¿Qué es la vitamina D? Tipos D3, D2

Las vitaminas son unas sustancias imprescindibles para el buen funcionamiento de nuestro organismo, formando parte de todos los procesos metabólicos.

Actualizado 17 de febrero de 2023 - 12:58 CET17 feb 2023 - 12:58 CET

Existen dos grandes tipos de vitaminas: las hidrosolubles (se eliminan por la orina) y las liposolubles, que se almacenan en las partes grasas del organismo, entre ellas están la vitamina A, D, E, K. Cada vitamina tiene su función específica en el organismo y su carencia puede provocar dolencias.

¿QUÉ FUNCIONES TIENE?

En palabras generales, la vitamina D ayuda absorber el calcio, este nos ayudará a el desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes. También ayuda a mantener los niveles de calcio y fósforo. Es básico para el mantenimiento de tener una buena salud ósea y evitar el raquitismo. Además de mejorar la absorción de calcio, hierro, magnesio, fósforo y zinc por el intestino.

Es especialmente necesaria la vitamina D en personas que tienen riesgo y como prevención de desmineralización ósea, en osteoporosis, osteomalacia y perdida de masa ósea en personas con hiperparatiroidismo y en osteogénesis imperfecta (enfermedad genética hereditaria). En personas con riesgo de osteoporosis y para prevenir roturas y caídas por la perdida de masa ósea y dificultad de absorción del calcio. Y en personas con osteo-distrofia debido a problemas renales.

Cuando se toman corticosteroides a largo plazo, es recomendable añadir el suplemento de vitamina D junto con el calcio, para mantener la densidad ósea. Según estudios las personas con bajo nivel de vitamina D tienen más tendencias de caídas, que las personas que no, aunque sí se incrementa la ingesta de 800UI de vitamina D, se reduce altamente este riesgo de caída.

Para evitar estas caídas es recomendable que la vitamina D se tome juntamente con el calcio. Es más significante en mujeres que en hombres y personas mayores que viven en hospitales y residencias. Sin embargo, no reduce el riesgo de dolor óseo debido a un problema renal.

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También es recomendable el suplemento de vitamina D en diferentes casos como:

En personas con problemas cardíacos, alta presión arterial. La vitamina D ayuda a controlar la presión arterial, ya que el déficit de esta vitamina está relacionada con el riesgo de sufrir hipertensión. Algunos textos indican que ayudan a bajar los niveles de colesterol sin embargo los estudios no lo demuestran.

Otras personas que pueden necesitar un suplemento extra de vitamina D son las que pueden padecer:

Diabetes en la que se ha demostrado que esta es indispensable para la producción y secreción de la insulina
Obesidad (directamente relacionada con la secreción de la insulina)
Flacidez muscular, esclerosis múltiple, artritis reumatoide
Obstrucción pulmonar crónica, asma, bronquitis
Síndrome premenstrual
Problemas de encías y dientes

Es importante la relación de la vitamina D y el sistema inmune, los linfocitos disponen de un receptor especifico de vitamina D3 y tiene una función inmunoreguladora. Así las enfermedades dependientes del sistema inmunológico pueden verse beneficiadas al suplementar con vitamina D3, como puede ser:

Vitíligo
Psoriasis
Lupus eritematoso
Queratosis actínica
Escleroderma

En este tipo de enfermedades cutáneas se puede aplicar en forma de crema las formas de vitamina D calcitriol y calcipotrieno (es una forma sintética de vitamina D) y en combinación con corticosteroides para tratar. Mejorar la protección frente a los catarros, aunque algunos estudios relacionan los bajos niveles de vitamina D y mayor incidencia a los catarros y resfriados. Según los estudios, el suplemento de esta vitamina no disminuye la frecuencia de sufrir estos catarros, sin embargo cuando los niveles vitamínicos son más bajos de lo normal, sí aumenta la frecuencia.

