love is blind cita a ciegas© Netflix

Pareja

'Love is blind': ¿Te enamorarías de alguien sin ver su físico?

Los participantes de este exitoso 'reality' americano que puede verse en Netflix deciden casarse sin haberse visto nunca antes. Analizamos si este fenómeno podría pasar más allá de las pantallas.


Actualizado 2 de octubre de 2022 - 13:15 CEST

Cuando una persona de tu entorno tiene una primera cita y comenta después cómo ha ido la velada, hay una pregunta que, en la mayoría de los casos, tiene lugar, sino a comienzos, a mitad de la conversación: "¿Me dejas ver una foto suya?". El físico ha sido desde comienzos de la historia uno de los factores que más nos han condicionado en nuestras relaciones. Si bien de pequeños alabábamos a los más guapos y populares de cada clase y deseábamos que fueran nuestros amigos, con el paso de los años la atracción física se ha convertido en una de las características más buscadas, no solo para una quedada esporádica, sino incluso para encontrar el amor. Nada que extrañe en una era en la que las aplicaciones de citas están a la orden del día.

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© Netflix

En el amor a ciegas hay ventajas e inconvenientes. Es bueno conocer a alguien sin ver su físico porque sabes que ambos estáis buscando una conexión emocional para caminar juntos en una relación seria. También, al no haber prejuicio estético, os dáis la oportunidad de conoceros mejor.

-¿Has oído hablar del 'negging', la forma de ligar tóxica que domina en las aplicaciones de citas?

Según la web especializada en estadísticas y datos, Statista Digital Market Outlook, más de 400 millones de usuarios se dieron de alta en las aplicaciones de citas en lo que llevamos de 2022, siendo Tinder la más descargada frente a Badoo. Aunque no siempre es necesario añadir fotografías en estas plataformas, los matches (el equivalente a pulsar "me gusta" o validar una fotografía) se producen, mayoritariamente, al ver una imagen del pretendiente mucho antes que al leer su biografía. Puede que, precisamente, a raíz de tantos matches fallidos, haya nacido el programa americano de Love is blind, que, tan solo el día de su estreno en 2020, se siguió desde 30 millones de hogares.

Que las circunstancias extraordinarias de la Covid-19 ayudaran a alcanzar estas cifras de espectadores coincidían también con la situación que atravesábamos en aquel momento. En unos meses en los que la cuarentena obligó a que la única cercanía posible fuera la emocional, se emitía por entonces un programa en el que sus participantes buscaban el amor, guiándose únicamente por la personalidad de sus pretendientes, sin tener contacto físico alguno. Ahora que este año se ha estrenado una nueva temporada con un elenco diferente (disponible en Netflix España) podemos afirmar que continúa siendo uno de los más vistos del momento.

-Cómo reconocer una mala cita

¿Es posible enamorarse a ciegas?

En Love is Blind hay dos grupos: chicas y chicos. Ambos viven en casas diferentes conectadas por un pasillo y un salón común en el que tienen citas, sentados en sofás y separados por muros, de manera que no pueden verse en ningún momento del encuentro, pero sí, en cambio, escucharse. Cada uno de los elegidos por los directores del casting tiene citas con el resto de huéspedes de la otra casa y, a medida que van transcurriendo, criban, cada vez más, sus candidatos hasta reunirse solamente con aquellos cuya conversación le gusta más. ¿El objetivo? Realizar un experimento sociológico en el que diferentes personas que buscan el amor pudieran encontrar a su futura pareja sin verle cara a cara.

Entre dudas sobre la elección de los participantes y otros aspectos que podrían condicionar que el resultado fuera favorable, hay evidencias claras que dirigen la mirada hacia la posibilidad de que esta técnica fuera una de las mejores panaceas contra el desamor. Para empezar, todos los que se han presentado para participar se supone que persiguen un objetivo común: el de buscar una pareja con la que compartir un futuro, un hecho que, en la vida real y en las citas convencionales, no siempre suele suceder. Estar en la misma página es fundamental: previene de posibles desentendidos y desencuentros comunicativos que a menudo suelen amenazar a las parejas.

Que además todos estén predispuestos a conocer a otra persona sin, en un principio, ver sus atributos físicos, deja claro también que tienen la intención de dejar a un lado el espectro del atractivo y quieren probar a perseguir solamente la conexión emocional por encima de cualquier otra cualidad.

En las citas que podemos ver en este programa salen a la luz temas de conversación que jamás surgirían en los primeros encuentros en persona, como traumas del pasado (que intentamos evitar para no asustar a la otra persona), la religión, los planes de futuro o las tradiciones familiares de cada casa. La compatibilidad se genera atendiendo al tono de la voz, a las expresiones y al contenido de las conversaciones, pero no a la apariencia. Como cuenta la ginecóloga y sexologa del Hospital Mateu Orfila de Menorca y también autora de los libros Recupera tu deseo y Respira, Myryam Ribes: "Los otros sentidos son super importantes, tanto o más. En este caso: el oído (la atracción de la voz y una conversación atractiva, el tono de voz, la modulación..) y el rey, el olfato. No hay más que pensar en la millonada erótica de las empresas de perfume. El olor de una persona puede obviar el físico y también arruinar una relación".

