Mucho se está hablando estos días de la infidelidad, debido a todo el revuelo mediático que ha rodeado a Tamara Falcó tras la ruptura de su compromiso con íñigo Onieva, debido a una supuesta infidelidad. Nos hemos planteado qué es lo que dice la psicología sobre la infidelidad.
Cuando aparece una tercera persona, las parejas ven cómo su plan de vida se desmorona, con las consecuencias (duras) que eso conlleva. Se rompe ese amor que, según la psicóloga clínica y coach ejecutivo Pilar Guerra, viene definido como “un sentimiento de afecto, pasión, intimidad y compromiso genuino que una persona siente hacia otra, proyectado a largo plazo y que tiene connotaciones de aceptación, confianza y respeto a la esencia de ese ser humano que hemos elegido”.
Cómo descubrir una infidelidad
Dicen que el amor es ciego. Y esto hace que la persona que tal vez está siendo engañada no se dé cuenta de que algo está fallando. Pero lo cierto es que, si existe una infidelidad, sí que puede haber signos que nos deberían hacer estar alerta. “Cuando percibimos que en la relación en la que estamos esta definición de amor no tiene mucho sentido, es porque atisbamos un arsenal de señales, a las que en ocasiones puede que no hagamos caso, ya que nos encontramos en una constante duda sobre si realmente lo que vemos es lo que es o no lo es”, cuenta Pilar Guerra.
Lee también: Las 9 señales que pueden indicar que tu relación de pareja ha llegado a su fin
Infidelidad en la pareja
Y es que apunta que, generalmente, aparecen decenas de banderas rojas llamadas también indicios o pistas que nos previenen de sutiles y subliminales peligros y a las que ignoramos, ya que nuestra mente se disocia, y olvidamos nuestro sentido común, incluso nuestra poderosa herramienta de la intuición, responsable de reafirmar nuestro criterio y amor propio. “Entramos entonces en una lucha constante entre los hechos reales y nuestras interpretaciones de estos”, nos cuenta. En su opinión, detectar una infidelidad en una relación puede ser más sencillo si seguimos las señales, partiendo de la base de que una infidelidad es infidelidad cuando uno de los miembros de la pareja está siendo hábil como para que el otro no se percate, y lo está haciendo desde la mentira y el ocultismo, preservando su ego de una manera muy narcisista.
Lee también: He pillado a mi pareja en una infidelidad, ¿qué debo hacer?
1. Bombardeo repentino de amor
"El infiel aparece un día cualquiera con mil flores o atenciones y escaleras hasta el cielo, prometiéndonos de nuevo su amor eterno. La pareja, en principio, no tiene por qué no creérselo aunque su instinto le empiece a advertir de que puede que se trate de una explosión de amor exagerado", nos cuenta la experta, que considera que esa exageración es siempre producto de la culpabilidad que siente el infiel tras haber hecho de las suyas, es decir, tras haber tenido una cita con su amante, y haber tenido que mentir a su pareja formal.
Si nuestra intuición se inquieta por esta sensación, no la descartemos, dejémosla en cuarentena para seguir observando.
Lee también: ¿Cuándo debe contarse una infidelidad?
2. Devaluación
La experta detalla que podemos encontrarnos con una situación: puede ocurrir que el infiel comience a agredirnos de manera sibilina con pequeñas críticas sobre algo que digamos o hagamos. Aparece un sarcasmo, una comparación a peor con alguien...de tal manera que nos salten las alarmas para poder preguntarnos el porqué de esta agresión tan gratuita.
En otras ocasiones, la agresión sube en intensidad y se produce ya un importante maltrato psicológico con devaluaciones graves. Esto tiene que ver con que el infiel no se encuentra cómodo en su piel, sabe que no está actuando bien y canaliza su frustración en la pareja formal. Seguramente haya venido de estar con la pareja nueva y odie volver con la antigua, cuando en realidad podría decidir contárselo a la antigua para poder irse libremente con la nueva...
Devaluar es una manera de ningunear, de despreciar, de cosificar al otro, de no darle valor como persona. Devaluar es enfadarse con el otro fiel cuando en realidad se tendría que enfadar con él mismo por estar siendo infiel.
3. Refuerzo intermitente
Cuando la pareja fiel empieza a dudar de las conductas del presunto infiel su mente entra en modo disociado, en un estado denominado disonancia cognitiva, una manera de dudar de manera extrema sobre sus criterios, que se acrecienta cuando a veces se siente premiada y otras veces castigada por el infiel.
