Hay plantas medicinales que nos pueden ayudar a solventar problemas de nuestro día a día. Una de ellas es la verbena, una planta herbácea perenne que se puede encontrar en Europa y Asia, con flores de color violeta claro y pequeñas hojas, que se ha usado desde hace años para múltiples remedios. “De hecho durante años se la consideraba una planta mágica, la conocían en la antigua Roma como las lágrimas de la diosa Juno (la mujer de Júpiter, diosa del matrimonio)”, nos cuenta la farmacéutica Meritxell Martí, que detalla que popularmente era muy conocida como relajante y ansiolítica, y por considerarla una hierba sagrada la utilizaban para purificar sus altares. “Pero también se ha usado en diferentes culturas como la escandinava, los persas, los egipcios o los aztecas por sus propiedades diuréticas”, añade la experta, que detalla que sus componentes le aportan también propiedades como antiespasmódico o antipirético. “Hipócrates la recomendaba para disminuir la fiebre”, nos dice la responsable de Farmacia Meritxell en Andorra.
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Sus principales propiedades
La experta nos cuenta que, basándonos en distintos estudios, sus propiedades se pueden resumir en las siguientes:
- Antiinflamatoria, tanto aplicada tópicamente como interna, incluyendo la acción protectora gástrica.
- Relajante y ansiolítica, no solo como calmante sino que puede ayudar a mejorar tanto la calidad del sueño como la velocidad en dormirse gracias a su acción sedante. “De hecho, en estos estudios se indica que la dosis para actuar como ansiolítico es de 100mg/kg de peso y si se aumentan las dosis hasta 300mg/ kg de peso tiene un efecto sedante y relajante. Este efecto calmante y relajante lo podemos extrapolar a un efecto beneficioso frente al insomnio, tanto para iniciar el sueño como para mantenerlo”, nos explica.
- Como cardioprotector, gracias a los glicosidos verbenalina (cornin), los estudios indican que tienen cierta capacidad para evitar la obstrucción de los vasos sanguíneos, lo que le dará protección frente a una isquemia de miocardio.
- Frente a diferentes infecciones, la verbena tiene propiedades antimicrobianas. De hecho, se examinó su utilidad frente a diferentes bacterias versus algunos antibióticos. Y se encontró efectividad frente a Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa, bacterias como Citrobacter Freundii (las hojas) y Bacillus subtilis (la raíz).
- En relación a la salud gingival, los celtas usaban la verbena mascándola para mejorar sus problemas con las encías o enjuagándose con infusiones de verbena. Sabiendo que tiene efectos antiinflamatorios y antimicrobianos, parece lógico que sea efectivo como enjuague bucal para problemas como la gingivitis.
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Ten en cuenta estas precauciones
- No se debe usar en mujeres embarazadas.
- Se debe ser precavido con las dosis, ya que podría provocar indigestiones y gases, además de dermatitis cutáneas o alergias en contacto con la tintura o el aceite esencial.
- Algunas personas podrían presentar alergia a la verbena.
- No deberían de tomarla los niños ni las personas que tienen problemas renales
Cómo usarla
Meritxell Martí nos cuenta que la podemos encontrar en la farmacia seca, en bolsas, también en tintura, en cápsulas o en aceite esencial (más difícil de encontrar). Si la compramos como producto ya estandarizado, lo más apropiado es seguir las instrucciones del fabricante. Se pueden preparar infusiones de verbena (es lo más habitual), añadiendo dos cucharaditas de verbena seca en agua hirviendo, dejándola reposar y beber como un té. Tiene sabor amargo, por lo que podemos añadir cierta cantidad de edulcorante como miel.
Sobre las dosis, la farmacéutica nos cuenta que al ser una planta no existen normativas especificas dosis-efecto o dosis indicadas, solo recomendadas, pero en general encontramos cápsulas que llevan desde 150 mg a 1 gramo. “Los estudios como explicaba antes se han hecho con dosis aproximadas desde 100mg/kg hasta 300mg/kg para problemas de insomnio o incluso 500mg/ kg en problemas de convulsiones”, detalla.
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Dos recetas caseras
- Infusión de jengibre y hierbas. Es buena para mejorar problemas digestivos. Añadir unas hojas de verbena, flores de manzanilla y unos trocitos de raíz de jengibre fresca, infusionamos, sacando antes el jengibre dependiendo como lo deseemos de fuerte. Se puede añadir una rodaja de limón para mejorar el sabor.
- Infusión con unas hojas de melisa y verbena. Esta segunda receta nos ayudará a mejorar el sueño y la relajación. Hay que dejar infusionar y edulcorar con una cucharadita de miel. Tomarlo después de la cena es una buena opción para mejorar la relajación.