Octubre es el mes de concienciación sobre el cáncer de mama, que culmina con la conmemoración del Día Mundial el próximo día 19. Mucho se habla de los avances en el diagnóstico, en el tratamiento, pero hay aspectos del día a día de las pacientes que tal vez no se tienen tan presentes, como es el caso de la relación entre la salud bucodental y el cáncer de mama, una enfermedad que según la OMS una de cada 12 mujeres sufrirá a lo largo de su vida.
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No se puede pasar por alto que los pacientes oncológicos deben acudir al dentista antes, durante y después de su tratamiento, pues pueden ir variando sus necesidades, que la especialista resume de la siguiente forma.
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Antes del tratamiento oncológico
En esta primera etapa es importante la comunicación entre oncólogo y odontólogo para conocer el estado del paciente antes de la quimioterapia. La Dra. Eugenia Cervantes señala que "cuanta más información mejor" para que, de esta forma, el dentista pueda llevar a cabo un plan de tratamiento eficaz. “Debemos realizar un examen muy exhaustivo de la paciente, revisar su estado periodontal para identificar y tratar todas las patologías bucales antes de empezar el tratamiento oncológico. Una radiografía y estudio completo de su boca son muy importantes para el diagnóstico clínico, pero también la información que me pueda dejar el oncólogo y la mismo paciente son importantes para acompañarla incluso desde el lado emocional”, resalta la Dra. Eugenia Cervantes.
Si la paciente tiene caries, infecciones o necesita una extracción, la especialista recomienda realizar estos tratamientos con un margen de dos semanas como mínimo antes de empezar con la quimioterapia.
“Mi rol como dentista antes del tratamiento es fundamental porque es en esta etapa donde se tienen que realizar los tratamientos, pero siempre intentando ser lo menos invasivos posible. Una vez que el paciente pase a quimioterapia se debe evitar cualquier intervención quirúrgica. Hacemos mucho hincapié en el tema de la higiene, porque muchas mujeres, al notar los cambios en su imagen por la quimioterapia, tienden a desmotivarse y descuidar su higiene dental”, comenta la Dra. Eugenia Cervantes.
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Durante el tratamiento
Al igual que en la anterior, en esta etapa de quimioterapia y radioterapia, es clave la higiene dental, por eso la Dra. Eugenia Cervantes destaca una vez más la importancia de la comunicación con la paciente para concienciar.
“Previamente a la quimioterapia las mujeres deben estar concienciadas en tener una buena higiene dental, ya que cualquier problema derivado de la higiene puede complicar su tratamiento oncológico. Durante la quimio hay que concienciarlas aún más porque sus defensas no serán las mismas y por lo tanto hay que evitar cualquier riesgo de infección. Recomiendo cepillarse 3 veces al día con cepillos muy suaves la pasta fluorada o que contengan hidroxiapatita, ya que está demostrado que este componente protege y remineraliza el esmalte. También usar seda dental y complementarlo con enjuagues bucales que tengan clorhexidina, pero sin alcohol. Beber mucho líquido, ya que también podría presentar sequedad bucal por reducción del nivel de saliva”, comenta la especialista.
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Después del tratamiento oncológico
Una vez finalizado el tratamiento hay que estar especialmente atentos a los efectos secundarios del tratamiento. Así, la experta matiza que los primeros meses serán de control para ver el nuevo estado bucodental de la paciente tras los efectos de la quimioterapia y radioterapia. Basándose en su experiencia, la especialista remarca que, por lo general, llegan a la consulta con tres síntomas muy claros: mucha sequedad bucal, pérdida del sentido del gusto y un esmalte dental dañado.
“Ambos procedimientos, sobre todo la radioterapia, tienen efectos en los dientes y encías. Tanto la afectación en el esmalte dental del paciente, la disminución en la saliva y un Ph salival ácido aumentan la incidencia de caries e infecciones. Es habitual ver también que la erosión dental puede provocar un cambio de coloración en los dientes o hasta fracturas”, sostiene la especialista Eugenia Cervantes.
Toca valorar si es necesario realizar una extracción, la colocación de implantes, prótesis removibles u otros tratamientos quirúrgicos, pues la doctora matiza que deberán esperar entre 6 meses y 1 año para poderse realizar. Y, eso sí, durante este tiempo la higiene dental deberá ser exhaustiva.
En esta etapa también es clave ver cómo está la parte estética y funcional de la paciente, que también hay que restaurarla. “Hay tratamientos de estética dental que nos permiten devolverle la seguridad y autoestima a las pacientes que vienen afectadas por los efectos de la quimioterapia o radioterapia y así mejorar su calidad de vida. Pero antes de una restauración con carillas de composite o cerámica, coronas hay que revisar que los dientes y encías estén saneados, tratar las caries que pueden haber aparecido, dejar la boca sin afecciones periodontales, siempre recomendando al paciente mantener una excelente higiene. Después de 6 meses o 1 año, según los controles que llevemos de cada paciente, ya podemos rehabilitar la parte funcional y estética”, concluye.