La coloración del cabello con plantas es una técnica 100% vegetal que respeta tanto nuestro pelo como el medio ambiente. Se consigue a través del procesamiento de especies del reino vegetal con propiedades pigmentantes. Al triturarlas y mezclarlas con agua, el barro se adhiere a la queratina del cabello como una película o barniz que colorea el pelo. La gran mayoría de estos tintes naturales proceden de plantas ayurvédicas que proceden de la India, Pakistán u otros países del Oriente Medio. Un experto biocolorista que trabaja esta disciplina es Ismael De Felipe, que nos cuenta los beneficios para nuestro cabello de esta coloración orgánica.
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La coloración del cabello no solo es una de las prácticas más habituales en los salones de belleza, también es uno de los rituales de cuidado del cabello más antiguos. En la actualidad, contamos con tintes que pueden lograr uncolor muy parecido al natural. Sin embargo, cada vez más mujeres buscan alternativas más naturales y menos agresivas para el pelo. En este sentido, la coloración a base de plantas y raíces es una técnica que gana cada día más adeptos y que se ofrecen en un gran número de salones de belleza. El resultado de este tipo de coloración es muy notable y evidente, sobre todo, en cabellos blancos, ya que se consigue una buenacobertura de las canas.
En este artículo, el peluquero Ismael de Felipe, nos cuenta cuáles son las mejores plantas que podemos escoger. Como indica, “usamos hasta 14 plantas pigmentarias variando los tiempos de exposición, temperatura y diferentes técnicas como la doble fase, logrando un abánico inmenso de posibilidades para poder adaptarlo y personalizar cada color. Las principales plantas que trabajamos son la cassia, la lawsonia o alheña, el indigo y la amla, junto a otras ayurvédicas como el neem o el brahmi, cuyas propiedades hacen que la mezcla sea perfecta para tratar los problemas del cuero cabelludo como la caspa, el exceso de grasa o la caída, pero también del propio cabello, aportando muchísimo brillo y dándole igualmente más volumen”.
Cassia. Se trata de una planta que ayuda a fortalecer el cabello y aporta nutrientes, vitaminas y minerales. Tiene propiedades similares a la henna, y su estructura es parecida a la queratina. Actúa, por tanto, como un acondicionador natural. Además, ayuda a darle brillo al cabello y a prevenir la rotura y la caída.
Lawsonia. Se utiliza en países como India, Pakistán o gran parte de Oriente Medio y África del Norte, para teñir el cabello gracias al polvo resultante de sus flores blancas y pequeñas. Esta planta es muy efectiva para cabellos deshidratados y dañados, y ayuda a su regeneración. Además, protege el cuero cabelludo y previene la aparición de caspa.
Neem. Se trata de un árbol originario de India cuyo polvo se utiliza en la coloración del cabello. Actúa como fortalecedor capilar y aporta mayor volumen al cabello. También tiene propiedades curativas para el cuero cabelludo. Es especialmente útil para personas con problemas de caspa o de grasa en el cabello.
Indigo. Se trata de una planta de la que se extrae un pigmento negro que contrarresta los tonos anaranjados, amarillos o blanquecinos. Matiza el color dándolo uniformidad y fortalece el cabello. De hecho, su uso ayuda a prevenir su caída.
Amla. Rico en antioxidantes y vitamina C, ayuda a fortalecer el cabello y a darle una mayor vitalidad. Su polvo combate además la aparición de canas.
Brahmi. Activa y potencia el crecimiento capilar, si bien ayuda igualmente con problemas de caspa y hace que la melanina natural se potencie. Es estupenda para el cabello más frágil y para reparar puntas abiertas.
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