¿Te notas inflamada, con el vientre hinchado? No estás sola. Es un problema que padecen muchas personas que buscan, lo primero, la causa y, sobre todo, soluciones, que muchas veces tienen que ver con la alimentación y los hábitos de vida. Y es que hay que controlar la inflamación, porque puede derivar en problemas de salud.
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¿Por qué aparece la inflamación?
“La inflamación puede deberse a diversas causas que no necesariamente están ligadas a una enfermedad. Aunque ciertas dolencias como las intolerancias a determinados alimentos o patologías como el síndrome del intestino o colon irritable o enfermedad de Crohn pueden producir este tipo de síntomas, en la mayoría de las ocasiones se debe a cuestiones menores”, nos cuenta Natalia Galán, nutricionista de bluaU de Sanitas, que añade que comer muy rápido o en exceso, ingerir ciertos alimentos como las legumbres o las verduras crucíferas o incluso el estrés pueden desencadenar esta inflamación o hinchazón abdominal.
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Alimentos de otoño que ayudan a evitar la inflamación
Aprovechando que hemos estrenado la nueva estación, le hemos preguntado a la nutricionista cuáles son los alimentos típicos del otoño que debemos incluir en la dieta si queremos prevenir la inflamación. Y nos los resume en los siguientes:
- Manzanas: Esta fruta contiene una gran cantidad de vitaminas (A, B, C y E) además de polifenoles y flavonoides, minerales como el magnesio o el potasio y fibra soluble (pectina) que ayuda a mantener la flora intestinal y, por lo tanto, a combatir la inflamación. En este caso sería preferible consumirla sin piel.
- Calabaza: es rica en antioxidantes, betacarotenos y vitamina A y C. Además, posee fibra y resulta muy digestiva, especialmente cuando se consume hervida.
- Verduras de hoja verde: las hojas pequeñas como espinaca baby, canónigos o escarola son altas en vitamina A y C, magnesio, hierro y flavonoides de alto poder antioxidante e inflamatorio.
- Setas y hongos: Los betaglucanos presentes en este tipo de alimentos contribuyen al refuerzo del sistema inmunitario y actúan contra infecciones bacterianas, fúngicas, virales y parasitarias.
- Alimentos ricos en Omega 3: los pescados azules, frutos secos, semillas o aguacate y aceite de oliva ya que está demostrado su poder antiinflamatorio.
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La dieta, fundamental
La dieta se convierte en un pilar fundamental para tratar de evitar este problema. “La mayoría de las veces una inflamación crónica puede tratarse desde la alimentación, la mayoría de los pacientes mejoran mucho cuando modifican sus pautas o hábitos. Un profesional deberá analizar el caso particular para encontrar el origen del problema, ya sean intolerancias a alergias o simplemente indigestiones por exceso de comida o malos hábitos en la masticación”, resume.
Dieta antiinflamatoria
¿Cuáles son los principios básicos de una dieta antiinflamatoria? La nutricionista parte de la base de que una dieta antiinflamatoria no difiere de lo que conocemos como dieta saludable. “Es decir, aquella en la que abundan los productos frescos, sobre todo fruta y verdura que poseen grandes cantidades de vitaminas, minerales y fibra; alimentos antioxidantes, aquellos ricos en Omega-3; priorizar el pescado blanco y azul sobre la carne, sobre todo la roja. Además, debe acompañarse de abundante agua y ejercicio físico regular. Asimismo, se deben evitar aquellos alimentos que alteran la flora intestinal como los procesados (azúcar, carbohidratos refinados, grasas saturadas, edulcorantes, bebidas carbonatadas, etc)”, detalla.
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Claves para hacer esta dieta
Hay que conocer las claves para hacerla de forma correcta. “Al igual que es importante lo que se come, también es clave cómo se come. Mantener horarios más o menos regulares de comidas, evitar ingestas excesivas que lleven a indigestiones, evitar saltarse comidas, asegurar la correcta ingesta de líquidos (agua, infusiones) para evitar el estreñimiento y mantenerse activo físicamente contribuye a mejorar la salud intestinal y, por lo tanto, la salud general. En algunos casos el uso de probióticos puede ayudar también a prevenir o combatir la inflamación pues contribuye a regular la flora intestinal”, concluye la nutricionista de Sanitas.