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Hay personas a las que podemos relacionar con personajes de los cuentos infantiles. Sufren lo que en psicología se denomina un síndrome de Peter Pan, de Wendy, de Cenicienta, etc. Se les identifica con estos arquetipos porque sus comportamientos son muchas veces infantiles, extremadamente dependientes, soñadores o se creen los 'patitos feos'. No siempre es fácil la convivencia. Pero tampoco es imposible. El psicólogo Juvenal Ornelas, de Mundopsicólogos.com nos explica cómo lidiar con estas personas.
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Síndrome de Peter Pan
Suelen ser personas egoístas, egocéntricas y muy inmaduras. Suelen caracterizarse por no ser demasiado responsables de sus actos. Incluso ellos mismos prefieren no madurar nunca y ser eternamente niños, como el célebre personaje creado por el escritor escocés James Matthew Barrie. Y así se comportan, como niños.
Cómo relacionarse con ellos: hay que dejarle su espacio, que disfrute y de rienda suelta a su momento, es una manera de que no le afecte al resto del grupo. Intentar que se comporte adecuadamente o llamarle la atención por su comportamiento hará que todavía las vacaciones empeoren.
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Síndrome de Wendy
Cuando hablamos de este arquetipo nos estamos refiriendo a mujeres. Las características de este tipo de personalidad se parece mucho a la del personaje famoso del cuento de Peter Pan, una niña que siempre trataba de agradar a todo el mundo y que ponía a los demás siempre por encima. Cuando lo trasladamos a las personas, hablamos de mujeres cuyo comportamiento tienen una base clara de miedo al rechazo, abandono, a no sentirse valorada. Por eso, darlo todo es su única seguridad.
Cómo relacionarse con ellas: tampoco es fácil, porque las personas que sufren el síndrome de Wendy pueden sentirse heridas con facilidad. Por ello, hay que tratarlas con cariño. Por ejemplo, hay que dejarles que se sientan importantes, no dejarlas solas y no infravalorarles. También hay que tratar de ayudarles a que refuercen su autoestima. En ocasiones, es bueno que pidan ayuda profesional.
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Síndrome de Cenicienta
En este caso, también hablamos de mujeres que desean ser cuidadas por los demás. Eso acarrea un gran problema: sufren de una gran dependencia exagerada hacia las personas que les rodean, por lo que la convivencia tampoco suele ser fácil. Adoptan una postura de sumisión deseada. Y quieren y necesitan sentirse mantenidas en todos los aspectos: económico, emocional y familiar. Este tipo de síndrome aparece cuando no han sentido amor en su infancia.
Cómo convivir con ellas: para no tener problemas, es importante dejarles que se sientan protegidas y cómodas. Sin embargo, la dependencia no es saludable, ni para ellas, ni para el resto de familiares que conviven. Una postura de sumisión, aunque sea deseada, también puede acabar trayendo problemas de frustración. Es conveniente que la persona acuda a un profesional de la salud mental para que se vaya empoderando poco a poco.
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Síndrome de Blancanieves
Tiene mucho paralelismo con la cenicienta. Pero en este caso es una necesidad interiorizada de que solo vale servir a su hombre. Debe ser fiel y proteger a los suyos sin que les pase nada, ella debe velar por la familia más tradicional de la historia. Es el arquetipo que más nos enfrenta a la igualdad entre hombres y mujeres. El miedo que se esconde es la soledad.
Cómo convivir con ellas: puede parecer que la mejor forma de relacionarse con las personas que sufren el síndrome de Blancanieves es dejarles hacer lo que ellas quieren, es decir, velar por la familia tradicional y por ser fiel y proteger a los suyos. Sin embargo, es importante que no se produzcan casos de desigualdad, ni de abusos y se debería trabajar el miedo a la soledad.
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Síndrome de patito feo
Este es el arquetipo más estudiado a lo largo de la historia. Es el diferente dentro de su grupo. El hijo que siente que no le comprende los de su manada, el que no encaja en el entorno donde le ha tocado desarrollarse. Se siente extraño y lo experimenta en todos los sentidos, carácter introvertido a más no poder, y donde poder ser invisible es su mayor deseo.
Cómo convivir con ellos: aunque muchas veces el deseo de estas personas es estar solas, es importante ayudarles a relacionarse, a empoderarse y a subir su autoestima Tener gente a su alrededor que no pertenezca necesariamente a su entorno familiar, les ayuda a crear su propia personalidad.
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