© Netflix

Sonríen, lloran, mantienen conversaciones profundas y llegan a conocerse de una manera que, en una cita convencional, jamás llegarían a hacer.

 "Por fin he encontrado a mi mujer. Es increíble que nos hayamos conocido en estas cabinas. Es muy extraño", dice Nick en uno de los capítulos, justo antes de conocer en persona a la chica con la que pretende casarse. La expresión "es muy extraño" es repetida por la mayoría de los integrantes del reality, ya que ninguna se espera que, a medida que transcurren los capítulos, la complicidad entre las posibles parejas sea cada vez mayor. Si como espectadores nosotros nos sorprendemos, ellos todavía lo hacen más y actúan exactamente igual que actuamos cuando estamos conociendo a alguien. Sonríen al distinguir la voz de la persona que más le gusta nada más saludarse, se muerden el labio cuando algo les sonroja, lloran cuando la conversación no fluye como les gustaría, se decepcionan al no ser escogidos y sienten celos cuando son otros los que han recibido la petición de compromiso antes que ellos. En sus caras se distingue ese cosquilleo adolescente que, a pesar de la edad, parece no desaparecer nunca.

La atracción física: ¿importa?

Al ver Love is blind resulta fácil pensar que, si no nos guiáramos tanto por el físico, probablemente encontraríamos la compatibilidad mucho antes. Sin embargo, la fachada también habla de la forma de ser de la otra persona e, al igual que conocer a alguien a ciegas puede resultar una victoria, en el programa vemos todo tipo de situaciones: parejas se confirman nada más verse, otras que se gustan al darse una oportunidad y pasar más tiempos juntos y, también, aquellas que al conocer su apariencia tienen claro que no quieren seguir con la otra persona. Sucede al igual que en los libros: creas la imagen de los personajes a tu medida y según tu imaginación, pero cuando los ves humanizados en películas preferías haber continuado viviendo en tu fantasía. Las expectativas, por lo general, juegan malas pasadas.

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En muchas ocasiones, sí que sentimos atracción por el que creemos que será nuestro compañero de vida, a pesar de saber que no cumple los estántares en los que fijaríamos a primera vista. De hecho, comenta Myriam Ribes: "La atracción física implica todos los sentidos, no solo la vista. Aunque el físico esté sobrevalorado en nuestra sociedad, sobre todo determinado tipo de físico (cosa de la que podríamos hablar también mucho), en la atracción sexual juegan un papel importante los otros sentidos y todo es entrenable, pero con ciertos límites. Hay determinados rasgos pueden resultar más difíciles para algunas personas en función de su historia personal y cultura, como sucede con el olfato".

Un problema muy común que suele aparecer cuando una pareja no sigue los patrones estéticos que buscas en un principio es el de la necesidad de encontrar la validación externa. Es decir, podrías avergonzarte al salir con esa persona por miedo al rechazo de los demás y los juicios que puedan surgir a raíz de esta situación. A menudo es una cuestión de autoestima, que puedes tenerla tan baja que te acompleja lo que demás piensan de vosotros, o tan alta que te sientes superior a tu pareja (y en este caso deberías plantearte la relación).

© @loveisblindnetflix

En cambio puede ser un arma de doble filo. Si una vez que os veáis la atracción física no resulta suficiente puede que tu autoestima te juegue malas pasadas y sientas vergüenza.  Cada persona lo vive de una manera diferente. No hay una fórmula de éxito asegurada en el amor a ciegas.

También es probable que, al haberle conocido a ciegas, no cumpla los cánones de belleza a los que estás acostumbrado, por lo que, por mucho que a ti te pueda gustar, todavía te encuentras conociéndote a ti mismo y explorando lo que te atrae. Ya lo dice también la ginecóloga y sexóloga: "Esta es una consulta relativamente frecuente, en la que muchas veces se analizan las circunstancias y se detecta que no es solo un tema de atractivo visual sino que detrás hay más cosas".

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Hay parejas para las que el cariño y la conjunción mutua de intereses resultan mucho más importantes que el atractivo físico y, también, hay otras en las que la etiqueta de presentación es imprescindible para continuar la relación y terminar en un juego de toxicidad que puede provocar la falta de comunicación, de intimidad sexual o la búsqueda de ese placer en otras personas. No existe una ecuación común para todos los humanos sobre el amor a ciegas. Que el resultado sea mejor o peor tan solo depende del carácter, del contexto y del número de oportunidades que cada uno esté dispuesto a dar, tanto a la otra persona, como también a sí mismo.