“El infiel comienza a sentir dificultad para mantener el equilibrio que requiere una relación sana en la que se suele querer igual todo el tiempo. Es por ello que le percibimos con que a veces nos regala los oídos y otras veces nos castiga y devalúa enviándonos al rincón del pensar. Estos cambios intermitentes provocan en el engañado un enganche tóxico, una dependencia extrema y un vínculo muy traumático, que le lleva a idealizar la parte atractiva del infiel premiador y a justificar la parte perversa del mismo infiel cuando manipula. Reforzando de manera intermitente el infiel tiene una coartada: la de que la víctima esté mareada y en duda constante para así él poder hacer y deshacer a sus anchas”, comenta Pilar Guerra.
Lee también: ¿Quieres descubrir cómo salir de una relación tóxica de pareja en 6 pasos?
4. Triangulación
En paso posterior, la experta nos cuenta que pueden aparecer los celos expresados, las sospechas habladas con la pareja acerca de que realmente se esté dudando sobre el que esta pueda estar teniendo relaciones con terceros. En esta fase de sospecha de triangulación el miembro infiel de la pareja necesita demostrar al otro que no, que son imaginaciones, que nada por lo que le increpa es real, que no hay ningún peligro.
El que se enfade, se sienta atacado, se excuse, no es una manera sana de defenderse. Cuando no se es infiel y alguien nos culpa por serlo, nuestra reacción es empática, ahondamos en el otro para preocuparnos y ocuparnos en conocer las razones por las que duda, mirando a los ojos y declarando la verdad de la verdad para que se tranquilice.
“Sin embargo, cuando un infiel se siente cuestionado, su herramienta de defensa es culpar al otro por dudar de él, haciéndole creer que está enajenado de celos, incluso osando utilizar la palabra loco o loca. Un halo de luz de gas envuelve la conversación, la disputa, de manera que el infiel deja constancia de su ego malherido por haberle cuestionado su lealtad”, añade la psicóloga.
Lee también: ¿Por qué sentimos celos?
5. Descarte
Esta fase puede sucederse de dos maneras, en opinión de la especialista:
-Por un lado, la situación llega a un extremo tal de malestar vital a todos los niveles, que la pareja no infiel deja la relación de forma abrupta, con inseguridad y miedo; ha llegado a su límite.
-Por el contrario, puede suceder que sea la pareja infiel quien descarta, deja de tener contacto de manera abrupta, sin explicación, reforzando su decisión bajo la excusa de que la relación se ha acabado porque el fiel ha generado conflicto por poner su ejemplar conducta en duda o riesgo. Descarta al fiel porque su infidelidad ha prosperado y tiene otra o varias parejas en sus vidas.
Lee también: ¿Cómo decir 'ya no te quiero', si se rompe el amor?
6. 'Hoovering'
Podemos encontrarnos con esta situación: el infiel aparece de nuevo tras el descarte. “Si se siente ‘abandonado’, va a volver a la fase de Love Bombing. Una vez conseguida de nuevo la atención tras un nuevo cortejo, vuelve a descartar. Necesita que su orgullo salga ileso de esta relación y posterior ruptura, necesita mantenerse virgen de difamaciones, limpio de polvo y paja para evitar que nadie le pueda desenmascarar”, nos dice.
¿Se puede perdonar una infidelidad?
Una de las dudas que nos surge es si se puede llegar a perdonar una infidelidad. La psicóloga parte de que, en nuestra sociedad, las relaciones suelen ser cerradas y están basadas en la confianza.
“Cuando dos personas deciden emparejarse o casarse, se adquieren unos compromisos previos que tienen que ver con prometer fidelidad. Parece que solo nos centramos en la exclusividad sexual, sin embargo, un deseo psicológico hacia otra persona también es un abandono a la pareja”, nos dice. Y añade que cuando se comete una infidelidad, se viola la confianza y ésta sí que tiene tres patas: la sinceridad, el histórico y las competencias o habilidades. Podemos aceptar que alguien ha tenido una infidelidad, pero la pregunta es: ¿Podemos observar que tiene competencias para no repetirlo? Se trata, más que de perdón, de expectativas.
“Se puede aceptar que haya habido una infidelidad, se puede llegar a comprender; ‘todos somos humanos... el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra... todos cometemos errores...’, etcétera, pero quizá uno decida aceptar que ha existido ese hecho, pero al mismo tiempo decida también no aceptar más en su vida al protagonista de este capítulo de infidelidad e invitarle a que se vaya de ella y viaje a la vida de otro al que marear y dejarle, como poco, muy cerquita de un trauma”, concluye.
Lee también: Conoce cuáles son las causas más frecuentes de una infidelidad