículo de transmisión de virus que favorezcan la aparición de “resfriados, herpes labiales, citomagalovirus –un tipo de herpesvirus- candidiasis, infección por estreptococo, verrugas, también puede aumentar el riesgo de caries o de otras enfermedades periodontales como la gingivitis. La hepatitis B también se incluye en la lista de enfemedades que pueden ser transmitidas cuando nos besamos”, enumera la doctora Juliana Mattozzi. Aunque, sin duda, la más conocida relacionada con el beso es la mononucleosis.
Se trata de una enfermedad causada por el virus Epstein-Barr y que se transmite a través de la saliva, de ahí que se le denomine enfermedad del beso. Es más frecuente en adolescentes y jóvenes, aunque se puede sufrir a cualquier edad. Se manifiesta con fiebre, dolor de garganta, fatiga, ganglios inflamados, puede haber erupciones cutáneas y agrandamiento del bazo. En general, la mononucleosis no es grave, el tratamiento se basa en aliviar la sintomatología y suele curarse en dos o cuatro semanas sin secuelas. Únicamente, algo de cansancio en algunas personas.