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¿No sabes qué quiere decir tu pareja? ¿Se te escapa el significado de algunas palabras o de sus gestos? ¿Te gustaría tener una bola mágica para saber cómo se siente si no logras que te lo cuente? No es necesario llegar a estos extremos. En ocasiones, basta con observar sus gestos y todo aquello que te dice sin palabras. Hablamos de la comunicación no verbal y del lenguaje corporal, claves para una mejor comprensión no solo de tu pareja, sino también de tus familiares, amigos o tus compañeros de trabajo.
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Comunicación no verbal en pareja
Le preguntamos a Sebastián Girona, psicólogo especializado en vínculos de pareja, qué es la comunicación no verbal y nos explica que es "todo lo que decimos sin palabras: posturas corporales, gestos, posiciones frente al otro, cómo estoy frente a lo que me dice el otro, no solamente por lo que digo, sino también por lo que recibo".
El experto afirma que este tipo de comunicación se da en pareja, de la misma manera que existe en cualquier otro tipo de vínculo entres seres humanos. Y, de hecho, puede ayudar a mejorar las relaciones. Por ejemplo, hay personas que no saben decir te quiero, pero que lo comunican de otra manera. Por ejemplo, con aspectos más contundentes como el cariño, un abrazo y el contacto físico.
Por tanto, saber interpretar los gestos de nuestra pareja enriquece el vínculo y la relación, puesto que nos puede dar, incluso, pistas de cómo nos va, es decir, si funciona bien. Sin embargo, Girona pero considera que "tiene que haber alguien que pueda 'pescar' y captar esa comunicación no verbal, porque muchas veces no se tiene en cuenta, o las personas que entran en una relación no están entrenadas o no prestan atención a lo que dice el otro con su cuerpo o gestos".
Con sus palabras, el experto en vínculos sostiene que sería recomendable que un especialista nos entrenara para 'leer entre líneas', ya que nuestros propios juicios y creencias pueden enturbiar estas lecturas y llevarnos a malinterpretar algunos gestos.
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Los gestos que hablan como palabras
El contacto visual es un aspecto muy importante que debemos tener en cuenta a la hora de interpretar a nuestra pareja. Dicen que los ojos son el espejo del alma y observando si son esquivos o, por el contrario, nos miran podemos entender mejor a nuestro interlocutor. La mirada también es muy importante para saber si la otra persona nos escucha con interés. De hecho, la ausencia de contacto visual suele ser una mala señal, ya que nos puede decir que esa persona está en conflicto o que no nos considera de manera igualitaria.
El tono también influye, sobre todo, cuando no hay concordancia entre lo que decimos y la entonación que ponemos. Por ejemplo, nos apunta Girona, "podemos estar diciendo algo agradable pero si lo hacemos con una mala entonación, la sensación que le quedará a la otra persona será desagradable".. Considero que es importante que haya una coherencia entre lo que se dice con palabras y lo que se dice con el cuerpo, y eso no siempre sucede. Cuando noto una incongruencia entre estas dos cuestiones, seguramente tendré que prestar más atención a lo que está sucediendo.
Las posturas corporales tienen que ser congruentes con lo que estamos diciendo y si eso no pasa tengo que prestar atención. Algunos gestos que hacemos que pueden ser nocivos para la relación, como por ejemplo, cuando en una discusión se redondean los ojos hacia arriba o se resopla manifestando fastidio.
La expresión facial tiene que ser coherente con lo que me dice la persona. Si me dice algo desagradable con una expresión agradable, me va a generar una disonancia, pero también será un mensaje contradictorio al que prestar atención.
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¿Podemos saber si nuestra pareja nos miente?
Efectivamente, el lenguaje corporal también nos puede revelar si nuestra pareja nos está engañando. Y esto es algo que nos puede ayudar a sospechar si nuestra pareja es infiel. "Se puede percibir en las conductas, ya que nuestra pareja nos presta menos atención y está más centrada en atender otros cosas fuera de la relación. También podemos comenzar a pensar que algo ocurre si se comporta de manera diferente a la que estamos acostumbradas, ya que le conocemos y sabemos cuáles son sus comportamientos.
En cualquier caso, antes de sacar una conclusión precipitada, es conveniente que intentemos iniciar un diálogo porque puede haber otras muchas causas que esté provocando esta actitud.
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