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dlmichael jfox© Gtresonline

¿Se puede tener Parkinson a los 30 años como le ocurrió a Michael J. Fox?

Sí, aunque no es frecuente, un 15 % de los casos de esta enfermedad se dan en menores de 50 años. Por eso, es importante reconocer cuáles son los síntomas


Actualizado 22 de mayo de 2023 - 20:58 CEST

El pasado domingo, muchos de nosotros nos estremecimos al ver las imágenes del reencuentro de Michael J. Fox con el actor Christopher Lloyd, que encarnó al entrañable científico Emmett 'Doc' Brown, en Regreso al Futuro. Sin embargo, en opinión del neurólogo de Policlínica Gipuzkoa, Dr. Gurutz Linazasoro y CEO de VIVE Biotech, el protagonista de la famosa trilogía de los años 80, "está razonablemente bien, teniendo en cuenta que lleva 30 años conviviendo con la enfermedad”. Michael J. Fox, de 61 años, fue diagnosticado de Parkinson en 1991, con tan solo 29 años. Hablamos con este especialista sobre el Parkinson, una patología, que no acorta la vida, pero que sí afecta a la calidad. Y que, aunque pensemos en el paciente de Parkinson como una persona mayor con temblor, un signo que no se da en el 40% de los casos, lo cierto es que también la puede padecer los jóvenes. Aunque, afortunadamente, la agresividad es menor.

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Parkinson en personas jóvenes

En la actualidad, la enfermedad de Parkinson afecta en España a 150.000 personas, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). La padecen hasta un 2% de los mayores de 65 años y un 4% de los mayores de 80. Esta patología neurodegenerativa va en aumento debido a que está asociada al envejecimiento y a la mayor esperanza de vida. En 2050, de hecho, se prevé que la cifra de personas afectadas se triplique. Pero el Parkinson no es solo una enfermedad 'de mayores'. Las personas jóvenes, como decíamos, también la pueden padecer. Un 15% de los enfermos son, de hecho, menores de 50 años. 

En los casos diagnosticados a personas jóvenes "parece que hay una mayor influencia genética". Sin embargo, añade el especialista, también influye el entorno y el estilo de vida. "Cuánto mejor nos cuidemos mejor envejecerá el cerebro", recuerda.

Como añade la SEN, otros factores, como padecer hipertensión o diabetes tipo 2, también se han asociado a mayores probabilidades de desarrollar la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, su causa sigue siendo desconocida y se considera como el resultado de una combinación de factores ambientales en individuos genéticamente predispuestos, excepto en las formas hereditarias.

Explican que se han descrito más de 20 mutaciones asociadas a la enfermedad de Parkinson que pueden explicar hasta un 30% de las formas familiares, sobre todo en aquellos que debutan con la enfermedad por debajo de los 45 años. Sin embargo el 90% de los casos son aparentemente esporádicos, en el que no existe una relación familiar, por lo que se considera una enfermedad multifactorial, en el que están involucrados diversos factores como la neuroinflamación, el estrés oxidativo, ciertas infecciones y los genes.

En cualquier caso, lo importante es que el diagnóstico sea rápido para poder tratar a estos pacientes adecuadamente. "Tienen por delante 30-40 años de convivencia con el Parkinson y debemos administrar tratamientos que no provoquen efectos secundarios graves para no deteriorarles más".

En este sentido, desde que se diagnosticó la patología a Michael J. Fox han aparecido nuevos tratamientos. Sin embargo, uno de los fármacos más utilizados sigue siendo la levodopa, un precursor de la dopamina, que es la sustancia que falta en el cerebro y que provoca la enfermedad. "Es como la insulina para los diabéticos, pero uno de sus efectos adversos son los movimientos involuntarios". Precisamente, son los que pudimos observar en el reencuentro de los actores.

Para evitarlos en la medida de lo posible o retrasar su aparición, sobre todo en personas jóvenes, se administran en dosis bajas. "Probablemente, el Michael J. Fox recibió dosis más altas de este medicamento, porque el arsenal terapéutico en esos años era menor".

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Síntomas de Parkinson

Una de las señales que pueden llevar a sospechar a los médicos que una persona menor de 50 años tiene Parkinson es la distonía. Se trata de un trastorno del movimiento en el que los músculos se contraen de manera involuntaria. Esto hace que se produzcan movimientos repetidos o de torsión. La distonía puede ser de varios tipos:

  • Focal: afecta a una parte del cuerpo
  • Segmentaria: se produce en dos o más partes
  • General: afecta a todas las partes del cuerpo

Los espasmos musculares pueden variar de leves a graves. Pueden ser dolorosos y pueden interferir con sus actividades diarias.

Otros síntomas de esta patología son el temblor en reposo, la rigidez muscular, inestabilidad postural y/o bradiquinesia, que es la lentitud motriz e incapacidad para realizar movimientos delicados. Incluso se puede presentar alteraciones no motoras relacionadas con la enfermedad, como la degeneración cognitiva o depresión.

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Como es la calidad de vida de un paciente joven con Parkinson

Para concluir, preguntamos al especialista en Neurología cómo viven estos pacientes jóvenes su enfermedad y si esta es más agresiva cuando aparece en menores de 40 años. Nos cuenta que, pese a lo que podemos pensar, el pronóstico es mejor. "Hay dos síntomas de esta enfermedad que son los que más preocupan a medio y largo plazo porque no hay buenos tratamientos para ellos: uno es el deterioro cognitivo, que afecta hasta un 20 % de los pacientes, y la inestabilidad que provoca caídas. Estos dos síntomas son menos frecuentes cuanto más joven se debuta. Por ello, en este sentido decimos que su pronóstico es mejor. Además, señala, el cerebro de los pacientes jóvenes tienen más mecanismos de compensación, de tal manera que pueden luchar mejor contra una enfermedad neuronal. Sin embargo, tenemos por delante 30 o 40 años de convivir con esta patología".

De ahí que sea imprescindible el manejo del paciente por un equipo multidisciplinar. "Además de los fármacos y su buena combinación, es imprescindible la fisioterapia y la rehabilitación. En algunos casos, puede ser necesaria también la atención psicológica, por el momento vital en el que se encuentran, con familia, hijos pequeños y una carrera profesional por delante", concluye. Michael J. Fox, de hecho, tuvo que renunciar a muchos proyectos. Sin embargo, se enfrascó en otros que dieron sentido a su vida, como su propia familia o su la fundación que lleva su nombre.

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