Hace unas semanas nos encontramos con la noticia de que Victoria Beckham había decidido eliminar de su piel algunos tatuajes de su cuerpo, incluidas las iniciales DB, por su marido, David Beckham, que llevaba en la parte interna de su muñeca. Fueron muchas las especulaciones sobre los motivos que llevaron a la diseñadora a tomar esta decisión, pero ella misma se encargaba de explicar las razones. “Simplemente no se veía bonito. No significa más que eso” ha dicho en el espacio Today with Hoda & Jenna. “Se empezó a especular si había roto con mi marido, pero no, solo estaba harta del tatuaje. Tan simple como eso” añadió. Lo que ocurre es que algunos de los que ella lleva desde hace “mucho, mucho tiempo” empezaron a sangrar y a ponerse de un color azulado así que había que “hacer una limpieza”.
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¿Son los tatuajes inocuos?
Partiendo de esta noticia, nos planteamos la duda razonable de si son los tatuajes realmente inocuos y de en qué casos puede ser aconsejable eliminarlos. “Hoy en día, como es una práctica muy frecuente, tenemos la idea de que hacerse un tatuaje es muy seguro. Desde el punto de vista de condiciones higiénicas es seguro, ha mejorado mucho. Pero hay que pensar que quizás las tintas que utilizan pueden tener algún componente al que nuestro cuerpo puede ser alérgico, aunque sea natural, o bien puede ser un producto de un metal pesado”, nos dice la doctora Adriana Ribé, especialista en Dermatopatología en Barcelona y miembro de Top Doctors.
“El organismo solo puede procesar pequeñas cantidades de metales pesados, por lo que el exceso se acumula en los riñones, el hígado, los huesos, el tejido adiposo, los ganglios linfáticos o el sistema nervioso central. La exposición a metales pesados puede causar trastornos gastrointestinales, respiratorios, cardiovasculares, reproductivos, renales, hematopoyéticos y neurológicos. Por esta razón, son una amenaza para la salud, principalmente por su habilidad para causar daño en la membrana celular y ADN y perturbar la función de las proteínas y su actividad enzimática”, nos comenta la doctora, que explica, además, que las complicaciones asociadas a las técnicas de tatuar o de llevar un tatuaje pueden ser la fotosensibilidad, las alergias a los pigmentos, infecciones relacionadas con la inyección o la tinta, reacciones inflamatorias, aparición de tumores benignos o malignos y la dermatosis desencadenada por el fenómeno de Koebner.
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El color del tatuaje
Otra de las cuestiones importantes es valorar si influye el color de la tinta en que un tatuaje pueda causarnos problemas. “Los colorantes o pigmentos son el principal componente de las tintas y también contienen otros materiales como formulantes, dispersantes, preservantes y fragancias. Todos estos componentes son supuestamente inertes y con poca migración. Los colores rojos tienen algún componente al que las personas pueden ser alérgicas con mucha frecuencia y nos puede provocar desde reacciones alérgicas en el mismo lugar hasta reacciones por todo el cuerpo que pueden ir hasta un shock anafiláctico con el que nos podemos ahogar y tener un paro cardíaco”, nos cuenta la especialista.
“Sin embargo, aunque los pigmentos orgánicos han reemplazado a los pigmentos inorgánicos, las tintas comerciales aún contienen metales pesados ya sea como aditivos, cromóforos o contaminantes: titanio, bario y aluminio son colorantes frecuentes, mientras que el antimonio, arsénico, cadmio plomo, cromo y níquel, se han identificado como contaminantes”, explica. Las reacciones alérgicas, son, por lo tanto, uno de los principales problemas con los que podemos encontrarnos, y la especialista detalla que ocurren normalmente con los colores rojos y naranjas, porque tienen componentes como el mercurio y como el níquel.
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Conocer los riesgos antes de hacerse el tatuaje
Por todo ello, es importante conocer los posibles riesgos antes de hacerse un tatuaje. Y la doctora va más allá: “Creo que es muy importante, y es responsabilidad de las personas que hacen los tatuajes, explicar a los usuarios todas las cosas que les pueden ocurrir. Que les expliquen el tipo de tinta que les están poniendo, su composición, cómo deben curarse los tatuajes y las cosas que les pueden ocurrir, como por ejemplo, alergias o infecciones, y saber dónde tienen que acudir”.
¿Conviene hacer una pequeña prueba antes?
Una de las opciones que podemos plantearnos es la de hacernos una pequeña prueba antes para valorar si podemos tener alergia. La doctora es cauta al respecto, pues considera que no siempre nos daría la solución, ya que la alergia puede ocurrir al cabo del tiempo. “No siempre es inmediata, puede ser que ocurra cuando estamos en contacto con el sol, fotosensibilidad, puede ser que ocurra al cabo de muchos meses, o que nos ocurra cuando intentamos quitar el tatuaje y fragmentamos la tinta, con lo cual cambia la biocinética. Más que hacerse una prueba antes para valorar si tenemos alergia, es muy importante que conozcamos muy bien la composición de las tintas”, cuenta.
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Eliminar un tatuaje
Teniendo todo esto en cuenta, hay que valorar cuáles son los motivos que pueden hacer que tengamos que eliminar un tatuaje por cuestiones de salud. “Básicamente es cuando pica, cuando se produce una reacción alérgica de tipo granulomatoso, porque está como sobreelevada y también ocasiona mucho picor, y a veces hace como una reacción alérgica persistente, que puede tener efecto en órganos alejados, es decir, se puede producir por ejemplo casos de que pueda afectar al ojo, como uveítis, o alergias que pueden hacer que la persona se ahogue. En estos casos es importante retirar el tatuaje”, considera.
Por último, le planteamos si hay casos en los que está desaconsejado realizarse un tatuaje de entrada. “No hay casos totalmente desaconsejados de entrada. Si después está en una zona que en el día de mañana queremos hacer una inyección epidural, pues sí que podría ser una contraindicación. O también en casos de personas que tienen alergias a determinados componentes de las tintas. En estos casos no estaría aconsejado”, concluye.