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Los días se acortan, hay menos horas de luz, tal vez tengas menos planes que en los intensos días de verano… hay personas que no llevan bien el otoño. Y nos hemos preguntado si aumentan los problemas de salud mental en los meses de otoño, tras las vacaciones. “Es una época que está llena de cambios en la que podemos encontrar en nosotros apatía durante gran parte del día, poca energía, un sentimiento de letargo, pérdida del interés en actividades que solíamos disfrutar, exceso de sueño, cambio de apetito, dificultad para concentrarnos, sentir desesperanza y un deseo sexual disminuido”, nos detalla Nuria Román Alcantarilla, psicóloga de la Clínica López Ibor, que añade que si esta sintomatología se mantiene a lo largo del tiempo, podríamos estar ante el conocido Trastorno Afectivo Estacional, que comienza precisamente en otoño y continúa durante los meses de invierno remitiendo completamente cuando se supera dicha estación.
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La influencia de que haya menos horas de luz
Si hay algo, además, unido al otoño, es el cambio del tiempo, marcado, en gran medida, por menos horas de luz. “Aunque esta sintomatología que mencionaba es de carácter multifactorial, se sabe que la disminución de las horas de luz afecta a nuestros ritmos circadianos, al metabolismo de la melatonina que provoca una disminución de la secreción de neurotransmisores como la serotonina que está implicada, entre otras cosas, en la regulación de nuestras emociones y de nuestro estado del ánimo”, cuenta la psicóloga.
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Cuidar nuestra salud mental en otoño
Es importante, al igual que retomamos nuestras citas para cuidar nuestra salud física tras el verano, cuidar nuestra salud mental. Sin duda, un buen objetivo de cara al otoño. “Por supuesto, cualquier época del año es un buen momento para cuidar nuestra salud mental. Es muy normal sentirse triste algunos días, pero no ignoremos ese sentimiento pensando que tenemos que lidiar nosotros solos con esto, cuidémonos”, nos detalla Nuria Román.
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¿Qué estrategias tenemos a nuestro alcance para conseguirlo?
“Como comentaba, la vuelta de vacaciones y la llegada del otoño, supone un cambio que hace imprescindible el ir ajustándonos de nuevo a nuestra rutina diaria”, nos explica la experta, que resume algunas estrategias que nos pueden ayudar a conseguirlo:
- Proponernos objetivos diarios realistas.
- Respetar nuestros descansos.
- Recuperar nuestra dieta habitual.
- Volver al deporte y retomar poco a poco nuestra vida social (familia, amigos, compañeros, etc.) destacando aquellos planes que puedan realizarse al aire libre, siempre y cuando el buen tiempo nos deje.
- Y, por supuesto, si este malestar persiste, podemos tomar medidas para mantener nuestro estado de ánimo y nuestra motivación más estables durante todo el año acudiendo a terapia psicológica”, detalla.
Cada vez prestamos más atención a la salud mental
Lo que sí que parece claro es cómo, poco a poco, le vamos dando más importancia al cuidado de nuestra salud mental. “La situación mundial que hemos vivido estos últimos años ha provocado que la salud mental empiece a recibir la atención que se merece. Esto se refleja por ejemplo en las intervenciones en el Parlamento, en las campañas de publicidad y en el boca a boca. Sin embargo, todavía estamos en camino de darle toda la importancia que tiene y de implementar las medidas necesarias para que sea realmente un recurso al que todos podamos acceder”, concluye la psicóloga de la Clínica López Ibor.