Las infecciones por hongos son problemas que solemos asociar al verano y a la piel. Sin embargo, pueden aparecer en cualquier época del año y no solo en la piel, también pueden manifestarse en el intestino o en la mucosa vaginal. Aunque en general no son dolencias graves, y pueden tratarse con remedios naturales, en algunas ocasiones o en personas especialmente vulnerables sí pueden ser más serias y necesitan un seguimiento médico. La farmacéutica Mar Santamaría nos lo explica.
¿Cómo aparecen los hongos?
Los hongos, de hecho, forman parte de nuestra microbiota habitual en el cuerpo, junto a bacterias y algunos virus. La mayoría de las veces están presentes y conviven con nosotros sin causar ninguna enfermedad, ni alteración. Es el caso de Candida albicans, un hongo que se encuentra en pequeñas cantidades en nuestro tracto digestivo y también en la microbiota vaginal. Si prolifera en exceso, por un problema dedisbiosiso desequilibrio en la proporción de microorganismos, entonces sí que aparece la sintomatología asociada a la “candidiasis” o infección por cándida, en estas localizaciones donde reside habitualmente.
Por otro lado, también están en el ambiente que nos rodea: en el suelo, incluso en el aire. La gran mayoría de especies fúngicas no representan ningún riesgo. Algunas son beneficiosas y útiles (como en el caso de las levaduras fermentadoras que nos permiten obtener el pan y la cerveza, o el hongo en los que se halló la penicilina y que dio lugar a los primeros antibióticos de uso humano). Su forma más resistente en el ambiente son las “esporas”. Solo algunos de estos hongos ambientales son patógenos: si entramos en contacto con ellos, pueden causan infección (especialmente, si nuestro sistema inmune está comprometido o no trabaja de manera óptima).
¿En qué partes del cuerpo pueden aparecer?
Además de las localizaciones donde no causan ningún daño, tanto las infecciones fúngicas como las bacterianas pueden aparecer en muchas partes del organismo. Dos localizaciones frecuentes de infección son lapiel (por ejemplo, el pie de atleta o losbrotes de tiña en el cuero cabelludo que han sido noticia últimamente) o en las uñas (onicomicosis).
Como decíamos, en el intestino o en la mucosa vaginal, también pueden proliferar de forma excesiva y causar infecciones locales. En personas inmunosuprimidas, las infecciones por vía de entrada respiratoria o, aún más, diseminadas por el torrente sanguíneo, son las que tienen una mayor gravedad.
¿Cómo se tratan?
Dependerá siempre del tipo de hongo que esté causando la infección. Existenmedicamentos antifúngicos de uso tópico (cremas, pomadas, lociones, esmaltes) y antifúngicos de uso sistémico (por vía oral y parenteral, para llegar y actuar desde el interior del organismo).
La pauta y duración del tratamiento siempre debe prescribirla el/la médico, a excepción de infecciones ungueales leves, en los que se puede recomendar un producto sanitario o medicamento de indicación farmacéutica (sin receta). Hay que tener en cuenta, en las infecciones en las uñas y en la piel especialmente, que se requiere constancia y paciencia en la aplicación del tratamiento tópico.
Biológicamente, loshongos dermatofitos (que infectan las uñas) tienen un crecimiento lento e insidioso, forman filamentos profundos y “se toman su tiempo” tanto en desarrollarse, como en desaparecer con el tratamiento. Hay que seguir las indicaciones de un profesional sanitario en cada caso concreto.
Podemos usar remedios naturales para tratar los hongos
Los tratamientos caseros no son recomendables. No suelen ser efectivos. Además, en muchos casos, será necesario evaluar primero el tipo de infección, su localización y gravedad, aunque el problema esté circunscrito a nivel cutáneo.
Para una buena resolución de la infección micótica, en cuadros muy leves, podemos optar por preparados fitoterapéuticos o productos sanitarios de indicación farmacéutica.
Por ejemplo, los productos de fitoterapia que contienenaceite esencial de clavo, palmarosa y niaulí pueden ser adecuados para una onicomicosis (infección en las uñas). En cuadros de mayor entidad, será necesaria la derivación médica y seguir el tratamiento de prescripción indicado. Es fundamental seguir la pauta de tratamiento al pie de la letra, ya que se están detectando resistencias a algunos medicamentos antifúngicos (de forma similar a lo que ocurre con los antibióticos para infecciones bacterianas).