Si nunca has tenido dolor de cabeza, quizá no llegues a comprender por qué las personas que padecen este problema pueden llegar a preocuparse tanto. Pero si has tenido episodios de cefaleas tensionales, en racimos o migrañas, entenderás perfectamente la causa por la que algunos pacientes pueden acudir a urgencias pensando que lo que les está ocurriendo es algo muy grave. En general, el dolor de cabeza es benigno, aunque sea incapacitante. Pero algunas veces puede ser la señal de una enfermedad o de un ictus. Te contamos cómo distinguirlo y cuándo debes llamar al 112.
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¿Por qué nos duele la cabeza?
Aunque podría parecer paradójico, el cerebro no duele, pero las estructuras de su alrededor sí. "Aunque la fisiopatología exacta del dolor de cabeza no se conoce, sabemos que según el tipo de dolor se puede desencadenar como resultado de la inflamación, dilatación, tracción o distorsión del funcionamiento de estructuras sensibles al dolor, ya sea por tracción, compresión, aumento de presión de las meninges, los tejidos nerviosos, los vasos sanguíneos, los músculos del cuello y del cuero cabelludo, los ojos, los oídos, los senos de la cavidad nasal", nos explica el Dr. Pablo Quiroga Subirana, especialista en Neurología y miembro de Top Doctors.
Aunque, como decíamos, generalmente el dolor de cabeza es benigno y suele remitir, sí es un trastorno muy limitante. Sobre todo, aquel que se produce por migraña. "El dolor de cabeza tipo migraña puede llegar a ser una enfermedad muy incapacitante debido a que repercute la calidad de vida de quien la padece. La intensidad del dolor acompañado de náuseas, vómitos o intolerancia a la luz, ruidos y a determinados olores tienen un alto impacto en el día a día de quien lo padece, repercutiendo en el plano familiar, laborar y social", señala el Dr. Quiroga.
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Las causas más comunes
Las causas son múltiples y no todas conocidas en el momento actual. "Sabemos que el dolor de cabeza de forma general puede estar desencadenado por sobrecarga de estrés, no dormir bien, según el tipo de dieta, como consumir alimentos ricos en gluconato sódico, consumo de alcohol, fumar y enfermedades pulmonares o la apnea del sueño", enumera el especialista en neurología. Teniendo en cuenta esto, un estilo de vida sana puede evitar en gran medida mayor frecuencia de dolor de cabeza. Pero hay otras causas que también lo desencadenan.
Infecciones por virus o bacterias: los dolores de cabeza secundarios a infecciones por virus y bacterias también son frecuentes. Al fin y al cabo, este dolor es un síntoma que puede ser desencadenado por agentes infecciosos que pueden activar procesos inflamatorios de estructuras sensibles al dolor de la cabeza.
Infecciones parasitarias: una infección parasitaria puede causar importantes dolores de cabeza, un ejemplo es la cisticercosis causada por la tenia Taenia solium que se puede producir si una persona ingiere los huevos de este parásito por falta de higiene adecuada en el tratamiento de los alimentos. Es muy frecuente en zonas endémicas en países de Latinoamérica.
Tumores cerebrales: también ocasionan dolor de cabeza, pero no es una causa frecuente. Los tumores cerebrales suelen manifestarse, además de con dolor de cabeza, con otros síntomas como: dificultad para hablar, defectos neurológicos como la pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo, falta de coordinación, problemas de visión, epilepsia o alteraciones cognitivas.
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¿Cuándo debemos consultar con el médico?
"Lo ideal desde el primer momento que tenemos dolores para valorar de qué tipo de dolor de cabeza se trata, evitar la cronificación y saber qué hacer y qué no hacer ante determinadas situaciones. La primera consulta se debe de realizar con el médico de cabecera para valorar la necesidad de derivar o no a un especialista", señala el Dr. Quiroga, de Top Doctors.
Hay casos que deben ser consultados a la mayor brevedad. "Cuando aparece de forma explosiva, cuando no hay mejoría a pesar de tratamiento farmacológico o cuando se acompaña de alteraciones sensitivas en los miembros, torpeza mental o motora".
Otros requieren llamar al 112. Como señala el especialista en neurología, "si la aparición del dolor es brusco y ascendente es un signo de alarma que nos indica peligro inminente y es motivo para acudir a un servicio de urgencias de forma inmediata", insiste el Dr. Pablo Quiroga. Y es que en este caso podríamos estar ante un ictus, o accidente cerebrovascular.
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Dolor de cabeza por ictus
Los síntomas de un ictus suelen aparecer de forma brusca y repentina. Aunque varían según la zona afectada, los más habituales suelen ser:
- Dolor de cabeza muy intenso, diferente al habitual
- Alteración del lenguaje
- Dificultad para hablar, comprender y comunicarse
- Hormigueos, pérdida de sensibilidad
- Pérdida de fuerza en una mitad del cuerpo, cara y/o extremidades
- Alteración de la visión, visión doble, pérdida de la visión de un ojo
- Pérdida de la coordinación y el equilibrio
En estos casos, hay que llamar de inmediato al 112. Si la persona pierde la consciencia, hay que colocarla en posición lateral. Si no respira, deben iniciarse las maniobras de reanimación hasta que acudan los servicios de emergencia.
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