Últimamente no hay amiga que no tenga los mismos problemas. Cada vez que veo alguna chica de mi edad casi todas tienen una barriguita que las caracteriza, ¿y aquellas que no, son bendecidas por la gracia de Dios? He eliminado de mi armario todo lo que me marca cintura, creo que debo optar por túnicas que lo esconden todo, ¿o hay solución? ¡Al paso que voy compraré más pañuelos para tapar todos los espejos de mi casa! ¡Socorro! Pero un minuto después de autocrítica me centro en la esperanza, ¡Omhhhh! ¡Agua bendita por favor!
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-'¡Quiero despertarme y volver a estar como antes!' ¿Por qué engordamos durante la menopausia?
¿Qué fue primero la inflamación o los problemas digestivos?
En la menopausia (periodo de transición después de 12 meses sin menstruación) nuestras hormonas cambian, los estrógenos y la progesterona comienzan a segregar en menos cantidad y también la grelina y la leptina, dos hormonas que están relacionadas con la saciedad y el hambre; incluso, el páncreas, el esófago, el estómago, el intestino, la cantidad de bilis y el hígado disminuyen su función, cuya característica principal de todo este conjunto es la atrofia de la mucosa gástrica, de la microbiota y de todo el aparato digestivo ya que dependen de estas hormonas.
Las células que recubren todo el conjunto de órganos del tracto gastrointestinal tienen receptores, tanto de estrógenos como de progesterona. Al disminuir éstas tienen un gran impacto en su función, lo que afecta a la rapidez con la que los alimentos se digieren y la cantidad de fluidos digestivos que tenemos.
Cualquier tipo de desequilibrio hormonal tendrá un efecto en la salud intestinal provocando problemas como hinchazón abdominal, retención de líquidos, sobrecrecimiento de bacterias intestinales (disbiosis) y, en algunos casos, diarrea o estreñimiento. Mantener una buena salud intestinal con una dieta saludable es esencial.
La función de la microbiota intestinal no es solo digestiva, sino también modular. Y entrenar el sistema inmune, neumológico, modula nuestros genes, la producción de nuestras hormonas, el metabolismo y la conversión. Al estar en desequilibrio, impulsan la inflamación de bajo grado alterando toda nuestra salud, el estado de ánimo y trasladando la inflamación al cerebro. Esto produce patologías como ansiedad, depresión, irritabilidad o enfermedades neurodegenerativas. Todos estos problemas cognitivos a su vez producen estrés que provoca una inadecuada alimentación, mala digestión, envejecimiento y más inflamación.
-Cambios emocionales durante la menopausia: 'Pero ¿qué me está pasando?'
Inclusive, si tu tiroides está desequilibrado, el cortisol está desrregulado por el estrés o la insulina sube y baja por una alimentación llena de azúcares y refinados, la salud de tu intestino se resentirá. Esto funciona en ambos sentidos, el intestino es fundamental para la salud hormonal y viceversa. La mala salud intestinal puede llevar a una lista interminable de problemas en la salud, desde enfermedades autoinmunes, diabetes, asma, eccemas, etc.
¿Entonces me pongo a tomar batidos verdes?
No es tanto lo que comes, sino lo que absorbes. Solo cuando tu intestino está equilibrado puedes absorber bien lo que necesitas. Esto solo se logra con reparar cómo estás, mejorar el estilo de vida, comer lo adecuado, gestionando mejor el estrés (el intestino y el cerebro se comunican constantemente), y hacer ejercicio.
Y si fuera poco, la postura afecta a la digestión y la inflamación. Una postura encorvada comprimirá todos los órganos internos, como el estómago y los intestinos. En última instancia, esto limitará la motilidad en esas áreas, ralentizando todo el proceso digestivo y con los años y la falta de ejercicio vamos teniendo una postura menos erguida.
Pero aún hay un plus
En las mujeres existe un conjunto de estas bacterias (microbiota) llamado Estroboloma que son dependientes de la cantidad de estrógenos. El cambio hormonal durante esta etapa provoca la reducción del número de estas bacterias como lactobacilos y bífidus, modificando el pH de las mucosas. El resultado es una mayor sensibilidad a infecciones, mayor predisposición a la inflamación y a un mayor envejecimiento. Al disminuir por falta de estos, el grosor de la mucosa segrega menos moco protector y glucógeno, que es indispensable para el bienestar de la microbiota.
-Remedios caseros para combatir la inflamación abdominal
De hecho, se demostró que la administración de fitoestrógenos (nutrientes similares a los estrógenos presente en algunos alimentos) a mujeres posmenopáusicas aumenta la concentración de bífidus y suprime las bacterias proteolíticas inflamatorias. De estas bacterias beneficiosas dependerá nuestro buen funcionamiento del hígado, páncreas, metabólico, la activación hormonal, entre muchos otros sistemas de nuestro organismo.