Frente a la depresión y estado de ánimo

Igualmente parece que hay una relación directa igualmente de bajos niveles de vitamina D y depresión o ansiedad. Aunque no hay estudios suficientes que indiquen esta relación. Sin embargo, si están asociadas a otras dolencias y contribuir a disminuir estos niveles de vitamina D al modificar los hábitos alimenticios en los que se pierde el hambre o existen desequilibrios alimenticios.

DEFICIENCIAS DE VITAMINA D

Hay varios factores que pueden incidir a que los niveles de vitamina D sean deficitarios:

La edad
Toxicidad del tabaco
Poca exposición solar
Tratamiento con glucocorticosteroides

Con la edad se puede padecer deficiencia de vitamina D. Es habitual que personas mayores no salgan mucho al exterior y se expongan al sol. Tienen menos receptores en la piel, que convierten esta energía lumínica en sol. Algunas personas que viven en países muy oscuros tienen una necesidad extra de vitamina D. Algunas veces los problemas renales también pueden afectar en la producción de la vitamina D es por ello se hace necesario la ingesta de suplementos. Incluso en personas de piel muy oscura que evitan el sol y no sienten la necesidad de exposición al sol. O personas por riesgo de cáncer cutáneo, se aplican altos filtros solares.

¿QUÉ NOS APORTA VITAMINA D? SOL, ALIMENTOS, FÁRMACOS

La principal fuente de vitamina D es el propio organismo que gracias al sol se sintetiza a partir del colesterol, por el hígado. Con solo dos o tres veces a la semana durante 15 minutos, aunque solo sea exponer durante unos minutos brazos y manos. Con solo una semana de exposición se logran los niveles de vitamina D necesarios.La vitamina D se almacena en las partes grasas del cuerpo.

Los ácidos grasos de pescado son una importante fuente de vitamina D, de pescado como el salmón, atún, sardinas, al igual que el aceite de hígado de bacalao, una cucharada aporta 1300 UI de vitamina D.
Las yemas de huevo: una yema aporta 40 UI.
El hígado de ternera: 100 gramos de hígado cocido contiene 50 UI de vitamina D.

Podemos encontrar alimentos especialmente enriquecidos en vitamina D, lo indica específicamente en las etiquetas como la leche, cereales, zumos (especialmente el de naranja). En la farmacia podemos comprar suplementos y fármacos con vitamina D, en tabletas masticables, gotas o inyectables.

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DOSIS RECOMENDADAS

Las recomendaciones varían dependiendo de las personas, según edad y necesidades específicas. La mayoría de personas tienen suficiente vitamina D para su vida normal. En las personas sanas, las recomendaciones según edades son:

Hasta los 70 años, 600 UI/diarias
A partir de los 71 años, 800 UI/diarias
Mujeres embarazadas y lactantes, 600 UI/diarias
Bebes hasta 12 meses, 400 UI/diarias

Según necesidades carenciales, prevención o dolencias:

Prevención de la osteoporosis y fracturas de debido a estas 400-1000 UI, aunque se puede aconsejar hasta 2000 UI.
Prevención de las caídas, 800-1000 UI junto con calcio 1000-1200 mg/día.
Prevención de la esclerosis múltiple, a largo plazo consumir 400 UI / día.
En mujeres post-menopáusicas 1100-1500 UI /día.
En dolores musculares debido a las estatinas ( fármacos para reducir los niveles de colesterol) se recomienda 50000UI /semana o 400 UI /día.
Prevención de la gripe, vitamina D3 1200 UI/día.

PRECAUCIONES Y CONTRAINDICACIONES

No tomar más de 4000UI/día en embarazo y lactancia. En problemas renales, la vitamina D puede provocar el depósito de calcio y endurecimiento de las arterias o arteriosclerosis, es importante que los riñones tengan la capacidad de mantener los niveles apropiados de fósforo y calcio. La vitamina D puede hacer aumentar los niveles de calcio en el organismo, provocando negativamente piedras renales u rigidez arterial, entre otros problemas por lo que se ha de ser precavido la ingesta suplementaria de vitamina D