Las usamos a diario, son vitales para nuestros quehaceres. Y no siempre les prestamos la atención que requieren, salvo cuando tienen un problema. Hablamos de las manos. Un ejemplo: cuando se hinchan, tenemos que valorar si existe un problema de salud detrás, pues son muchas las causas que pueden hacer que esto suceda, tal y como nos explica la Dra. Pilar Brito-Zerón, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Sanitas CIMA, con la que hemos hablado sobre ello, para saber si debe ser motivo de preocupación el hecho de que nuestras manos se hinchen.
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¿Cuáles son los motivos más habituales que hacen que se hinchen las manos?
Las manos pueden hincharse de forma generalizada en determinados momentos o situaciones en personas que no tienen enfermedades crónicas. El ejercicio físico, el uso continuado de las manos para determinades actividades o trabajos, o los cambios de tiempo, pueden alterar la circulación y el retorno sanguíneo produciendo la hinchazón temporal. La hinchazón ligera de una sola mano puede ocurrir si la forzamos con trabajos manuales, especialmente si es la mano dominante (habitualmente la derecha, la izquierda en las personas zurdas). Son situaciones benignas que no deben preocupar y en las que se suele retornar a la normalidad en horas.
En las personas que tengan el antecedente de enfermedades autoinmunes sistémicas o reumatológicas, la hinchazón de manos puede indicar un brote de su enfermedad, y deben consultar a su internista o reumatólogo. Las personas que tengan enfermedades crónicas en el corazón, pulmones, hígado o riñones también deben valorar junto con el especialista correspondiente una posible descompensación de su enfermedad de base, cuando la hinchazón no mejora o empeora con los días, especialmente si aparece hinchazón en otros lugares del cuerpo (pies, piernas, alrededor de los ojos…).
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¿Puede ser un síntoma de padecer algún problema importante de salud?
En una persona sin enfermedades previas, la hinchazón de manos mantenida puede ser el primer signo de una enfermedad interna. A veces la hinchazón está localizada especialmente en las articulaciones de las manos, que se ven más “abultadas”, ante lo cual es importante consultar a un internista o reumatólogo para que valore una posible artritis o la existencia de una enfermedad autoinmune sistémica.
Es más raro que la hinchazón de manos sea la primera manifestación de una enfermedad que afecta a los órganos internos esenciales como corazón, hígado o riñones. También es poco frecuente que esté relacionado con problemas circulatorios de retorno venoso (algo mucho más frecuente en las piernas) o de retorno linfático (si no hay ninguna operación quirúrgica previa en la zona del tórax). Por último, en caso de reacciones alérgicas, lo habitual es tener otras manifestaciones.
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¿Es un síntoma que debemos consultar con nuestro médico?
Si la hinchazón se mantiene durante días, es conveniente consultar al médico, especialmente cuando empeora o está acompañada de otras alteraciones.
También si es de una sola mano en comparación con la otra, siempre que sea persistente. Siempre es recomendable realizar una primera visita de evaluación con medicina de familia o medicina interna. Lo primero que se valorará es si la hinchazón afecta sólo a la piel y las partes blandas de las manos, o bien existen otras inflamaciones en las articulaciones de la mano o en la piel. La artrosis puede producir la hinchazón, así como las artritis y las enfermedades autoinmunes sistémicas (lupus, Sjögren, esclerosis sistémica, dermatomiositis o enfermedad mixta del tejido conectivo). El médico también investigará la posible existencia de enfermedad en alguno de los órganos más importantes por medio de una exploración física completa, la realización de una analítica y, en algunos casos, la realización de pruebas de imagen.
Si notamos que se nos hinchan las manos, ¿cómo debemos actuar?
Lo primero es pensar que, si no tenemos enfermedades crónicas, y no tenemos otros síntomas añadidos, la causa de la hinchazón será casi siempre benigna, relacionada con circunstancias del ambiente de la persona, y que lo normal es que se solucione en unas horas, o, como máximo, en unos pocos días.
La observación de las circunstancias personales en el momento de padecer el problema es importante, así como ver su evolución en los próximos días a su aparición. Si no mejora, es recomendable consultar al médico. La aparición de otras manifestaciones debe alertar sobre una posible enfermedad generalizada. Las principales son la hinchazón de otras partes del cuerpo (especialmente pies y piernas), la aparición de lesiones en la piel de color rojizo, la pérdida de peso no explicada, la fiebre (temperatura superior a 38ºC), el dolor de articulaciones o músculos del cuerpo. Cuantos más síntomas añadidos, mayor es el riesgo de padecer alguna enfermedad, y más recomendable es la consulta con el médico de familia o internista.
¿Hay ejercicios o hábitos que nos pueden ayudar a deshinchar las manos?
La realización de determinados ejercicios no va a solucionar el problema, y puede ser incluso contraproducente si existe una enfermedad que no ha sido diagnosticada. Si la causa es benigna, una vez desaparecido el factor o factores del ambiente que han producido la hinchazón, el problema se irá resolviendo con el tiempo, y el hacer un ejercicio u otro no va a hacer que se nos vaya la hinchazón más rápido.
Tampoco aconsejamos realizar ningún cambio en comida o bebida quitando o añadiendo cosas, no va a funcionar si la persona sigue una dieta mediterránea equilibrada y mantiene una hidratación adecuada. En caso contrario, es recomendable abandonar los alimentados procesados y con exceso de azúcar (más de 5 gramos por cada 100 gramos), especialmente refrescos, y sustituirlo por fruta de temporada, verduras y legumbres, y agua como bebida. La obesidad, el tabaquismo o el consumo de alcohol y otros tóxicos, contribuirá a un peor retorno circulatorio y va a agravar el problema, sea la causa que sea. Es imprescindible también asegurar el descanso nocturno correcto y evitar el exceso de estrés diario. Por el contrario, mantener la actividad física adecuada a edad y capacidad individual de ejercicio es muy importante. Los baños con agua ligeramente fría al final del día pueden ayudar en ocasiones a sentir una cierta mejoría, pero no van a solucionar el problema.