¿Cuándo tienes la regla, en ocasiones, sufres dolor de cabeza? No estás sola. No son pocas las mujeres que, durante la menstruación, padecen cefaleas. Nos hemos planteado el porqué de esta relación. Y, una vez más, las hormonas están en el punto de mira. Así nos lo confirma la ginecóloga y obstetraMiriam Al Adib. “Si ocurre siempre en un determinado momento del ciclo hormonal, y no hay otra causa que lo explique seguramente sea por causa hormonal”, nos explica sobre este problema que añade que padecen, además, muchas mujeres.
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La progesterona tiene en el sistema inmune un efecto antiinflamatorio, y en el cerebro un efecto sedante activando el sistema gaba, es decir, ‘apaga’ el cerebro y baja la vigilancia inmunológica disminuyendo los factores proinflamatorios. La simple bajada de progesterona al final del ciclo podría influir en personas con ciertos factores predisponentes para tener migrañas con la regla. Un déficit de progesterona en la segunda fase del ciclo hormonal (desde la ovulación a la regla) también podría influir para tener migrañas incuso antes de la regla, dicho déficit puede ser por muchas causas, entre ellas por alimentación poco saludable, falta de micronutrientes, estrés, etc”, nos detalla.
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Así se manifiesta
Le preguntamos a la doctora cuáles son los síntomas más habituales de esta llamada migraña menstrual. “Puede ocurrir antes de la regla (coincidiendo el déficit de progesterona) o con la regla (con la caída brusca de progesterona normal al final del ciclo). Puede acompañarse o no de otros síntomas típicos del desbalance estrógenos-progesterona a favor de los primeros (hiperestrogenismo) como tensión mamaria, reglas abundantes, hinchazón abdominal, dolor menstrual, etc”, nos explica.
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Buscar el tratamiento más adecuado
No es un problema menor, pues en los casos en los que no se aborda y se trata de forma adecuada, puede llegar a condicionar el día a día de la mujer mientras tiene la menstruación, afectando muy negativamente a su calidad de vida. Por eso, hay que buscar soluciones que nos ayuden a afrontar este problema de salud. Y la doctora apunta que, como con todos los problemas de salud, se debe analizar cada caso para buscar la estrategia terapéutica más adecuada. “En primer lugar, hay que revisar los hábitos de vida, pues todos los malos hábitos predisponen a déficits de progesterona. En todos mis libros siempre le llamo a esta hormona (la progesterona) la hormona ‘tonta’, ya que a la mínima se queda atrás, pues solamente la fabrica el cuerpo lúteo del ovario (que es el resultado de la ovulación). En cuanto hay cualquier desajuste en el eje hipotálamo-hipófisis-ovárico (el eje hormonal que controla el ciclo) siempre ganan los estrógenos (más fáciles de producir, pues no solo se forman en el ovario fácilmente sino en otros tejidos también). El balance hormonal a favor de estrógenos favorece la inflamación, el síndrome premenstrual, las reglas abundantes, dolorosas, la irritabilidad…”, nos comenta.
Y añade que todos los malos hábitos que alteren al eje hormonal van a favorecer estos desequilibrios. “Por eso, en primer lugar hay que revisar hábitos, si hay déficits de micronutrientes, excesivo estrés, etc. Hay casos que a pesar de tener buenos hábitos no es suficiente y habría que poner tratamiento médico (siempre individualizando según cada caso)”, nos explica.
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Cómo prevenir este problema
Por tanto, para tratar de prevenir este problema, tenemos que ponernos manos a la obra para intentar mejorar determinados hábitos. “Si no es suficiente podríamos introducir suplementos que estén deficitarios, incluso podríamos utilizar progesterona natural micronizada en segunda fase del ciclo”, concluye la doctora.