Por si aún no te queda claro por qué te inflamas
La inflamación puntual es necesaria para reparar lesiones o infecciones. Pero la inflamación crónica puede provocar problemas digestivos, enfermedades y envejecimiento. El estrés, la poca actividad física, y el estilo de vida pueden incrementarlo.
La búsqueda de saciedad emocional se acompaña de ingesta de alimentos poco saludables y muy estudiados por la industria. Este tipo de alimentos tiene efecto placentero y momentáneo, son extremadamente palatales pero no beneficiosos para nuestra salud produciendo inflamación. A partir de ahí estos alimentos inadecuados, junto a estas emociones estresantes, incrementan aún más el problema.
La dieta es una parte del control de la inflamación y es con frecuencia donde muchas mujeres eligen empezar. Comemos al menos tres veces al día, por lo que cambiar tu alimentación puede tener el impacto más significativo e inmediato.
Pero aún hay algo más que puede hacer: activar los motores celulares llamados mitocondrias, que ayudan a ralentizar el envejecimiento. Envejecer, para bien y para mal, es una parte central de la experiencia humana. Pero la edad cronológica es solo una pieza del rompecabezas. Esto se puede lograr naturalmente a través de cambios en la alimentación y el estilo de vida que pueden ayudar a retrasar el envejecimiento y disminuir los síntomas de la menopausia, para que pueda vivir una vida mucho más placentera.
Es importante entender que la alimentación 'ideal' en la menopausia depende en gran medida de cada mujer. Un profesional capacitado puede tener en cuenta el progreso del estado de salud, las preferencias, las sensibilidades y el estilo de vida.
¿Entonces tenemos que resignarnos? No, hay muchas más opciones
- Te animo a que hagas al menos 5 respiraciones profundas al menos 5 veces al día. Esto no solo ayudará a tu hígado y tu digestión, sino que también relajará tu sistema nervioso y tu nervio vago. El nervio vago es un nervio importante que afecta a la mayoría de los órganos digestivos. Cuando respiras profundamente, lo regulas y mejoras el tipo de señales que envía a tu sistema digestivo.
- Empieza por mejorar tu alimentación, que sea rica en nutrientes esenciales y fibra prebiótica. La microbiota equilibrada prospera con un equilibrio emocional, un hábitat libre de tóxicos y una dieta saludable.
- Mastica, mastica y mastica.
- Si tienes problemas con el equilibrios de ácido estomacal, prueba tomar unas gotas de vinagre o limón antes de comer junto a una buena hidratación diaria.
- Mejora tu estilo de vida (eso conlleva la gestión del estrés y practicar ejercicio físico) y dale las mejores herramientas a tu sistema digestivo para que pueda cumplir su función: una buena alimentación. También existen suplementos que nos ayudan a mejorar el ratio de estrógenos-progesterona llamados fitoestrógenos.
- Reduce la exposición a los químicos disruptores endocrinos que se encuentran a menudo en los cosméticos, químicos y productos de limpieza sintéticos. Es estupendo para eliminar el malestar digestivo y añadir apoyo antiinflamatorio y antioxidante a mis células.
- El elixir de jengibre está hecho de zumo de jengibre y otros ingredientes frescos, para poner en marcha el sistema digestivo.
- Aceites esenciales como menta, hinojo, cardamomo, jengibre y clavo son excelentes digestivos. Dilúyelos en un aceite portador y aplícalos en tus muñecas.
- Complementar con NAC (N-acetilcisteina), vitamina D o zinc podría proporcionar un valioso apoyo nutricional. Disponer de la ayuda adicional para el hígado, también apoya la sensibilidad a la insulina y mejora el sistema digestivo e inmune. Otras opciones son Aloe vera, slippery elm (olmo americano), diente de león, aceite de ricino, enzimas digestivas, Kudzú y ciruelas umeboshi.
- Tés digestivos: mis favoritos son jengibre, té matcha, hierbaluisa, raíz de malvavisco, menta, diente de león, hinojo, tulsi (albahaca sagrada) y té Pu’er. Si esto lo combinas con enzimas con aloe vera, funciona fenomenal.
- Preocúpate de la diversidad bacteriana que habita en tu aparato digestivo (principalmente los inquilinos del intestino): aporta alimentos ricos en fibra, fermentados o probióticos específicos para tus síntomas.
Recuerda que nada es mágico, es la combinación de todas estas pautas de manera individualizada. Consulta con un especialista para individualizar tu mejor opción si fuera necesario.
REFERENCIAS
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