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Tal vez este mes de enero se te está haciendo muy, muy largo. Es posible que, incluso, te halles falta de energía en estas primeras semanas de 2023. Comenzaste a tope, con mil propósitos, pero, de repente, te has desinflado. Tal vez no lo has pensado, pero la alimentación tiene mucho que ver en ello. “Nos notamos más faltos de energía porque a finales de año solemos alimentarnos peor por todos los eventos que tenemos con familia y amigos. Por tanto, esos excesos de comida, unido a que nuestras despensas están llenas de productos procesados, azucarados, con grasas hidrogenadas, hace que nuestro cuerpo se inflame y que nos notemos más cansados”, nos cuentaSandra Moñino, experta en alimentación saludable y responsable de Nutriciónate.
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“Nuestro cuerpo no puede dar todo de sí mismo por toda esa inflamación que tiene, sobre todo, en la zona del intestino. De ahí que nos notemos con labarriga más inflamada, más gases y molestias digestivas como estreñimiento o episodios de diarrea”, añade.
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El problema de las dietas restrictivas
Llegados a ese punto, hay personas que eligen tomar el camino de las dietas restrictivas para perder todo ese peso y solo nos fijamos en eso, en el número de la báscula y en obtener los mejores resultados posibles. “Con esas dietas, batidos o pastillas quema grasa pasamos mucha hambre, algo que no es beneficioso para nuestro cuerpo porque se inflama más y no le damos la energía que necesita para rendir durante el día. Al no recibir esas calorías necesarias el cuerpo va omitiendo procesos naturales que requieren energía como puede ser dormir, y evita quemar en esos momentos para poder beneficiar a nuestro cuerpo de la pocas energía que le estamos dando”, nos explica.
Y, tal y como nos cuenta, es entonces cuando hace una adaptación metabólica que no es beneficiosa y que sigue generando inflamación. “Y cuando se deja la dieta, que nos ha podido provocar estrés o ansiedad, se producirá el famoso efecto rebote porque tu cuerpo está en ese momento omitiendo procesos con los que quemaba energía y claro, toda esa energía que no vas a quemar, se acumula en forma de grasa”, comenta.
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Los largos días de invierno
A todo ello hay que sumar que en invierno hay menos horas de luz, normalmente nos exponemos muy poco a la luz solar, y los trabajos que tenemos son en sitios cerrados. “Se ha visto que eso afecta a nuestro estado psicológico: no tenemos ganas de nada, estamos más tristes, tenemos más episodios de ansiedad y depresión. Entonces entra en juego la alimentación con la que pretendemos tapar esa falta de motivación con alimentos muy hipercalóricos y llenos de grasas hidrogenadas y azúcares”, afirma la experta en Nutrición.
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La alimentación para combatir esa falta de energía
Es entonces el momento de actuar y no debemos perder de vista que la alimentación puede ayudarnos, tal y como nos cuenta Sandra Moñino, a combatir la falta de energía llevando una dieta equilibrada, antiinflamatoria, rica en frutas, verduras, frutos secos y proteínas de gran valor biológico, como los huevos, carnes o pescados. De esta manera, consumimos lo que necesitamos. Además es aconsejable hacer deporte y todo esto nos ayudará a sentirnos con más vitalidad y energía. Y siempre que podamos, exponernos a la luz solar al menos 15 minutos al día.
“Mi consejo es evitar esas dietas restrictivas donde se pasa hambre. Evitar productos azucarados, y no irte a por edulcorados, que no son buena opción, ya que tienen componentes proinflamatorios. En resumen, sería llevar una alimentación antiinflamatoria que nos ayudará a sentirnos con mucha más energía, vitalidad, y favorecerá estar mucho más saludables para afrontar mejor el comienzo del año. Además, si te alimentas bien,segregas más serotonina, dopamina y melatonina que son indispensables tanto para estar felices como para tener un buen descanso por las noches”, sugiere.
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