Mucho te hemos hablado de lapersonalidad empática. De hecho, ha sido muy comentado y se ha hecho viral un vídeo de la actriz Kate Winslet mostrando, precisamente, toda su empatía con una joven reportera que la hacía una entrevista por primera vez. El más claro ejemplo de ponerse en el lugar del otro, algo que le ha valido los aplausos de todo el mundo. Pero, ¿qué hay en el otro extremo? Hay que tenerlo muy presente, pues cada vez nos quejamos más de la supuesta falta de empatía de muchas personas que nos rodean.
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¿Podríamos decir que hay personas que carecen de este rasgo de la personalidad? “En realidad, la empatía es una cualidad intrínseca del ser humano, por lo tanto, todas las personas (hablando de población sana, y no clínica), tiene empatía en mayor o menor medida. Cuando hablamos de personas poco empáticas, en realidad nos estamos refiriendo a personas que tienen menos cultivada esta capacidad; todos tenemos la capacidad de jugar al tenis, pero hay gente de forma innata tiene más habilidad, pues lo mismo ocurre con la empatía, algunos tienen de forma natural más desarrollada esta capacidad, pero es una cuestión de cultivarla y existe un montón de formas que ayudan al desarrollo de la empatía”, nos explica Laura Portaencasa, especialista de Mundopsicologos.com.
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La importancia de las vivencias de la infancia
La experta detalla, eso sí, que hay factores que influyen en que tengamos esa menor capacidad de empatizar con las personas. Y hace referencia a las experiencias que hemos vivido en la infancia y al tipo de educación que nos han dado. “Hay personas que se han criado en un ambiente muy represivo donde estaba mal visto expresar las emociones o incluso era un símbolo de debilidad. En estos casos, esas personas, no han tenido muchas oportunidades de desarrollar la empatía”, nos cuenta.
En el caso de los hombres, además, la experta apunta a que, además, han recibido una educación (afortunadamente cada vez menos) donde directa o indirectamente les han inculcado que no está bien visto que expresen sus emociones. Algo que está, afortunadamente, cambiando. Pero es cierto que se ha relacionado durante mucho tiempo con una señal debilidad. Ese es el motivo por el que, “tienen muchas más dificultades en este campo, no solamente para reconocer sus propias emociones sino para entender la de los demás”. La experta detalla que esta es una de las consecuencias de la educación machista. “Muchas veces nos creemos que solo nos ha perjudicado a las mujeres, pero a los hombres también se les ha encasillado en un determinado rol con unos comportamientos muy específicos sobre lo que suponía ser un hombre. Afortunadamente, poco a poco, vamos avanzando en este tema y la educación que reciben ahora nuestros hijos no tiene nada que ver con la de hace 20 años y mucho menos con la de hace 40 o 50 años”, matiza en relación a este aspecto.
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Rasgos de las personas no empáticas
Los expertos de Avance Psicólogos hacen, por su parte, en su blog, un repaso de los rasgos que más definen a las personas poco empáticas, entre los que destacan los siguientes:
- Personas egoístas.
- Centradas en sí mismas.
- No entienden a otras personas.
- Frías emocionalmente.
- Tienen dificultad para relacionarse.
- Generan desconfianza.
- Son narcisistas y rígidas mentalmente.
- Se rigen por muchos prejuicios.
- Tienen conductas instrumentales y más agresivas.
- Falta de remordimientos.
- No aceptan la responsabilidad de sus actos.
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Cultivar la empatía
Pese a todo, hay que tener muy presente que los expertos consideran que la empatía es una cualidad que se cultiva y se desarrolla en el día a día. Tanto es así que existen muchísimas herramientas que nos pueden ayudar con esta tarea. La experta de Mundopsicologos resume, por ejemplo algunas: “Escribir un diario emocional, jugar a imaginarnos contextos y describir cómo se podría sentir alguien ante determinada situación…”, concluye.