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Si tienes estos síntomas puedes padecer el síndrome del ejecutivo

Se trata de personas que no pueden desconectar en su tiempo libre


Actualizado 11 de octubre de 2022 - 11:08 CEST
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Trabajo, trabajo y trabajo. Hay personas que solo piensan en la esfera laboral de su vida. Tanto es así que pueden llegar a padecer el denominado síndrome del ejecutivo, que supone la preocupación constante por el trabajo hasta el punto de que afecta a todos los ámbitos de tu vida.

“Se trata de personas que no pueden desconectar en su tiempo libre, no disfrutan de los ratos de ocio y les cuesta descansar. El rendimiento también se ve afectado en el trabajo, aunque la persona crea que no, ya que el cansancio constante y la preocupación por que todo salga bien acaba pasando factura a la salud, por lo que el rendimiento en el trabajo se ve afectado”, nos comenta el psicólogo Moisés Suárez, de mundopsicologos.com.

 

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¿Por qué hay personas a las que las absorbe el trabajo?

El especialista nos cuenta que la verdad es que no suele estar relacionado con la calidad del trabajo, ya que el ansia por permanecer conectado no es porque se perciba como una actividad placentera. De hecho, el estado mental que predomina es el estrés. Y nos resume algunos de los factores influyentes:

  • La persona es perfeccionista, autoexigente y ambiciosa, necesita estímulos y es incapaz de desconectar.
  • Siente que es imprescindible en su puesto y tiene miedo de que la cadena de trabajo no funcione en su ausencia, con las consecuencias que ello conlleva al volver.
  • Uso excesivo del teléfono móvil o la compulsión de estar siempre conectado, lo que hacen mucho más visibles los avisos del trabajo en el tiempo libre.
  • Presión por parte de la empresa, que interrumpe al trabajador en su tiempo de descanso para que realice labores del trabajo.
  • Sirve como refugio para no vivir situaciones externas desagradables, como problemas familiares, sociales o personales.
  • Presión social que comparan la valía personal con la laboral, como la creencia de que está mal irse del trabajo sin terminar una tarea o haberla dejado a medias, que hay que ser productivos, etc.
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Adictos al trabajo

¿Se puede llegar a tener adicción al trabajo? En general, tal y como nos explica el psicólogo, es natural buscar el éxito en el ámbito profesional y que esta produzca satisfacción y realización, pero la adicción al trabajo es un verdadero problema de salud mental. La adicción no significa solo realizar largas horas de trabajo, sino a las preocupaciones mentales generadas por el trabajo.

“Las personas adictas al trabajo a menudo suelen trabajar horas extra sin ‘obligación’ implícita ni explícita, dedican demasiado tiempo a su trabajo profesional y se sienten mal cuando no lo hacen. Este hecho hace que muestren indiferencia hacia otros aspectos de su vida, como las aficiones, la familia o las relaciones personales”, nos cuenta.

 

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Así son las personas con este síndrome

¿Cuáles son los rasgos que definen a las personas que padecen este síndrome? “Uno de los elementos fundamentales en las personas adictas al trabajo es la negación de que se es adicta, constantemente está justificándose ante su familia, amigos y compañeros de trabajo para que no parezca excesiva su implicación en el ámbito laboral”, comenta. Algunas características propias de una persona adicta al trabajo son:

  • Negar la situación.
  • Manipular la información.
  • Comunicación interpersonal escasa.
  • Necesidad de control elevada.
  • Elevado compromiso con la organización.
  • Normalización del trabajo extra.
  • Realización de tareas innecesarias que justifican el exceso de trabajo.
  • Dificultad para realizar tareas personales.
  • Evitación de problemas en otros ámbitos.

Y detalla que la persona es incapaz de desconectar mental y físicamente de su trabajo, ya sea porque le sale innato o por acoso de la empresa. Tener ese ritmo de vida, sumado a las emociones generadas, es posible que desencadene los siguientes síntomas:

  • Estrés psicológico intenso.
  • Problemas en la piel o el cabello como parte de las señales de estrés crónico.
  • Problemas de sueño.
  • Síndrome de burnout.
  • Afectación del aparato digestivo.
  • Ansiedad intensa.
  • Uso excesivo de dispositivos móviles.

 

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¿Hay personas más propensas a padecerlo?

Generalmente, el experto nos cuenta que las personas que lo padecen suelen tener un alto nivel de perfeccionismo y de superación, les cuesta irse de vacaciones y lo suelen organizar a última hora. También pueden tener miedo a perder su trabajo por si no es tan necesario como cree, y no confían en que en su ausencia otras personas vayan a realizar un buen trabajo porque no han delegado responsabilidades.

