Los beneficios a nivel físico de la práctica de yoga son de sobra conocidos y posiblemente son más visibles a corto plazo, pero hay otras bondades de la práctica del yoga que tenemos que tener también muy presentes, como por ejemplo los que tiene en relación con nuestro cerebro. Existen diversos estudios sobre el tema, tal y como nos cuenta Tatiana Noguera (@starenyoga), profesora especializada en yoga para la mujer y fundadora de la plataforma Star en Yoga, que nos detalla algunos de los más relevantes:
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-Uno del año 2015, tras dos décadas de investigación, concluyó que la práctica de mindfulness, que se basa en el yoga, afecta por lo común a zonas específicas del cerebro. Descubrió cómo se refuerzan áreas clave de la corteza frontal, lo que nos ayuda a reconocer y regular las emociones eficazmente. Los escáneres cerebrales presentados en otro artículo de investigación de 2018 también demostraron que tanto las asanas como la meditación reducían el volumen de la amígdala en el lado derecho del cerebro, que está más asociado a las emociones negativas y el miedo.
-Por otra parte, una investigación de la Universidad de Illinois, Estados Unidos, ha encontrado evidencias de que el yoga mejora muchas de las estructuras y funciones cerebrales. Los cambios cerebrales observados en las personas que practican yoga están asociados con un mejor rendimiento en las pruebas cognitivas y las medidas de regulación emocional para reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. En dicha investigación, también se resaltó que existen evidencias respecto a que el yoga aumenta el volumen del hipocampo, el cual está involucrado en procesamiento de la memoria, mismo que se reduce con la edad.
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Reducir los niveles de estrés
Los estudios son bastante concluyentes, y la experta añade su propia experiencia como profesora de yoga. “Bajo mi propia experiencia he podido observar que desde que comencé a practicar yoga hace más de 10 años, he reducido significativamente mis niveles de estrés, he regulado mis estados emocionales y, sobre todo, me ha hecho ser consciente de cómo conectar conmigo misma a través del cuerpo, mejorando así la interocepción. Esa unión que se suele decir que existe entre el cuerpo y la mente se hace real cuando empiezas a profundizar en la práctica de yoga. En la sociedad actual sucede que vivimos muy desconectados de nosotros mismos, no somos capaces de tomarnos unos minutos para parar y simplemente respirar de manera consciente”, nos explica.
Y añade que, según el libro Anatomía del Yoga, de Ann Swanson, como el yoga incluye prácticas en las que participan la mente y el cuerpo, te ayuda a regular tu sistema a través de ambas vías. Al reforzar las conexiones vía neurocognitiva (mente-cuerpo) y vía neurofisiológica (cuerpo-mente) aumenta tu capacidad de autorregulación y mejora tu resiliencia.
Incluso hay investigadores que creen que las prácticas somáticas (o prácticas de movimiento que hacen hincapié en la percepción, como las asanas de yoga) pueden ayudar a superar los traumas sin reactivarlos, pues ayudan a liberar la tensión retenida en el cuerpo. Por eso, tienes muchas razones para escoger tu esterilla, preparar a conciencia tu rincón para practicar yoga y disfrutar de sus bondades.
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El papel de la meditación
Dentro de la práctica de yoga, la experta destaca que hay que hacer una mención especial a la meditación, ya que no sólo forma una parte imprescindible del yoga en sí, sino que también es una herramienta muy beneficiosa para nuestro cerebro. El equipo de la neurocientífica de Harvard Sara Lazar, ha demostrado a través de escáneres IRM del cerebro, que personas de 50 años que meditan tienen estructuras cerebrales básicas similares a las de personas de 25 años que no meditan. “Esto sugiere que la meditación podría frenar o incluso evitar parte de la degradación del tejido cerebral que se produce de forma natural al envejecer. Los estudios sugieren también que el cerebro puede comenzar a cambiar en solo ocho semanas. Se ha demostrado que practicar 30 minutos de mindfulness cada día cambia el cerebro: mejoran la memoria y la resolución de problemas”, nos dice.
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Todos los beneficios del yoga para el cerebro
Haciendo un breve resumen de todo lo expuesto, el yoga tiene los siguientes beneficios para nuestro cerebro:
- Mejora el rendimiento en las pruebas cognitivas y la regulación emocional.
- Disminución de la ansiedad y del estrés gracias a la reducción del cortisol.
- Reducción de las emociones negativas y el miedo.
- La meditación, el movimiento consciente y una vida intencional, basados en las enseñanzas filosóficas del yoga, aumentan la atención y por lo tanto los niveles de consciencia.
- Una mayor atención regula el sistema nervioso y nos ayuda a mantener la homeostasis de manera más eficiente.
- Mejora la interocepción (conciencia interna del cuerpo) y la función vagal.
- Esta información interoceptiva afecta al sistema nervioso autónomo, que cambia los pensamientos y conexiones neuronales, mejorando así la autorregulación.
- Mejora de la memoria.
- Libera la tensión emocional retenida en el cuerpo y en el cerebro.