Cada vez prestamos más atención al cuidado de nuestra salud mental. Poco a poco vamos siendo conscientes de que no podemos dejar de lado esta parte tan importante de nuestro bienestar. Y hay que tener presente que podemos hacer pequeños cambios, sencillos, en nuestro día a día, que nos ayudan a mejorarla. Tal y como nos explicaLara López Rubio (@lara.psicoterapia), psicóloga general sanitaria experta en terapia focalizada en la emoción y en psicología perinatal, colaboradora en el proyecto Calma Project @calma.project, consideramos la salud mental como la sensación de equilibrio y bienestar entorno a cómo pensamos, sentimos y nos comportamos.
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"A veces las exigencias y ritmos de nuestra sociedad dificultan que nos encontremos bien con nosotros mismos y que cuidemos de nuestra salud mental como esta se merece. Si te lanzo la pregunta '¿cómo cuidas actualmente de tu salud mental?', quizá hagas pequeñas cosas, quizá nunca te has planteado esta pregunta, o quizá ya tienes todo un plan específico para ello. Sea cual sea la respuesta, está bien. Este artículo solo pretende aportar ideas sobre posibles herramientas", nos comenta la especialista.
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Ideas sencillas para cuidar tu salud mental en tu día a día
Y añade, claro está, que dichas herramientas nunca sustituyen un proceso terapéutico de la mano de un profesional, si te encuentras mal pide ayuda. Pero es cierto que nos pueden servir de ayuda estas ideas desde la curiosidad como posibles prácticas a incorporar a tu día a día, con los ajustes que tu consideres, ya que se trata de hacerlas tuyas.
- Intenta practicar el no juicio hacia ti mismo/a, tus experiencias y tus procesos. Cada ser humano tiene un camino que recorrer y unas enseñanzas o aprendizajes que recoger. No es justo con uno mismo/a que comparemos nuestros caminos con los de otros.
- Intenta practicar la actitud a favor de la vida. Esto no se trata de un positivismo sin límites, sino de aceptar que la vida a veces nos coloca en situaciones o momentos difíciles. Que la mayoría de las veces, no dependen de nosotros/as, pero si como decidamos afrontarlas, dejando ir la idea de que la vida nos debe algo.
- Intenta mover el cuerpo, no hace falta hacer grandes sesiones de deporte, pero sí movernos.
- Intenta buscar momentos en tu día a día que te permitan conectar contigo mismo/a de manera consciente para así después poder conectar con otros, desde un lugar más ligero.
- Intenta conectar con la naturaleza, no es ningún secreto que ésta nos relaja, ya que es parte de nosotros y nosotros de ella, pero se nos suele olvidar.
- Intenta identificar actividades que te permiten jugar, explorar y desconectar, actividades que te conecten con el disfrute.
- Intenta parar un momento, respirar desde la tripa, soltando exigencias y preocupaciones, conectando con el cuerpo, ¿qué sientes? Si sientes alguna emoción, intenta ponerle un color, una forma, un nombre, esto permite que sostengamos la emoción sin que esta nos desborde.
- Intenta respetar tus descansos y no te lleves al límite constantemente, no somos máquinas, estamos vivos. Si no nos responsabilizamos de la vida que hay en nosotros, el cuerpo se encargará de recordárnoslo a través de somatizaciones.
"Por último, te pido que pongas atención en la importancia que he querido poner en la palabra INTENTAR en todas estas herramientas. Es positivo para nuestra salud mental buscar cuidarnos, pero a veces es difícil por más que queramos y trasladar la exigencia a este ámbito, no es más que contraproducente. Creo que la herramienta más importante es no juzgarnos y acompañarnos en nuestros procesos y experiencias", concluye.