¿En qué posturas es buena idea usar los bloques de yoga?

Si practicas yoga, tienes a tu disposición una serie de accesorios que te son de mucha utilidad a la hora de facilitar su práctica y de mejorar, además, tu rendimiento. Entre ellos se encuentran el cinturón, la rueda o los bloques de yoga. Estos últimos pueden estar compuestos de diferentes materiales como corcho o espuma, y tal y como nos explica Sara García (@sarayoga.journey), Profesora de Vinyasa Yoga, ambos materiales igualmente buenos, por lo que la elección de uno u otro variará según el practicante. Si quieres incluirlos en tu práctica de yoga, vamos a ayudarte, explicándote cómo sacarles partido, así como recomendándote asanas en los que puedes utilizarlos.

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Muy útiles para principiantes

“Estos accesorios son especialmente útiles para personas que están empezando a practicar yoga, ya que ayudan a mejorar la flexibilidad, así como a practicar los equilibrios. Pero también son de gran utilidad para practicantes más avanzados que busquen profundizar en su práctica. A mí personalmente me gusta tener 2 bloques en vez de uno. En caso de solamente contar con uno, podemos utilizar un libro de altura y grosor similares para utilizar como si fuera un bloque más”, nos explica la experta.

Uso a distintas alturas

Detalla, además, otra ventaja de este accesorio: permite su uso en diferentes alturas, es decir que podemos utilizar el bloque en vertical o en horizontal dependiendo del tipo de postura que busquemos trabajar, así como de la flexibilidad que tenga el practicante.

“Los bloques de yoga se pueden utilizar en muchas posturas y variantes de las mismas. Veamos unos ejemplos prácticos que nos ayuden a entender su funcionalidad”, nos comenta.

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Postura del loto elevada

En esta postura estamos sentados en la postura del loto. Si esto no es posible, o tenemos alguna lesión al nivel de la cadera, rodilla o muñeca, podemos sentarnos en la postura de meditación con las piernas cruzadas.

Una vez sentados habiendo encontrado una postura cómoda, añadiremos dos bloques, uno a cada lado de nuestros muslos para apoyar las palmas de nuestras manos sobre estos. Con la fuerza del suelo pélvico, abdomen y brazos elevaremos nuestro cuerpo unos centímetros del suelo, como si todo nuestro cuerpo fuera un único bloque.

El uso de estos accesorios nos permite ganar la fuerza necesaria para finalmente realizar la postura sin ellos. También nos permiten conocer qué parte del cuerpo tenemos que activar para realizar la postura completa. Como nuestro cuerpo tiene memoria, nos será más fácil la próxima vez que lo intentemos sin hacer uso de ellos.  

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Triángulo

Si tenemos menos flexibilidad, utilizaremos la mayor altura del bloque (el bloque en vertical) para sostener la postura durante unas cuantas respiraciones. En cambio, si tenemos mayor flexibilidad, utilizaremos la altura horizontal para sostener la postura. Esto nos permite abrir el pecho con mayor facilidad, que es uno de los objetivos de la postura. El uso del bloque también nos permite mantener de una manera cómoda la postura durante unas cuantas respiraciones en caso de tener poca flexibilidad, lo que nos ayuda a también a trabajarla. 

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Paloma

Colocar un bloque debajo del glúteo de la pierna que tenemos delante nos ayudará a cuadrar nuestras caderas y a ganar la altura que necesitamos para realizar la postura de la paloma correctamente. Nos ayuda a ganar conciencia del cuerpo y flexibilidad en las caderas. En caso de no contar con un bloque para realizar esta postura podemos hacer uso de una manta.

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Postura de la caña de azúcar

El uso de un bloque en esta postura de yoga nos ayuda principalmente a mantener el equilibrio en la postura y abrir el pecho. También fomenta la apertura de la cadera (ya que podemos mantener la postura con mayor facilidad que si no tuviéramos un bloque) y nos ayuda a tomar conciencia de qué músculos debemos activar para mantener el equilibrio.

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Postura de la media luna

Para realizar esta postura correctamente utilizaremos la mayor altura del bloque (es decir, el bloque en vertical) para apoyar nuestra palma de la mano sobre este. Esto nos ayuda a mantener el equilibrio, a profundizar en la apertura de pecho, así como a mantener en el mismo plano la cadera, la espalda, la pierna y el brazo.

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Ángulo lateral extendido

Por lo general, cuando realizamos esta postura elevamos el canto externo del pie de atrás debido a que no llevamos suficiente peso hacia esta parte del cuerpo. Por ello, el uso de un bloque nos ayuda a repartir el peso de manera equitativa entre ambas piernas. También nos ayuda a abrir el pecho (hay una tendencia a colapsar los hombros en esta postura) y a mejorar la flexibilidad de la cadera.  

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