Las personas adictas al trabajo suelen vivir con niveles de estrés en su día a día, pueden presentar problemas en su autoestima, lo que produce que busquen camuflarlo con su trabajo.

Otras causas que hacen que las personas sean adictas al trabajo:

  • Competitividad.
  • Ambición.
  • Disconformidad.
  • Problemas en la economía.
  • Problemas familiares.

 

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¿Se puede evitar padecerlo?

“Se puede evitar siempre y cuando la persona tenga clara sus intenciones, establezca límites desde un principio, sepa tener una comunicación asertiva, sepa identificar indicadores de riesgo que no le estén causando un beneficio. Teniendo en cuenta estos factores sabrá identificar cómo se siente en la empresa e identificar si ve que sus jefes están sobrepasándose, para luego poder comunicarles a estos qué se está dispuesto a soportar y qué no”, nos explica.

Lo más importante, por lo tanto, es que cada persona haga introspección y se centre en su autocuidado, sabiendo poner límites. Es cierto que habrá situaciones en las que por cualquier motivo la persona pase por un momento de estrés y tenga que ceder en alguno de sus límites establecidos, pero eso no debe ser lo habitual, ya que se estaría convirtiendo en adicción. “Un aspecto también importante es desconectar una vez se sale por la puerta del trabajo o si es en casa una vez se apaga el ordenador, y como mencionaba antes, estar pendientes del autocuidado”, añade.

 

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Cómo afrontarlo

Una vez que sabemos que tenemos el problema, ¿qué opciones hay para poder afrontarlo? “Cuando la persona ya ha generado una constante ansiedad, está constantemente pendiente del teléfono y piensa de manera destructiva qué pasaría si no le responde a su jefe, es normal que se produzca cierto rechazo al cambio, ya que cambiar por sí mismo va a ser ciertamente complicado”, nos explica.

Así, para enfrentarse a la situación lo primero es reconocerla, ver en qué posición se encuentra la persona en ese momento y cómo es su día a día. Una vez examinado esto, ver de qué manera realmente quiere que sea día a día, a partir de ahí podrá afrontar la situación algo mejor, es probable que se necesite ayuda para ir marcando diferentes objetivos y que tenga supervisión, ya que habrá períodos o situaciones en las que se tienda a volver a los patrones pasados.

Tratar de dedicarse tiempo a sí mismo varias veces a la semana, realizar deporte, revisar cómo se está comiendo y durmiendo, meditar y establecer algunos límites son algunas indicaciones que se podrían implementar en la rutina para ver si así se consigue mejorar.

 

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Una sociedad hiperconectada

El hecho de poder estar conectados permanentemente, gracias a los móviles, sin duda ha influido en que aumente este problema. “La hiperconectividad que existe hoy en día es un factor influyente en la adicción al trabajo, existen diversos estudios donde se ha observado un incremento de la dependencia de los móviles. En general, es normal ver a las personas usando los smartphones en el día a día en el trabajo, en el colegio, en los parques, en fiestas, etc”, nos cuenta el experto de mundopsicologos.com.

“En las personas que son adictas al trabajo, como cualquier otro tipo de adicción, con el paso del tiempo el cuerpo va necesitando más, por lo que al estar fuera del trabajo y no tener el control se tiende a usar este tipo de dispositivos, llegando incluso a utilizar el teléfono personal para el trabajo. Con la presencia del móvil se puede estar conectado una gran parte del tiempo, ya que se tienen a mano los correos, las llamadas, los documentos del trabajo, mensajes, etc. Por lo que estando en el transporte público de camino a casa, en un hueco libre, mientras estás esperando por algún amigo o amiga, al estar siempre con uno mismo se tiende a resolver algún tipo de gestión del trabajo”, añade.

 

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La importancia de desconectar

¿Es la clave conseguir la desconexión del trabajo, aprender a dejar claro que hay momentos en los que no se está trabajando? “Saber cómo desconectar después del trabajo no solo es una excelente manera de mantener su salud emocional y física, sino también una forma de cuidar a las personas más cercanas a ti. Establecer ciertos límites y un horario después del trabajo para dedicarte tiempo a ti y tu entorno es muy importante para el desarrollo personal, social, familiar y profesional”, detalla el psicólogo.

Por lo tanto, aprender a desconectar cuando no se está en el trabajo debe ser una prioridad en tu vida. Muchas personas que se olvidan de poner barreras entre sus límites personales y profesionales pueden acabar sufriendo estrés crónico, ansiedad y/o depresión. Por esto, es importante identificar en qué situación se está respecto al ámbito laboral y poder establecer límites si se observa que está en una situación perjudicial para la persona.

 

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