Si hubiera que definir la trama de The White Lotus habría palabras que resultaría imposible evitar mencionar y en las que todos coincidiríamos: dinero, sexo, poder, lujo y crimen serían tan solo algunas. Aunque puede que haya pasado desapercibido ante tu mirada (y la de casi todos los que seguimos sus capítulos), también habría que añadir otro término: mimetic desire o deseo mimético.
-Complejo de inferioridad: qué es y cómo se manifiesta
Hay una de las escenas de la serie que lo evidencia. Lucía y Mía le preguntan a Ethan y a Cameron si alguna vez habían tenido relaciones íntimas con la misma chica en la universidad. Ante esta inesperada y repentina pregunta, Ethan acusa a su marido de haber mantenido esos encuentros con las mujeres que le gustaban antes que él y le dice: “Eres un caso grave de algo que se llama deseo mimético. Si alguien con un estatus más alto que tú quiere algo, significa que aumentan las probabilidades de que tú también lo quieras”.
El deseo mimético, una cuestión de inseguridad y aceptación
Puede que te sientas identificado o puede que no. De todos modos, tu background puede que reconozca este término mejor. Recuerda aquella época de instituto en la que querías vestir o ser cómo la persona más popular de tu clase. Piensa ahora, también, en todas las cosas que has comprado y las que tienes apuntadas en tu wishlist por haberlas visto previamente a una actriz o a un influencer. O en un plano más profundo también: analiza todas las situaciones en las que has imitado a otra persona o te has mimetizado con su personalidad para conseguir la validación externa y sentir que perteneces a un grupo. Sí, puede que ahora el deseo mimético te resulte más familiar.
Este concepto, acuñado en el siglo XX por el filósofo francés René Girard, se trata de desear lo que hacen o tienen otras personas. Para ello, recurrimos a una imitación subconsciente de sus conductas o patrones, es decir, a la mímesis. Su origen guarda una razón social, ya que si bien los humanos tenemos necesidades básicas -como comer, dormir o relacionarnos-, desarrollamos, también, otra faceta en la que el instinto no juega un papel principal. Esta sería el deseo.Y en este caso, el deseo mimético consiste en desear el deseo de otra persona, no el objeto o la acción en sí.
Según Girard, deseamos lo que otros desean y constantemente buscamos nuevos modelos de deseo en personas que admiramos o que respetamos. Que acertemos en hacerlo o no ya es otra historia, pero, según sus teorías, la razón por la que lo hacemos no es más que la de sentirnos validados por su criterio. O lo que es lo mismo: comportándonos de la misma manera que esa persona que alabamos pensamos que nuestras acciones estarán bien. Aunque ha sido ahora The White Lotus la serie encargada de poner el término sobre la mesa de nuevo, lo cierto es que vivimos con él a diario. Más aún desde que existe Internet. Si antes escogíamos libros o películas leyéndolos en recomendaciones de expertos o queríamos ir a una determinada escuela porque allí había estudiado alguien famoso, ahora también nos gusta fotografiarnos en los mismos restaurantes donde comen las personas que seguimos en Instagram, bailamos la coreografía que ellas publican en sus perfiles de TikTok y buscamos (y rebuscamos) la ropa que llevan hasta en tiendas de segunda mano para comprarla, aunque nunca antes la hubiéramos querido, aunque nunca antes nos hubiera gustado.
-Qué dice de ti que busques aprobación de los demás
De hecho, hay una situación muy común que te puede ayudar a identificar el deseo mimético. Si vas a un restaurante con un amigo o una persona que estás conociendo y te adaptas a pedir el plato que la otra persona quiere, en lugar del que a ti te gustaría, puede que en ese momento estés buscando su aceptación o pienses que su decisión será mejor que la tuya. Lo hagas más o en menor medida, casi todos en algún momento lo hemos manifestado. En un contexto en el que nos encontramos rodeados de publicidad y en el que, también, aún tenemos cuestiones de salud mental que vislumbrar y tratar (como la autoestima y el amor propio), sentir el deseo mimético es habitual. Las jerarquías sociales existen y parece ser que, cada vez más, somos nosotros mismos los que nos empeñamos en continuar manteniéndolas vivas.
REFERENCIAS
-Agustín Moreno Fernández. La teoría mimética de René Girard: una visión crítica. Gazeta de Antropología, 30(1): artículo 08 (2014). [https://hdl.handle.net/10481/30776]
-Gutiérrez Lozano, Carlos, René Girard, en Fernández Labastida, Francisco – Mercado, Juan Andrés (editores). Philosophica: Enciclopedia filosófica on line.