Si eres fan de This is us, una de esas series que enamoran, tal vez te has fijado en que un pequeño detalle relativo a una de sus protagonistas, en concreto a Susan Kelechi Watson, la actriz que se pone en el papel de Beth en la aclamada ficción. Hablamos del lunar que tiene en uno de sus ojos, un rasgo, sin duda, que ha llamado la atención a muchos de los fans de la mujer de Randall a lo largo de estos años. Nos hemos planteado por qué puede aparecer este lunar en el ojo, ese nevus ocular, y si es un motivo de consulta médica. Nos lo aclara la doctora Rosa Rodríguez-Conde, oftalmóloga de Clínica Baviera Pamplona.
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¿Qué son los nevus oculares, lo que popularmente llamaríamos un lunar o una peca en el ojo?
Los nevus, coloquialmente llamados “pecas del ojo”, son crecimientos pigmentados que aparecen en el ojo y pueden aparecer en la parte frontal del ojo, alrededor del iris o incluso bajo la retina. Surgen de la agrupación de células llamadas melanocitos, responsables de producir el pigmento que también encontramos en la piel o cabello. Son muy similares a los lunares que casi todos tenemos en alguna parte del cuerpo y habitualmente son asintomáticos y benignos.
¿Debemos preocuparnos si tenemos un lunar en nuestro ojo?
En principio no debe ser un problema del que preocuparnos, pero como cualquier otra mancha o pigmentación que aparezca en nuestra piel, debemos consultar con un profesional y llevar un seguimiento para llevar un control sobre su estado.
¿Suelen ser manchas de nacimiento o pueden aparecer a lo largo de los años?
Los nevus oculares pueden surgir a cualquier edad, aunque la mayoría suele manifestarse al nacer o antes de llegar a la veintena. A partir de su aparición, el nevus debe ser explorado por un oftalmólogo que lo valore aunque también es muy importante que el propio paciente revise si éste ha variado de forma, tamaño y color.
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¿Son asintomáticos o pueden dar algún tipo de sintomatología?
Por norma general, y no solo en los ojos sino en la piel, el melanoma no duele. Es posible que la persona que lo sufra presenta picor o una sensación de molestia en la zona pero el dolor no es una característica de este tipo de patología. En la mayoría de los casos, se sabe de su existencia porque podemos verlos y solo en algunos casos más extremos pueden presentar complicaciones como cuando el lunar se sitúa detrás de la retina y tiene un crecimiento anormal pudiendo dar lugar a síntomas como desprendimiento de los vasos sanguíneos, de retina o pérdida de visión.
¿Cuáles son las causas de que aparezcan los llamados nevus oculares?
Hay diversas causas por las que aparecen estas pecas en la zona ocular, pero la causa principal de su formación es que los melanocitos dejan de distribuirse de manera uniforme y se agrupan en mayor medida en una determinada zona del ojo. Existen otros motivos menos frecuentes, como una elevada exposición a la luz del sol.
¿Pueden ser peligrosos o son una patología benigna?
Generalmente esta pigmentación suele ser de tipo benigno, pero debemos estar atentos a posibles cambios de forma, tamaño o color ya que puede derivar en un melanoma, un tipo de cáncer que se puede expandir con bastante rapidez afectando a la conjuntiva, el iris, la órbita, párpado…
¿Cuáles son las posibles complicaciones de los nevus oculares?
La principal complicación de los nevus oculares es que estos se conviertan en malignos dando lugar la formación de melanoma. El melanoma de ojo es un tipo de cáncer agresivo que puede llegar a diseminarse a otras partes del ojo (iris, conjuntiva, párpado) o del cuerpo. Aunque dicho proceso es raro y poco frecuente, pero potencialmente peligroso. En ese caso, se realizaría un tratamiento alternativo. La primera opción consiste en la radiación donde normalmente se usa la radioterapia de placa y una segunda que consiste en una cirugía para extirpar el melanoma siempre que el tamaño o la ubicación lo permita.
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¿Requiere de un tratamiento esta patología?
Podemos tener en cuenta ciertas precauciones que nos ayuden a prevenir cualquier riesgo que pueda aparecer en el futuro y que sea un peligro para la salud. Lo principal es plantear un buen seguimiento con un oftalmólogo que explore y valore el estado del nevus y haga un seguimiento a lo largo del tiempo para ver posibles cambios. Como paciente, también debemos estar alerta a los cambios del nevus e implementar ciertos protocolos en nuestro día a día como el uso de gafas de sol en espacios al aire libre, ya que los melanocitos son especialmente sensibles a la luz ultravioleta.